Los puertos peruanos atienden hoy un comercio exterior tres veces mayor que el del año 2004.
Es lo que ha ocurrido con el Plan Nacional de Desarrollo Portuario (PNDP), el cual, pese a haber sido publicado hace apenas tres años, ya quedó desfasado, rebasado por el dinamismo de nuestra economía y el empuje de nuestras exportaciones e importaciones.
Como se sabe, dicho documento, elaborado por la Autoridad Portuaria Nacional (APN), establece los lineamientos, metas y cronogramas para la gradual mejora de la infraestructura portuaria, de manera que ésta pueda hacer frente, oportuna y eficientemente, a los requerimientos del comercio exterior.
El plan vigente, que si bien fue publicado a inicios del año 2005, se basó en la realidad portuaria de los años 2003 y 2004, época en la cual el país tenía una velocidad económica mucho menor que la actual. El PBI crecía a una tasa de entre 4% y 5%, frente a la actual de 9%. Las exportaciones apenas superaban los US$ 12 mil millones y las importaciones los US$ 9 mil millones; hoy, en cambio, alcanzan los US$ 33 mil millones y los US$ 29 mil millones, respectivamente.
No obstante que el Perú ya era percibido como un país con un futuro promisorio, aún estaba muy distante del grado de inversión, a diferencia de hoy, en que nos lo han otorgado nada menos que tres agencias calificadoras. Por ende, el flujo de inversiones era incomparablemente menor que el actual.
En esa época los TLC con Estados Unidos, Canadá, Singapur, Chile y Tailandia eran una posibilidad sumamente remota, y nadie soñaba con un TLC con China.
Nuestro primer puerto, el Callao, no terminaba de solucionar sus problemas con los sindicatos de trabajadores, y estaba muy lejos de tener las brillantes perspectivas de hoy, en que, con la construcción del gran Muelle Sur, y la ya prevista modernización de los muelles Norte (Muelle 5) y Centro, se encamina a ser el gran megapuerto del Pacífico Sur.
Bajo tales circunstancias, resultaba casi natural que el PNDP planteara metas y cronogramas bastante modestas.
Afortunadamente, la realidad cambió dramáticamente a nuestro favor, y hoy nos obliga a redactar un nuevo plan, con metas ciertamente más ambiciosas. Entre las novedades que se espera introducir en el plan, en el caso específico del Callao, está el tema del ferrocarril, para que este vital medio de transporte de carga quede plenamente integrado a las operaciones del puerto, tal como ocurre en los principales terminales marítimos del mundo. Otro tema importante, en el mismo puerto, será el de los accesos viales, que necesitan ser totalmente redefinidos.
Se espera que el documento esté listo a mediados del próximo año. Habrá que esperar hasta entonces para conocer sus detalles.
Ver la página principal de Desarrollo Peruano.