Inseguridad ciudadana

................................................ Por: Mg. Teresa Chara de los Rios

Para que una ciudad sea considerada turística debe contar con servicios de calidad. Una ciudad limpia y segura, una ciudad donde su gente esté comprometida a servir con calidad y calidez a los turistas, una ciudad en la que propios y extraños se sientan seguros.

Huanuco está en transición, todavía le falta mucho para ser considerada turística; sin embargo, podemos observar interés de parte de un sector de los empresarios por mejorar sus negocios, ampliarlos, redecorarlos y lo más importante, mejorar la atención y la calidad de sus servicios.

Hasta hace poco sus calles no contaban con nombres ni señalización. Sólo los habitantes locales sabían los nombres de ellas y dónde quedaban. Hoy podemos observar que las principales calles ya las tienen, es una buena iniciativa pero todavía falta señalizar muchas. Mejorar las antiguas veredas deterioradas, es una tarea relevante, no sólo por el ornato sino porque significa un peligro para las personas, especialmente los ancianos.

El sistemático robo de las tapas de los buzones, atenta contra la seguridad de todas las personas que transitan por las calles, algunas de ellas todavía con poco alumbrado y no falta algún distraído o niño travieso que pueda caer en ellos y lesionarse las piernas.

Las últimas noticias sobre hechos de violencia ocurridos en nuestra ciudad, no nos hacen ningún favor. ¿Qué turista elegiría a nuestro querido Huanuco como destino turístico con tantas noticias negativas de muertes y asesinatos?

Tampoco se trata de disfrazar la realidad, pero mientras estos hechos sigan ocurriendo, probablemente afecte el flujo turístico. ¿Quiénes sufren con ello? Las agencias de transportes aéreas, terrestres, hoteles, restaurantes, locales de entretenimiento, canillitas, taxistas, tiendas comerciales y todos los demás operadores turísticos.

A todo esto, el sentimiento de inseguridad que nos embarga, de sentir que autoridades y fuerzas policiales no cuentan con los elementos necesarios para combatir la delincuencia. Es comprensible que los presupuestos públicos no alcancen para logística, estrategias y acciones que ayuden a combatir la magnitud de la delincuencia.

Es cierto también que las ciudades más seguras son aquellas donde sus habitantes actúan con ética y honestidad, pero también es cierto que si la delincuencia crece, se debe a la corrupción e impunidad.

Si no tomamos conciencia de esta problemática y seguimos siendo sólo espectadores de los hechos de violencia que vienen ocurriendo y se lo dejamos todo a las autoridades, jamás cambiará la situación.

Debemos organizarnos en Comités de Seguridad Ciudadana, tomar medidas preventivas, no dejar nuestra seguridad en manos de otras personas.

Sin embargo, también queremos una policía más eficiente y sanciones más drásticas para los que delinquen, pero especialmente, queremos volver a confiar en nuestra policía.

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