Entre todos los países de América Latina, el español Alberto Romero vino a ejercer su oficio al Perú, país en el que menos pan se consume. Pero como había gente interesada en su negocio, igual se arriesgó. Alberto es heredero de una tradición familiar, pues su bisabuelo, su abuelo y su padre han sido también panaderos. Pero en Europa, desde hace décadas, el pan no se fabrica en las madrugadas, sino con una técnica desarrollada en Francia que permite conservar masas precocidas y congeladas, para hornearlas antes de la venta. Esto reduce el trabajo en las panaderías de barrio a solo dos horas, y además el costo de la maquinaria baja a la mitad.
Hoy, el 70% de la venta de Don Panadero, la empresa de Alberto, está en los supermercados, y el otro 30% en cafeterías y restaurantes; clientes que tienen ocupado apenas un tercio de la capacidad productiva de la fábrica. Por ello, Alberto se ha propuesto ganar dos mercados más: primero, las panaderías de barrio, que pueden obtener con este sistema una ganancia de 50% en panes y entre 100% y 200% en pasteles congelados. El otro mercado está fuera, y para ir ganando terreno Alberto tiene planeado asistir a ferias de Nueva York y Colonia (Alemania). Para saber más de Don Panadero y sus productos ingrese a www.donpanadero.com.
Hoy, el 70% de la venta de Don Panadero, la empresa de Alberto, está en los supermercados, y el otro 30% en cafeterías y restaurantes; clientes que tienen ocupado apenas un tercio de la capacidad productiva de la fábrica. Por ello, Alberto se ha propuesto ganar dos mercados más: primero, las panaderías de barrio, que pueden obtener con este sistema una ganancia de 50% en panes y entre 100% y 200% en pasteles congelados. El otro mercado está fuera, y para ir ganando terreno Alberto tiene planeado asistir a ferias de Nueva York y Colonia (Alemania). Para saber más de Don Panadero y sus productos ingrese a www.donpanadero.com.
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