Redacción BBC Mundo
La bolsa de valores de Nueva York reaccionó negativamente a la histórica elección de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos siguiendo la tendencia que registraron los mercados en Europa, aunque Asia cerró al alza.
Aunque no hay certidumbre sobre el éxito que tendrá el presidente electo en sus políticas para contrarrestar la crisis financiera global, los mercados del mundo no se hicieron esperar con la respuesta.
Wall Street tuvo también su jornada histórica, registrando la caída más pronunciada para una sesión después de una elección presidencial.
A pesar de que en la víspera electoral los títulos avanzaron, el miércoles los índices Dow Jones y S&P perdieron más de 5% de su valor.
Poca esperanza
Parece ser que algunos inversionistas no creyeron en el mensaje de esperanza de Obama, convencidos de que el nuevo gobierno demócrata no será capaz de actuar no rapidez para paliar la crisis.
Otros indican que lo ocurrido este miércoles fue una fotocopia más de lo que ha ocurrido en las últimas semanas: a un día de frenéticas compras de acciones (como ocurrió el día de las elecciones) le sigue uno de muchas ventas, alimentando una volatilidad que no ha parado hasta ahora.
En Europa, donde las acciones también habían subido fuertemente el martes en anticipación a la elección presidencial estadounidense, se registraron nuevas caídas ante la sombría perspectiva económica.
El principal índice de Gran Bretaña, el FTSE, bajó 2,3% poniendo fin a una racha de seis sesiones consecutivas con números positivos.
Los otros principales índices europeos, que también habían registrado subidas similares, cayeron en la sesión del miércoles: el Dax de Frankfurt cerró con una pérdida de 2,11% y el Cac de París cayó 1,98%.
Pero no todos los mercados del mundo reaccionaron negativamente.
En Asia se registraron notables alzas en el precio de las acciones como respuesta al resultado electoral y a el movimiento generado el martes en los mercados de Nueva York.
El índice Nikkei de Japón cerró 4,4% arriba, mientras que el Hang Seng de Hong Kong subió 3,2%, el de Singapur 2,6% y el de Australia 2,9%.
Mejor con los demócratas
La baja en Nueva York contradice una tendencia histórica en la que las acciones siempre han prosperado durante las administraciones de presidentes demócratas.
De acuerdo al historiador de la bolsa de valores, David Schwartz, los mercados en EE.UU. han subido en promedio un 10% durante el primer año de una presidencia demócrata, mientras que durante una republicana han subido menos de 2%.
Lea: La zona del euro "ya está en recesión"
Estos resultados positivos no sólo se han registrado durante el período de "luna de miel" del nuevo presidente.
Un estudio en 2006 realizado por Jeremy Siegel, profesor de finanzas de la Universidad de Pensilvania, demostró que entre 1948 y febrero de 2006, los dividendos de las acciones registraron un promedio de 15,3% bajo los demócratas y apenas el 9,5% bajo los republicanos.
El mejor presidente para los mercados resultó ser Bill Clinton. Durante su mandato el índice S&P subió un promedio de 15,2% al año, mientras que el Dow Jones ganó un promedio de 28,3% anuales.
¿Manos atadas?
No obstante, los resultados no serían necesariamente iguales bajo una presidencia de Barack Obama, como lo señala la respuesta de Wall Street este miércoles.
Aunque hay esperanzas generalizadas de que un nuevo rostro en la Casa Blanca le traiga energía y dirección a la solución de los problemas financieros de Estados Unidos, el reportero de asuntos económicos de la BBC, Mark Gregory, dice que las opciones para Obama estarán severamente limitadas por la magnitud de la crisis que hereda.
El déficit presupuestario sin precedentes significa que el nuevo presidente no tendrá la liquidez necesaria para invertir en soluciones. También podría socavar el ambicioso plan de seguro de salud que propuso durante la campaña, dice Gregory.
Obama estará buscando poner más dinero en los bolsillos de las personas de bajos y medianos recursos a través de una reforma tributaria que gravaría más a los de muy altos ingresos, pero lo que eso genere no es tan significativo.
De todas maneras, en algunos aspectos clave de la economía las decisiones importantes ya fueron tomadas por el Congreso hace un mes y el nuevo presidente estará encargado de aplicarlas en lugar de ofrecer nuevas ideas.
El mundo estará atento de lo que pueda hacer Barack Obama con la economía del país, tan crucial para el resto de los mercados.
http://news.bbc.co.uk/
La bolsa de valores de Nueva York reaccionó negativamente a la histórica elección de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos siguiendo la tendencia que registraron los mercados en Europa, aunque Asia cerró al alza.
Aunque no hay certidumbre sobre el éxito que tendrá el presidente electo en sus políticas para contrarrestar la crisis financiera global, los mercados del mundo no se hicieron esperar con la respuesta.
Wall Street tuvo también su jornada histórica, registrando la caída más pronunciada para una sesión después de una elección presidencial.
A pesar de que en la víspera electoral los títulos avanzaron, el miércoles los índices Dow Jones y S&P perdieron más de 5% de su valor.
Poca esperanza
Parece ser que algunos inversionistas no creyeron en el mensaje de esperanza de Obama, convencidos de que el nuevo gobierno demócrata no será capaz de actuar no rapidez para paliar la crisis.
Otros indican que lo ocurrido este miércoles fue una fotocopia más de lo que ha ocurrido en las últimas semanas: a un día de frenéticas compras de acciones (como ocurrió el día de las elecciones) le sigue uno de muchas ventas, alimentando una volatilidad que no ha parado hasta ahora.
En Europa, donde las acciones también habían subido fuertemente el martes en anticipación a la elección presidencial estadounidense, se registraron nuevas caídas ante la sombría perspectiva económica.
El principal índice de Gran Bretaña, el FTSE, bajó 2,3% poniendo fin a una racha de seis sesiones consecutivas con números positivos.
Los otros principales índices europeos, que también habían registrado subidas similares, cayeron en la sesión del miércoles: el Dax de Frankfurt cerró con una pérdida de 2,11% y el Cac de París cayó 1,98%.
Pero no todos los mercados del mundo reaccionaron negativamente.
En Asia se registraron notables alzas en el precio de las acciones como respuesta al resultado electoral y a el movimiento generado el martes en los mercados de Nueva York.
El índice Nikkei de Japón cerró 4,4% arriba, mientras que el Hang Seng de Hong Kong subió 3,2%, el de Singapur 2,6% y el de Australia 2,9%.
Mejor con los demócratas
La baja en Nueva York contradice una tendencia histórica en la que las acciones siempre han prosperado durante las administraciones de presidentes demócratas.
De acuerdo al historiador de la bolsa de valores, David Schwartz, los mercados en EE.UU. han subido en promedio un 10% durante el primer año de una presidencia demócrata, mientras que durante una republicana han subido menos de 2%.
Lea: La zona del euro "ya está en recesión"
Estos resultados positivos no sólo se han registrado durante el período de "luna de miel" del nuevo presidente.
Un estudio en 2006 realizado por Jeremy Siegel, profesor de finanzas de la Universidad de Pensilvania, demostró que entre 1948 y febrero de 2006, los dividendos de las acciones registraron un promedio de 15,3% bajo los demócratas y apenas el 9,5% bajo los republicanos.
El mejor presidente para los mercados resultó ser Bill Clinton. Durante su mandato el índice S&P subió un promedio de 15,2% al año, mientras que el Dow Jones ganó un promedio de 28,3% anuales.
¿Manos atadas?
No obstante, los resultados no serían necesariamente iguales bajo una presidencia de Barack Obama, como lo señala la respuesta de Wall Street este miércoles.
Aunque hay esperanzas generalizadas de que un nuevo rostro en la Casa Blanca le traiga energía y dirección a la solución de los problemas financieros de Estados Unidos, el reportero de asuntos económicos de la BBC, Mark Gregory, dice que las opciones para Obama estarán severamente limitadas por la magnitud de la crisis que hereda.
El déficit presupuestario sin precedentes significa que el nuevo presidente no tendrá la liquidez necesaria para invertir en soluciones. También podría socavar el ambicioso plan de seguro de salud que propuso durante la campaña, dice Gregory.
Obama estará buscando poner más dinero en los bolsillos de las personas de bajos y medianos recursos a través de una reforma tributaria que gravaría más a los de muy altos ingresos, pero lo que eso genere no es tan significativo.
De todas maneras, en algunos aspectos clave de la economía las decisiones importantes ya fueron tomadas por el Congreso hace un mes y el nuevo presidente estará encargado de aplicarlas en lugar de ofrecer nuevas ideas.
El mundo estará atento de lo que pueda hacer Barack Obama con la economía del país, tan crucial para el resto de los mercados.
http://news.bbc.co.uk/