CRECIMIENTO ACELERADO
AL 2007 LIMA ERA ATENDIDA POR 86 SUPERMERCADOS. UN EJERCICIO DE LA CONSULTORA MÉTRICA PREVÉ QUE LA CAPITAL PODRÍA ALBERGAR 400
Julio Luque y Fernando Chiappe, directores de la consultora Métrica, aún son optimistas. Y es que tratándose de la industria de los supermercados y viendo sus antecedentes recientes, no hay lugar para el pesimismo. Un crecimiento de 58% en sus ventas entre el 2002 y el 2007, de 62% en su área de ventas y 39 tiendas más en el mismo período hablan de una industria que solo sabe de crecer en los últimos cinco años.
Pero ese crecimiento daría para más. Un ejercicio planteado por Chiappe y presentado en el seminario Plan Comercial 2009, organizado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), propone un escenario de lo más desafiante. Proyectando el número de manzanas, habitantes y poder de compra de un distrito bien atendido por el supermercadismo, como San Isidro, a otras zonas de Lima, la capital podría pasar a albergar entre 400 y 1.000 supermercados.
El límite inferior se obtuvo al proyectar el ratio de poder de compra por supermercado; mientras que el superior, al usar los indicadores restantes.
Con ello, no extraña que el Centro de Investigación Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima haya estimado que las inversiones de los protagonistas de este dinámico sector (las chilenas Cencosud y Falabella, y la nacional Supermercados Peruanos) superarían los US$200 millones este año.
¿Qué implicaría un crecimiento de este tipo? Chiappe no tarda en responder. "Lima tiene hoy más de 50 proyectos comerciales anunciados y en marcha. Con ese nivel de inversión, en los próximos cinco a diez años, este canal de distribución será realmente importante y por fin podrá haber una migración del canal tradicional (bodegas y mercados) hacia el moderno".
Luque, por su parte, también habla de un hecho inevitable fruto de este crecimiento: un mayor enfrentamiento entre los productores de bienes de consumo masivo, guardianes de sus marcas, y los supermercados. Con ese alcance y un mayor contacto con los consumidores, por fin su propuesta de marcas propias podría despegar y representar una seria amenaza para las empresas de consumo masivo.
Será interesante ver este despliegue y si se cumplen estos vaticinios.
www.elcomercio.com.pe
AL 2007 LIMA ERA ATENDIDA POR 86 SUPERMERCADOS. UN EJERCICIO DE LA CONSULTORA MÉTRICA PREVÉ QUE LA CAPITAL PODRÍA ALBERGAR 400
Julio Luque y Fernando Chiappe, directores de la consultora Métrica, aún son optimistas. Y es que tratándose de la industria de los supermercados y viendo sus antecedentes recientes, no hay lugar para el pesimismo. Un crecimiento de 58% en sus ventas entre el 2002 y el 2007, de 62% en su área de ventas y 39 tiendas más en el mismo período hablan de una industria que solo sabe de crecer en los últimos cinco años.
Pero ese crecimiento daría para más. Un ejercicio planteado por Chiappe y presentado en el seminario Plan Comercial 2009, organizado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), propone un escenario de lo más desafiante. Proyectando el número de manzanas, habitantes y poder de compra de un distrito bien atendido por el supermercadismo, como San Isidro, a otras zonas de Lima, la capital podría pasar a albergar entre 400 y 1.000 supermercados.
El límite inferior se obtuvo al proyectar el ratio de poder de compra por supermercado; mientras que el superior, al usar los indicadores restantes.
Con ello, no extraña que el Centro de Investigación Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima haya estimado que las inversiones de los protagonistas de este dinámico sector (las chilenas Cencosud y Falabella, y la nacional Supermercados Peruanos) superarían los US$200 millones este año.
¿Qué implicaría un crecimiento de este tipo? Chiappe no tarda en responder. "Lima tiene hoy más de 50 proyectos comerciales anunciados y en marcha. Con ese nivel de inversión, en los próximos cinco a diez años, este canal de distribución será realmente importante y por fin podrá haber una migración del canal tradicional (bodegas y mercados) hacia el moderno".
Luque, por su parte, también habla de un hecho inevitable fruto de este crecimiento: un mayor enfrentamiento entre los productores de bienes de consumo masivo, guardianes de sus marcas, y los supermercados. Con ese alcance y un mayor contacto con los consumidores, por fin su propuesta de marcas propias podría despegar y representar una seria amenaza para las empresas de consumo masivo.
Será interesante ver este despliegue y si se cumplen estos vaticinios.
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