El sistema financiero y el mercado de capitales de nuestro país están dando señales de real crecimiento y maduración. No sólo son capaces de absorber íntegramente una emisión de bonos soberanos por US$ 1,500 millones (como la efectuada por el gobierno en julio del año pasado) o acoger emisiones de empresas extranjeras de los más diversos tamaños y sectores (el más reciente ejemplo de lo cual fue la chilena Cencosud, que decidió emitir aquí bonos a diez años), sino que ahora una de sus entidades más representativas, el Banco de Crédito, se da el lujo de encabezar un préstamo sindicado (grupal) de gran envergadura.
En efecto, dicha entidad lideró y estructuró en la presente semana una operación de este tipo, con el objeto de financiar a la minera peruana Buenaventura, que requería un crédito de mediano plazo de US$ 450 millones. En ella participaron nada menos que ocho bancos, entre latinoamericanos y europeos, siendo el banco peruano el que aportó la mayor parte (más del 50% del total).
Fue el préstamo sindicado más cuantioso e importante de la historia del sistema financiero peruano. Una innegable muestra de avance.
