En las fiestas de quince, las quinces, se celebra el paso de la quinceañera de niña a mujer, la entrada social en la edad adulta, organizando una fiesta con tal cantidad de detalles que puede llegar incluso a rivalizar con otros eventos más trascendentes como por ejemplo la propia boda:
Se presta especial cuidado en la elección del vestido que lucirá la quinceañera que suele ser en tonos pastel, muy frecuentemente de color rosa. Lucirá igualmente un elaborado ramo de flores, y en ocasiones una pequeña corona o diadema. En muchos lugares las fiestas de quince años se convierten en el lugar en el que la chica se pondrá por primera vez unos zapatos de tacón. Se prepararán también bonitas invitaciones para la fiesta. Y con frecuencia se alquilará un salón o local en el que celebrarla, incluso con su propia orquesta de música en directo. El baile es un elemento indispensable en el que un vals marcará su inicio. Habrá también un servicio de catering o incluso un pequeño banquete.
Como podemos ver se trata de una celebración que, dejándose llevar por el entusiasmo, puede llegar a ser un pequeño quebranto para la economía familiar. El factor social es sumamente importante en las fiestas de quince años, tanto por la presión que siente la chica por lograr una fiesta igual o superior a la que hayan tenido sus amigas, como por el intento por parte de los padres por ofrecer a su hija aquella fiesta que quizá ellos no pudieron tener. El resultado es que en la organización de las fiestas de quince años se invierten una buena cantidad de recursos económicos.
Se presta especial cuidado en la elección del vestido que lucirá la quinceañera que suele ser en tonos pastel, muy frecuentemente de color rosa. Lucirá igualmente un elaborado ramo de flores, y en ocasiones una pequeña corona o diadema. En muchos lugares las fiestas de quince años se convierten en el lugar en el que la chica se pondrá por primera vez unos zapatos de tacón. Se prepararán también bonitas invitaciones para la fiesta. Y con frecuencia se alquilará un salón o local en el que celebrarla, incluso con su propia orquesta de música en directo. El baile es un elemento indispensable en el que un vals marcará su inicio. Habrá también un servicio de catering o incluso un pequeño banquete.
Como podemos ver se trata de una celebración que, dejándose llevar por el entusiasmo, puede llegar a ser un pequeño quebranto para la economía familiar. El factor social es sumamente importante en las fiestas de quince años, tanto por la presión que siente la chica por lograr una fiesta igual o superior a la que hayan tenido sus amigas, como por el intento por parte de los padres por ofrecer a su hija aquella fiesta que quizá ellos no pudieron tener. El resultado es que en la organización de las fiestas de quince años se invierten una buena cantidad de recursos económicos.
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