Una buena noticia, en medio de la preocupación que genera la absurda crisis que hoy agobia al mundo entero: el Banco Central de Reserva elevó su proyección de crecimiento para el presente año, de 8.0% a 9.3%.
La previsión del instituto emisor no hace más que corroborar lo que las cifras oficiales vienen mostrando: una expansión acumulada del PBI de 9.92% entre enero y agosto. La demanda interna sigue fuerte e impide que la economía se desacelere. Uno de sus componentes, la inversión privada, sigue creciendo velozmente, y acelerando, a tal punto que se prevé que al cerrar el año habrá alcanzado una impresionante tasa de expansión de casi 27%, superior a la ya notable tasa de 20% del año previo.
Un cierre anual del PBI de 9.3% parece, pues, totalmente viable. Más aún con las medidas recientemente dictadas (de reducción del encaje), que buscan impedir que la liquidez, indispensable para el flujo crediticio, sufra menoscabo.
Como vemos, en medio de la tormenta, nuestro país sigue manteniendo un buen rumbo. Según el FMI, en el 2009 se expandirá 7%, manteniéndose, junto con Panamá, como uno de los líderes del crecimiento. No hay que perder la fe, ni dejar que cunda el pesimismo, aunque a veces las noticias de la volátil bolsa inquieten un poco. Cuando un país tiene buenos fundamentos macroeconómicos, como los tiene hoy el Perú, las crisis externas, por muy severas que sean, no alcanzan a dañar sus bases.
La previsión del instituto emisor no hace más que corroborar lo que las cifras oficiales vienen mostrando: una expansión acumulada del PBI de 9.92% entre enero y agosto. La demanda interna sigue fuerte e impide que la economía se desacelere. Uno de sus componentes, la inversión privada, sigue creciendo velozmente, y acelerando, a tal punto que se prevé que al cerrar el año habrá alcanzado una impresionante tasa de expansión de casi 27%, superior a la ya notable tasa de 20% del año previo.
Un cierre anual del PBI de 9.3% parece, pues, totalmente viable. Más aún con las medidas recientemente dictadas (de reducción del encaje), que buscan impedir que la liquidez, indispensable para el flujo crediticio, sufra menoscabo.
Como vemos, en medio de la tormenta, nuestro país sigue manteniendo un buen rumbo. Según el FMI, en el 2009 se expandirá 7%, manteniéndose, junto con Panamá, como uno de los líderes del crecimiento. No hay que perder la fe, ni dejar que cunda el pesimismo, aunque a veces las noticias de la volátil bolsa inquieten un poco. Cuando un país tiene buenos fundamentos macroeconómicos, como los tiene hoy el Perú, las crisis externas, por muy severas que sean, no alcanzan a dañar sus bases.