Capacitan a artesanas de Sipán para ubicar sus productos en principales mercados del mundo


El Perú es una fuente inagotable de insumos y la mano de obra representada en cientos de artesanas que trabajan a brazo partido para lograr ubicar sus productos en los principales mercados de manera competitiva, se convierte en el eslabón perfecto para exportar al exterior todas las maravillas que tenemos para ofrecer.

En esta etapa, desempeña un rol primordial el Centro de Innovación Tecnológico-Artesanal (Cite) de Sipán, en Lambayeque, que acaba de recibir un paquete tecnológico textil para tejer algodón nativo de colores, a cargo de artesanas de esta zona.

Sin embargo, el conocimiento de las exigencias de los mercados mundiales tornan aún más que necesaria la constante capacitación para atender los estándares internacionales.

Y ahora, con el impulso que se le otorga a los productos orgánicos, el algodón peruano de este tipo mejora sus procesos para convertirse en oferta exportable, más aún, con el inicio de los cultivos en el interior del país.

"En este centro trabajamos con comunidades de artesanos de diferentes distritos. Las tejedoras de algodón nativo provienen básicamente de Mórrope, Túcume, Ferreñafe, San José y Monsefú", sostiene Rosa Fuentes, directora ejecutiva del Cite Sipán.
Ella recuerda que formularon un pedido para mejorar su producción al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec) y esta institución lo trasladó al Servicio Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial (Senati), en Lima.

Ambas entidades, explica, celebraron un convenio y desarrollaron el paquete tecnológico que consta de una urdidora mecanizada que tiene tres velocidades a pedal, con el que las artesanas logran reducir a un quinto el tiempo que empleaban antes para el hilado manual del algodón nativo.

"Posee, además, un telar que ha sido probado específicamente para la resistencia de la fibra del algodón nativo y una urdidora para la disposición de los hilos, es decir para la pretejeduría", detalla.

Los equipos, manifiesta, se los entregaron hace dos semanas y se organizó con Senati un curso de capacitación a las artesanas de los distritos de Mórrope, Túcume, Ferreñafe, San José y Monsefú.

"Nos hemos puesto a disposición de las artesanas para que puedan venir a la aldea artesanal Mochica, ubicada en el interior del Complejo del Museo Tumbas Reales de Sipán en Lambayeque, para que puedan hacer el hilado o el tejido en el telar", expresa Fuentes.

Cultivos

Consultada sobre los mercados que se constituyen en oferta exportable, comenta que "el algodón nativo de colores naturales estuvo prohibido en su cultivo. Recién hace más de un año se levantó la medida, por lo tanto la materia prima aún es escasa".

Los campesinos que tenían en sus familias algunos tejedores de algodón nativo se encargaron de que esta especie no se perdiera, revela. "Nosotros hicimos un acopio de semilla de nueve colores y logramos sembrar aquí, en el mismo Museo Tumbas Reales de Sipán, una hectárea de algodón nativo."
"Obtuvimos nueve colores y en base a esa experiencia es que fuimos transfiriendo el conocimiento para el control fitosanitario del cultivo, porque se le había tildado de que era un semillero de plagas, entre otras cosas. Esto fue una suerte de cargo que le hicieron los industriales cuando se plantó el algodón industrial aquí en la región norte: el pima y cerro."

Tras levantarse la prohibición, expresa, se comenzó a sembrar áreas un poco más grandes porque apenas los campesinos tenían unas cuantas plantas. "Ahora, estamos esperando la propagación del cultivo para obtener mayores volúmenes de materia prima y poder pensar en un plan de exportación."
Mientras tanto, se está atendiendo algunos pedidos esporádicos para el extranjero y básicamente el mercado interno, agrega.
"Y cuando hablo del mercado interno me refiero al turismo que llega a Lambayeque, al cual se le atiende a través de productos tipo recuerdo. También se abastece a algunas tiendas de los otros museos de la región Lambayeque y, fundamentalmente, en las ferias. Nosotros llevamos a los artesanos a estas ferias y ahí es donde se registran los mayores volúmenes de venta."

Recuerdos
Entre los productos que se están trabajando figuran recuerdos como monederos, aretes, pequeñas pulseras; es decir objetos pequeños, además de bolsos, tapetes y caminos de mesa. "Y de ahí damos un salto a la moda porque hemos desarrollado una colección de prendas en algodón nativo con diseñadores peruanos y españoles."

"Nuestra expectativa es colocar prendas de algodón nativo en tiendas especializadas de productos orgánicos que paguen realmente lo que cuestan. Planeamos orientar esta producción hacia mercados selectos que puedan apreciar lo que significa una fibra que tiene una antigüedad probada de más de cinco mil años, que no necesita ningún tipo de tintes, con hermosos colores naturales."

Si bien es cierto la capacitación es abierta y muy pronto se iniciará una segunda etapa, existen familias que se dedican a este arte. Una de San José es la de la señora Basilia Galán, una artesana que trabaja con varias de sus hijas y sobrinas. Ellas fueron quienes tejieron los trajes de algodón nativo que lucen los maniquíes del señor de Sipán y los guerreros, en el Museo Tumbas Reales, dice Fuentes.

"Figura también la familia de la señora Susana Bances, de Túcume, quien trabaja con algunos de sus parientes. Ellos recibieron capacitación en diseño y otros temas. La familia Brenis Farfán, en Ferreñafe, está compuesta por tres hermanas y la familia Bances de Mórrope, trabaja en la zona de Olleríos y otros caseríos".

Rendimiento
De otro lado, Salvador Sánchez, responsable de la capacitación a los artesanos por parte del Senati, sostiene que con este aporte de innovación tecnológica, se calcula que los artesanos textiles de Lambayeque, en su mayoría mujeres, lograrán aumentar en tres veces el rendimiento alcanzado a la fecha.

Jorge Licetti, presidente del Senati, destaca que el programa busca rescatar un producto de primera calidad como el algodón nativo, que ha sido declarado Patrimonio Genético Étnico de la Nación y que tiene la certificación que lo acredita como producto orgánico.

"El algodón nativo de colores abre las puertas para que los artesanos sean más competitivos y eleven su calidad de vida. Por ejemplo, una chalina de algodón blanco puede costar 20 dólares en el mercado, pero una de algodón nativo puede llegar a 60 dólares", explica.

Por tal motivo, estas mejoras en la productividad contribuyen a elevar la calidad de vida de quienes trabajan con esta materia prima autóctona del Perú, añade.

El programa ya lleva más de dos años y logró rescatar técnicas ancestrales de tejido, pero con beneficios de productividad que pasan por hacer las nuevas máquinas de madera más livianas, más ergonómicas (adaptadas a los movimientos y las capacidades físicas del tejedor), más eficientes en el rendimiento del tiempo y el tratamiento del hilado, muy delicado y difícil de tratar con otros implementos.

Integración de circuitos
Dentro de las líneas de acción del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) se encuentra la integración de los recursos y circuitos turísticos con la artesanía.

En este contexto, el sector ha considerado conveniente complementar la misión cultural que tiene el Museo Tumbas Reales de Sipán, con una Aldea de Talleres Artesanales que expresen y repliquen con autenticidad la producción artesanal de esta cultura, lo que potenciará la importancia turística de la zona.

Con tal fin, se ha visto por conveniente constituir un Centro de Innovación Tecnológica Turístico-Artesanal que posibilite rescatar; mantener en valor y recoger con fidelidad la actividad artesanal de los antiguos mochicas a través de aldeas artesanales en las cuales sus descendientes, los artesanos de hoy que se ubican en esa zona, participen como actores vivos, percibiéndose con realismo los métodos de la producción artesanal y su entorno cotidiano, en un contexto de integración con los circuitos turísticos de la zona.

A lo expresado se suma la contribución del Cite Sipán en la elevación del nivel de calidad de vida de la población participante, en el incremento de la producción artesanal con estándares de calidad de exportación, y en la generación de empleo.

El paquete tecnológico textil para tejer algodón nativo de colores está integrado por dos telares artesanales, dos ruecas de hilar y una urdidora artesanal. Todos han sido confeccionados en madera. (Cecilia Fernández Sívori - Andina)

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