La Comisión de Salud del Senado trabaja en el diseño de la Ley General para Desórdenes Nutricionales, que de alcanzar el consenso de todos los partidos políticos, cancelaría la publicidad en televisión de aquellos alimentos con altos contenidos de azúcar y sal, así como la llamada comida rápida, para evitar que el sobrepeso y la obesidad continúen en aumento entre la población infantil; enfermedades que actualmente afectan a 1.4 millones de escolares en México.
Ernesto Saro Boardman, presidente de este grupo de trabajo, declaró que la Cámara Alta conjuntamente con las secretarías de Educación Pública (SEP) y de Salud (SS), diseñan esta nueva norma que buscará, entre otras cosas, la autorregulación de las industrias refresqueras, de panificación, de dulces y frituras, para que elaboren productos más snos.
El senador de Acción Nacional (PAN), señaló que la Ley General para Desórdenes Nutricionales, buscaría un replanteamiento de la publicidad de alimentos dirigida especialmente a la población infantil.
“Tenemos que replantearlo, cómo vamos a manejar la publicidad hacia los niños, yo permitiría la publicidad hacia los niños cuando el producto sea inocuo por completo. Quieres anunciar baleros o trompos, ‘pásale’ eso, anuncia baleros, anuncia trompos, anuncia yoyos, anuncia un alimento sin importa el exceso con que lo ingieras… Pero, los jugos, los yogurts, los refrescos que traen un alto contenido calórico, entonces diríamos que si el alimento no trae estas reglas, no se permitirá la publicidad para los niños”.
Señaló que probablemente la ley prevea la publicación de textos educativos en materia de nutrición. Además, se entablará un acercamiento con las industrias referidas para cambiar las fórmulas nutricionales que exhiben en sus productos, por un mecanismo más sencillo para identificar lo saludable o dañino de un alimento o bebida.
Por ejemplo, el sistema del semáforo que funciona en países industrializados, donde el verde representa un alimento de consumo cotidiano; el amarillo, alimento que debe consumirse con precaución y rojo, producto del que no se recomienda su ingesta.