El Ejército peruano dijo el viernes que intensificará acciones para acabar con los remanentes de Sendero Luminoso, cuyos últimos enfrentamientos dejaron cinco rebeldes muertos y, según organismos de derechos humanos, al menos 11 desaparecidos.
Los militares iniciaron a mediados de agosto una operación en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), en los Andes del sur de Perú, considerado como uno de los últimos bastiones de los rebeldes y donde actúan en alianza con el narcotráfico.
"La campaña (contra Sendero) va mucho mejor de lo que esperábamos. Estamos recuperando sectores que habían permanecido, por años, bajo control terrorista", dijo el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas peruanas, Otto Guibovich, en una conferencia con la prensa extranjera.
El oficial afirmó que Sendero Luminoso tendría unos 300 combatientes armados dispersos en los Andes y selva del país, en zonas pobres donde campesinos se dedican básicamente al cultivo de hoja de coca, base para la elaboración de cocaína.
Perú es el segundo mayor productor mundial de cocaína, después de Colombia.
"No hemos entrado para hacerlos correr, sino para quedarnos. La presencia de Sendero en esta zona se acabó", dijo Guibovich, al comentar una incursión militar en la zona llamada Vizcatán, ubicada en el VRAE.
Sendero Luminoso, de ideología maoísta, libró una guerra de más de dos décadas contra el Estado peruano que dejó 69.000 muertos o desaparecidos, la mayoría de ellos civiles, según informe de una comisión que investigó la violencia interna.
Desde la captura en 1992 de su líder y fundador, Abimael Guzmán, el grupo guerrillero disminuyó su accionar y se refugió en lugares remotos del país, donde realiza ataques a la policía que combate a los rebeldes y el narcotráfico.
En el valle del Huallaga, en la región de Huánuco, opera el "camarada Artemio" y en el VRAE, en la región de Ayacucho, los "hermanos Quispe Palomino", según información militar.
La organización local de derechos humanos, APRODEH, dijo que una pobladora de la provincia andina de Huanta, en Ayacucho, denunció la desaparición de 11 personas tras una incursión militar el 14 de septiembre.
"No hay secuestros ni detenciones arbitrarias", dijo sin embargo Guibovich.
La denuncia fue acogida por la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público, cuyos funcionarios se encuentran en la zona de Huanta recabando información.
Yuber Alarcón, abogado de la mujer que denunció la desaparición de personas, dijo a Reuters que su patrocinada se encuentra escondida porque "recibe amenazas contra su vida".
Entre tanto, tres legisladores de oposición viajaron a la zona de conflicto para esclarecer los hechos.
"La versión del Gobierno no es creíble. Lo más probable es que se haya atacado poblados con personas inocentes que se dedican a la agricultura y la madera", dijo la legisladora Juana Huancahuari, de la región de Ayacucho, donde se fundó y se inició la guerrilla de Sendero Luminoso en 1980.
(Reporte de Diego Oré, Editado por Maria Pia Palermo)
Fuente: reuters
Los militares iniciaron a mediados de agosto una operación en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), en los Andes del sur de Perú, considerado como uno de los últimos bastiones de los rebeldes y donde actúan en alianza con el narcotráfico.
"La campaña (contra Sendero) va mucho mejor de lo que esperábamos. Estamos recuperando sectores que habían permanecido, por años, bajo control terrorista", dijo el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas peruanas, Otto Guibovich, en una conferencia con la prensa extranjera.
El oficial afirmó que Sendero Luminoso tendría unos 300 combatientes armados dispersos en los Andes y selva del país, en zonas pobres donde campesinos se dedican básicamente al cultivo de hoja de coca, base para la elaboración de cocaína.
Perú es el segundo mayor productor mundial de cocaína, después de Colombia.
"No hemos entrado para hacerlos correr, sino para quedarnos. La presencia de Sendero en esta zona se acabó", dijo Guibovich, al comentar una incursión militar en la zona llamada Vizcatán, ubicada en el VRAE.
Sendero Luminoso, de ideología maoísta, libró una guerra de más de dos décadas contra el Estado peruano que dejó 69.000 muertos o desaparecidos, la mayoría de ellos civiles, según informe de una comisión que investigó la violencia interna.
Desde la captura en 1992 de su líder y fundador, Abimael Guzmán, el grupo guerrillero disminuyó su accionar y se refugió en lugares remotos del país, donde realiza ataques a la policía que combate a los rebeldes y el narcotráfico.
En el valle del Huallaga, en la región de Huánuco, opera el "camarada Artemio" y en el VRAE, en la región de Ayacucho, los "hermanos Quispe Palomino", según información militar.
La organización local de derechos humanos, APRODEH, dijo que una pobladora de la provincia andina de Huanta, en Ayacucho, denunció la desaparición de 11 personas tras una incursión militar el 14 de septiembre.
"No hay secuestros ni detenciones arbitrarias", dijo sin embargo Guibovich.
La denuncia fue acogida por la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público, cuyos funcionarios se encuentran en la zona de Huanta recabando información.
Yuber Alarcón, abogado de la mujer que denunció la desaparición de personas, dijo a Reuters que su patrocinada se encuentra escondida porque "recibe amenazas contra su vida".
Entre tanto, tres legisladores de oposición viajaron a la zona de conflicto para esclarecer los hechos.
"La versión del Gobierno no es creíble. Lo más probable es que se haya atacado poblados con personas inocentes que se dedican a la agricultura y la madera", dijo la legisladora Juana Huancahuari, de la región de Ayacucho, donde se fundó y se inició la guerrilla de Sendero Luminoso en 1980.
(Reporte de Diego Oré, Editado por Maria Pia Palermo)
Fuente: reuters
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