1. Que tu política de RS está alineada con tu negocio. Cualquiera puede lanzarle dinero a los grandes problemas de siempre: educación, nutrición, salud. Está muy bien si tu empresa lo hace, pero no esperes amplia cobertura si estás haciendo lo mismo que los demás. Como cualquier buen negocio, la RS requiere originalidad. Si demuestras que puedes ganar más dinero para tus accionistas mejorando la situación de tus otros ‘stakeholders’ (clientes, proveedores, trabajadores, comunidad, etc.), ahí empezaremos a hablar.
2. Que eres igual de exigente al evaluar los resultados de tu política de RS como con el negocio mismo. Aplaudimos tu altruismo, pero no vamos a celebrar que despilfarres tu dinero, por más que digas que lo haces de buena voluntad.
3. Que no es una aventura personal, sino una filosofía de hacer negocios que has logrado imprimir en toda tu compañía. Si tu encargado de RS opera desde una remota esquina del área de Márketing o Recursos Humanos, no vas a convencer a nadie. Cuando los valores de la compañía estén consagrados en un código de ética y sea el mismo gerente general el que supervise las labores de RS, estaremos felices de conocer tu caso.
2. Que eres igual de exigente al evaluar los resultados de tu política de RS como con el negocio mismo. Aplaudimos tu altruismo, pero no vamos a celebrar que despilfarres tu dinero, por más que digas que lo haces de buena voluntad.
3. Que no es una aventura personal, sino una filosofía de hacer negocios que has logrado imprimir en toda tu compañía. Si tu encargado de RS opera desde una remota esquina del área de Márketing o Recursos Humanos, no vas a convencer a nadie. Cuando los valores de la compañía estén consagrados en un código de ética y sea el mismo gerente general el que supervise las labores de RS, estaremos felices de conocer tu caso.