El Senado estadounidense aprobó el jueves la renovación por un año de los beneficios comerciales que su país provee a Colombia y Perú, pero decidieron prolongar sólo por seis meses los beneficios para Bolivia y Ecuador.
El acuerdo es una victoria para el senador republicano Charles Grassley, quien ha manifestado la preocupación por el trato que Bolivia y Ecuador dan a la inversión extranjera y su compromiso con los esfuerzos antinarcóticos estadounidenses.
Se cree que la Cámara de Representantes podría aprobar el acuerdo el viernes.
Los cuatro países andinos cuentan con acceso libre de impuestos hacia Estados Unidos para la mayoría de sus bienes, bajo un programa que busca combatir el narcotráfico en la región.
La semana pasada, el presidente George W. Bush dio inicio a una serie de medidas para suspender los beneficios comerciales para Bolivia, debido a lo que funcionarios estadounidenses calificaron de una pobre cooperación en la lucha contra el comercio ilegal de drogas.
El Gobierno de Bush también ha estado evaluando si utilizar o no su autoridad para suspender a Ecuador del programa.
El lunes, la Cámara de Representantes aprobó unánimemente extender por un año las preferencias comerciales para los cuatro países andinos.
Sin embargo, Grassley bloqueó la aprobación del proyecto en el Senado, que también renovaría un mayor programa de beneficios conocido como Sistema de Preferencias Generalizadas para el año.
Ambos programas comerciales caducarán el próximo 31 de diciembre, en caso de no ser renovados por el Congreso.
ECUADOR ACUSA
En una carta enviada la semana pasada, cinco importantes grupos empresariales señalaron que Estados Unidos debería reconsiderar la permanencia de Ecuador y Bolivia en el programa.
El proyecto del Senado garantiza una extensión de seis meses para Ecuador y Bolivia, pero deja el destino de los beneficios para ambos países en manos de la próxima administración, de acuerdo a un resumen del proyecto dado a conocer por la oficina de Grassley.
Los beneficios para Bolivia concluirán a menos que la Casa Blanca evalúe que La Paz ha cumplido de manera positiva con el criterio del programa. Los beneficios para Ecuador continuarán a menos que el Gobierno estadounidense considere que Quito no está cumpliendo con lo acordado, dijo la oficina de Grassley.
Tras el envío de la carta, Ecuador acusó a la petrolera estadounidense Chevron Corp. de utilizar un litigio que mantienen con comunidades indígenas ecuatorianas para persuadir a las autoridades de su país de que se extienda los beneficios solo por seis meses como una "sanción".
Los indígenas ecuatorianos demandan a Chevron unos 16.000 millones de dólares por daños ambientales producidos durante sus operaciones en el país andino entre 1972 y 1992.
"Lamentablemente, Chevron Texaco ha estado haciendo lobby para sancionar a Ecuador con una extensión de apenas seis meses", dijo el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en un comunicado.
Pero, la campaña de Chevron no habría dado resultados en el Senado, según la Cancillería ecuatoriana, que argumentó que la extensión para Ecuador sería por un año, al igual que para Colombia y Perú, debido a su lucha contra el narcotráfico.
El Gobierno de Bush ha intentado presionar para la renovación de los beneficios con Colombia y Perú hasta que los acuerdos de libre comercio con ambos países entren formalmente en vigencia.
El Congreso aprobó el año pasado el acuerdo con Perú, pero el tratado aún no entra en vigencia. Los demócratas, mayoría en el Congreso, han señalado que no aceptarán el pacto con Colombia hasta que el país andino eleve sus esfuerzos para detener los asesinatos de líderes sindicalistas.
Por Doug Palmer
Fuente: Reuters
El acuerdo es una victoria para el senador republicano Charles Grassley, quien ha manifestado la preocupación por el trato que Bolivia y Ecuador dan a la inversión extranjera y su compromiso con los esfuerzos antinarcóticos estadounidenses.
Se cree que la Cámara de Representantes podría aprobar el acuerdo el viernes.
Los cuatro países andinos cuentan con acceso libre de impuestos hacia Estados Unidos para la mayoría de sus bienes, bajo un programa que busca combatir el narcotráfico en la región.
La semana pasada, el presidente George W. Bush dio inicio a una serie de medidas para suspender los beneficios comerciales para Bolivia, debido a lo que funcionarios estadounidenses calificaron de una pobre cooperación en la lucha contra el comercio ilegal de drogas.
El Gobierno de Bush también ha estado evaluando si utilizar o no su autoridad para suspender a Ecuador del programa.
El lunes, la Cámara de Representantes aprobó unánimemente extender por un año las preferencias comerciales para los cuatro países andinos.
Sin embargo, Grassley bloqueó la aprobación del proyecto en el Senado, que también renovaría un mayor programa de beneficios conocido como Sistema de Preferencias Generalizadas para el año.
Ambos programas comerciales caducarán el próximo 31 de diciembre, en caso de no ser renovados por el Congreso.
ECUADOR ACUSA
En una carta enviada la semana pasada, cinco importantes grupos empresariales señalaron que Estados Unidos debería reconsiderar la permanencia de Ecuador y Bolivia en el programa.
El proyecto del Senado garantiza una extensión de seis meses para Ecuador y Bolivia, pero deja el destino de los beneficios para ambos países en manos de la próxima administración, de acuerdo a un resumen del proyecto dado a conocer por la oficina de Grassley.
Los beneficios para Bolivia concluirán a menos que la Casa Blanca evalúe que La Paz ha cumplido de manera positiva con el criterio del programa. Los beneficios para Ecuador continuarán a menos que el Gobierno estadounidense considere que Quito no está cumpliendo con lo acordado, dijo la oficina de Grassley.
Tras el envío de la carta, Ecuador acusó a la petrolera estadounidense Chevron Corp. de utilizar un litigio que mantienen con comunidades indígenas ecuatorianas para persuadir a las autoridades de su país de que se extienda los beneficios solo por seis meses como una "sanción".
Los indígenas ecuatorianos demandan a Chevron unos 16.000 millones de dólares por daños ambientales producidos durante sus operaciones en el país andino entre 1972 y 1992.
"Lamentablemente, Chevron Texaco ha estado haciendo lobby para sancionar a Ecuador con una extensión de apenas seis meses", dijo el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en un comunicado.
Pero, la campaña de Chevron no habría dado resultados en el Senado, según la Cancillería ecuatoriana, que argumentó que la extensión para Ecuador sería por un año, al igual que para Colombia y Perú, debido a su lucha contra el narcotráfico.
El Gobierno de Bush ha intentado presionar para la renovación de los beneficios con Colombia y Perú hasta que los acuerdos de libre comercio con ambos países entren formalmente en vigencia.
El Congreso aprobó el año pasado el acuerdo con Perú, pero el tratado aún no entra en vigencia. Los demócratas, mayoría en el Congreso, han señalado que no aceptarán el pacto con Colombia hasta que el país andino eleve sus esfuerzos para detener los asesinatos de líderes sindicalistas.
Por Doug Palmer
Fuente: Reuters
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