Alimentos y bebidas se consumen en abarrotes

A pesar de la expansión de los supermercados en los conos de la capital (la penetración en Lima alcanza el 26%) y en varias ciudades del país, las bodegas son todavía los principales canales de venta de varios productos de la canasta familiar, según el perfil del minorista tradicional realizado por la consultora CCR.

Así, el canal de venta tradicional, formado por las bodegas, los puestos de mercado y las casas de venta (viviendas que adecúan un espacio como punto de venta para el público), concentra el 80% de las ventas de alimentos en Lima, el 42% de bebidas, el 58% de productos de cuidado personal y el 72% de productos de cuidado para el hogar.

Milagros Freitas, gerente de CCR Audit Perú, indicó que ante la competencia de los canales de venta modernos (supermercados e hipermercados), los empresarios bodegueros han tomado conciencia de que más allá de los precios bajos, el servicio al cliente es el atributo clave para mantenerse en el negocio, seguido de la variedad de productos en su stock, estar permanentemente en el negocio y tener capital para mantener a los clientes.

De otro lado, a pesar de ser un canal importante de venta, solo el 6% de minoristas considera que este es un rubro atractivo para invertir, debido a que la mayoría de negocios lo ve como un medio de trabajo para apoyar o incrementar la economía del hogar.

Del mismo modo, una razón importante por la que muchos deciden ingresar a este negocio es que es un trabajo independiente que, en el caso de las amas de casa, les facilita ver a sus hijos.

En tanto, un gran porcentaje de clientes acude a una bodega una vez por semana para adquirir algún producto en particular, como es el caso de los lácteos (69%), los productos de limpieza (61%), las bebidas (66%), las golosinas (67%), los productos de aseo personal (60%), los cigarros (65%) y las tarjetas de teléfono (67%).

De otro lado, las distribuidoras de las empresas de lácteos, de productos de limpieza, de bebidas y golosinas son los principales proveedores de los minoristas, seguidos por los mayoristas y los servicios de entrega tercerizados.

EL DILEMA DEL FINANCIAMIENTO
Aunque los minoristas tradicionales son los principales canales de venta de varias categorías de productos, solo el 23% de estos negocios trabaja con entidades financieras.

"El 77% de minoristas financia su negocio con capital propio, a pesar de que Lima concentra el 86% del movimiento financiero", afirmó Milagros Freitas durante el Segundo Encuentro de Márketing organizado por CCR y la Universidad ESÁN.

Asimismo, el minorista distribuye sus ingresos de la siguiente manera: el 50% para la compra de más mercadería, 35% para el pago de proveedores, 5% para el pago de préstamos financieros para el negocio y 6% para otros pagos adicionales.

Del dinero que le resta, el 79% lo destina a la compra de más mercadería, el 18% a gastos extras de su familia y solo el 3% lo ahorra.

Freitas explica que el principal objetivo de este canal de ventas es reinvertir su dinero en mantener su stock de productos y no tanto en infraestructura de sus locales.

De este modo, la tradicional bodega o puesto del mercado, como asegura Freitas, todavía tiene para rato, pues mientras los operadores de supermercados aún no invadan todas las ciudades del país, los clientes seguirán recurriendo al casero de siempre.

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