El retail emerge con todo. Modelos de negocios de calidad mundial. Los esfuerzos para llegar a ser global. Búsqueda de la eficiencia. Un sector financiero sofisticado. Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del ranking sobre los grupos empresariales más relevantes de Chile. Una radiografía que revela en profundidad el estado del emprendimiento en el país.
1. Internacionalización: Modelos de negocios de clase mundial
Por años se pensó en economía que lo único que se podía exportar eran los productos. Hoy es evidente que también se pueden exportar los modelos de negocios. Es decir, se puede exportar la forma distintiva de una empresa de crearles valor a sus consumidores. Si miran con cuidado, verán que cada uno de los principales grupos empresariales chilenos tiene un modelo de negocios único, que determina una ventaja competitiva clara, lo que les asegura un crecimiento tanto dentro como fuera del país.
Estos modelos responden a la visión y a la capacidad emprendedora de sus líderes y los ejecutivos guiados por ellos. De hecho no debe sorprendernos que nuestras empresas de retail se expandan y logren espacios frente a gigantes internacionales como Wal-Mart y Carrefour. O que mientras la mayoría de las líneas aéreas pierden dinero, LAN es la principal -o una- de las principales en Latinoamérica. O que nuestras empresas forestales sean de las más importantes del globo. O que nuestras empresas mineras estén explorando en África o Asia.
2. Plataforma de empresas globalizadas
El mismo fenómeno anterior está consiguiendo lo que no se pudo lograr con MKI y MKII: Chile se transforma paulatinamente en el lugar donde se sitúan las casas matrices de empresas globalizadas (o en vías de serlo).
Solo tómese en consideración dónde están las operaciones de Antofagasta Minerals, LAN, Falabella o Cencosud, por mencionar sólo algunas.
3. El fenómeno del retail: los nuevos bancos
El modelo de negocios de los grandes retailers chilenos merece mención especial. Tomemos el caso de Falabella, que pasó del quinto lugar al segundo entre el ranking 2006 y el 2007, con una creación de valor de 40% sobre su patrimonio, y la generación de 10.000 nuevos puestos de trabajo.
¿Cómo logra hacer eso? La respuesta es simple y estamos tan acostumbrados a verla que se nos pasa de largo. Falabella y casi todas las empresas de retail del mundo ofrecen productos de buena calidad a precios razonables. Pero los retailers en Chile ofrecen algo más: crédito. Existe la tentación de pensar que esto es así en todo el mundo, pero es al revés. Esto es propio de las empresas chilenas. De hecho este modelo de negocios fue inventado por la norteamericana Sears, quien creó su tarjeta de crédito Discovery. Pero en 1970 decidió venderla al Bank of America. Poca visión. Hoy, que la competencia es muy fuerte y los márgenes escasos, el aporte del crédito es significativo en la capacidad de nuestros retailers para crear valor. Esto no es fácilmente copiable. Se requieren décadas para poner a punto un sistema que es capaz de identificar un producto de diseño en Europa, producirlo en Asia, distribuirlo en toda Latinoamérica, y -al mismo tiempo- ser capaz de darle crédito a millones de personas, muchas de las cuales no podrían acceder a ellos de otra forma. Esto es tan significativo que incluso algunos bancos están intentando copiar este sistema (¿se acuerdan de la "guerra del plasma"?).
Valga decir que los dos mayores retailers -Falabella y Cencosud- pertenecen ahora al selecto grupo de los cinco más grandes de Latinoamérica. Otro dato importante: el 26% de la suma total de los patrimonios de los mayores grupos empresariales chilenos se concentra en este sector, básicamente asociados a grandes tiendas y supermercados, con participación notable en la creación de malls, que han revolucionado no sólo la economía sino también el comportamiento del consumidor chileno. De hecho, cada uno de los dos gigantes del retail chileno crea anualmente valor por más del 30% de su patrimonio. Cada uno maneja activos superiores a los US$ 7 billones. Venden anualmente casi US$ 6 billones, en el caso de Falabella, y más de US$ 7 billones en el caso de Cencosud. Y, lo más notable en términos del crecimiento económico, es que ellos dos dan empleo a casi 150.000 trabajadores. Si agregamos a los grupos Ibáñez y Calderón, que también pertenecen al sector, sumaremos más de 200.000 trabajadores, y como el desempleo en Chile afecta a 550.000 trabajadores, si fuera posible duplicar a estos gigantes ¡el desempleo se reduciría en casi la mitad! ¿Cuál es la clave para lograrlo? Replicar a los responsables de este notable crecimiento, que son los empresarios y ejecutivos clave. Tan sólo identificando a un par de notables emprendedores entre los 16 millones de chilenos, se haría una gran contribución en términos de crecimiento económico y de empleo.
4. Sofisticación financiera
La creación de las AFP en Chile en los 80 generó un fenómeno de mucha mayor trascendencia que lo que se visualiza a primera vista. A principios de los 90 atrajeron a nuestro país a analistas financieros de clase mundial. Esa capacidad quedó aquí. Recuerden los ADR y los yankee y century bonds, palabras comunes en esa década. Esas mismas capacidades -hoy potenciadas- están presentes en todos los servicios financieros. Tanto en banca, compañías de seguros, administración de activos, AFP, créditos hipotecarios, créditos de multitiendas, etc. Esto ha permitido crear una industria sosfisticada, capaz de crear nuevos instrumentos y competir de igual a igual con la banca internacional en los mercados financieros más sofisticados del mundo.
5. ¿Qué pasa en la minería?
Es notable que dentro de los diez mayores grupos empresariales chilenos haya sólo uno que podamos clasificar como minero: el Grupo Luksic, que es también el primero en el ranking de relevancia.
¿Por qué no hay más? Tal vez se debe a que este negocio requiere no sólo de grandes capitales, sino que de capacidades especiales para entenderlo y ser exitoso en él.
6. Puedes limitar sus mercados, pero no sus ganas de emprender
Los grandes grupos empresariales chilenos se expanden. Tienen filiales en Miami, Bogotá, Quito, Lima, Buenos Aires, Hamburgo, Londres.
Detrás de esto hay dos fundamentos. El primero -y más tradicional- es justificarlo como parte de un proceso de expansión natural del negocio, debido a lo reducido del mercado nacional y lo atractivo de los nuevos mercados.
El segundo elemento -y mucho más relevante y escondido- es que el proceso de reformas microeconómicas en Chile está tan atrasado, lo que obliga a nuestros emprendedores de clase mundial a desplegar sus capacidades emprendedoras fuera del país. No olvidemos que las capacidades emprendedoras no conocen fronteras. En suma, la expansión natural del negocio se suma a las dificultades de emprender en Chile y …voilà: la capacidad emprendedora se ve obligada a buscar nuevos mercados.
7. Éramos, somos y seremos mineros, comerciantes, agricultores, banqueros y navieros
Apellidos como Cousiño, Ibáñez, Baburizza, Edwards, etc. -todos famosos en el siglo XIX- amasaron sus fortunas asociados a la minería, los servicios financieros, las grandes estancias, el comercio y las empresas navieras. Todo de clase mundial y con sede en Valparaíso, al lado de los más importantes mercados.
Hoy, básicamente, son las mismas áreas o sectores los más importantes. La diferencia es que ahora no son personas, sino que grupos empresariales, muchos formados por varias familias. Y que han pasado casi 100 años. Durante dicha centuria tratamos de "mover el país hacia el desarrollo", hacia la industria sustituidora de exportaciones y forzamos a la capacidad
emprendedora a girar hacia otros mercados e industrias donde no están nuestras grandes capacidades. De hecho solamente en los últimos 20 años hemos vuelto a nuestra senda original. En los mismos sectores en los que somos buenos desde siempre. ¿Qué habría sido de la economía chilena si hubiéramos seguido sin desviarnos del camino durante el siglo XX?
Más aún: los sectores económicos en que hoy se concentran los patrimonios de los mayores grupos empresariales son básicamente tres: comercio, energía y combustibles, y minería, alcanzando más de un 60% de la suma de patrimonios de los 24 grupos analizados. Es particularmente destacable el sector retail, que concentra a cuatro de estos grupos: tres de ellos se sitúan dentro de los primeros cinco lugares del ranking.
8. Buscando la eficiencia
La globalización ha hecho que estos grupos económicos busquen la eficiencia, simplificando el control de sus empresas. Para ello han pasado de tener muchas firmas, a sólo una o dos, de acuerdo a su necesidad. En el caso del Grupo Luksic, esta búsqueda llevó a una reorganización que le permitió a Quiñenco un mejor acceso al mercado de capitales desde que pasó a controlar todas las inversiones financieras e industriales del grupo (más de US$ 30 billones en activos). Aquellas inversiones relacionadas a la minería están bajo el control de Antofagasta Minerals.
La búsqueda de eficiencia determina la formación de grandes empresas, como en este caso.
9. Creadores de empleo
Estos grupos empresariales son importantes generadores de empleo, tanto directo como indirecto. Esto es muy importante: el empleo directo de los 24 grupos más importantes suma casi 400 mil puestos de trabajo de calidad.
10. D&S + Bci ¿por qué no?
Cada vez más nos enfrentamos a una nueva realidad en la forma en que se relacionan las distintas empresas: las fusiones. La necesidad de aprovechar sinergias y las nuevas formas de control, junto a la incansable creatividad de los emprendedores, les hace generar no sólo fusiones entre sus propias firmas sino también con aquellas con las cuales convergen. Y estas compañías con las cuales convergen no son sólo chilenas, sino también internacionales.
¿Cuáles serán los próximos en fusionarse? ¿Buscarán empresas dentro de Chile o fuera de él para mejorar su performance? ¿Puede ser D&S y Bci, por ejemplo? Hoy es un fenómeno posible ya que los negocios de ambos convergen cada vez más.
Nos mantendremos atentos tanto a su creatividad como a los movimientos en los mercados financieros que ello genera.
11. Los ausentes
Es importante mencionar que este ranking se hizo sobre la base de información pública, por lo que algunos conocidos grupos que no cotizan en Bolsa no pudieron ser incluidos. Así grupos como Von Appen, Schiess, Matetic, Agrosuper, Pathfinder, por mencionar sólo a algunos, quedaron fuera. También es importante considerar que estas empresas han logrado desarrollarse sin tener que recurrir al mercado de capitales ¿cómo serían si lo hubieran hecho? O lo que es lo mismo ¿por qué no lo han hecho?.
1. Internacionalización: Modelos de negocios de clase mundial
Por años se pensó en economía que lo único que se podía exportar eran los productos. Hoy es evidente que también se pueden exportar los modelos de negocios. Es decir, se puede exportar la forma distintiva de una empresa de crearles valor a sus consumidores. Si miran con cuidado, verán que cada uno de los principales grupos empresariales chilenos tiene un modelo de negocios único, que determina una ventaja competitiva clara, lo que les asegura un crecimiento tanto dentro como fuera del país.
Estos modelos responden a la visión y a la capacidad emprendedora de sus líderes y los ejecutivos guiados por ellos. De hecho no debe sorprendernos que nuestras empresas de retail se expandan y logren espacios frente a gigantes internacionales como Wal-Mart y Carrefour. O que mientras la mayoría de las líneas aéreas pierden dinero, LAN es la principal -o una- de las principales en Latinoamérica. O que nuestras empresas forestales sean de las más importantes del globo. O que nuestras empresas mineras estén explorando en África o Asia.
2. Plataforma de empresas globalizadas
El mismo fenómeno anterior está consiguiendo lo que no se pudo lograr con MKI y MKII: Chile se transforma paulatinamente en el lugar donde se sitúan las casas matrices de empresas globalizadas (o en vías de serlo).
Solo tómese en consideración dónde están las operaciones de Antofagasta Minerals, LAN, Falabella o Cencosud, por mencionar sólo algunas.
3. El fenómeno del retail: los nuevos bancos
El modelo de negocios de los grandes retailers chilenos merece mención especial. Tomemos el caso de Falabella, que pasó del quinto lugar al segundo entre el ranking 2006 y el 2007, con una creación de valor de 40% sobre su patrimonio, y la generación de 10.000 nuevos puestos de trabajo.
¿Cómo logra hacer eso? La respuesta es simple y estamos tan acostumbrados a verla que se nos pasa de largo. Falabella y casi todas las empresas de retail del mundo ofrecen productos de buena calidad a precios razonables. Pero los retailers en Chile ofrecen algo más: crédito. Existe la tentación de pensar que esto es así en todo el mundo, pero es al revés. Esto es propio de las empresas chilenas. De hecho este modelo de negocios fue inventado por la norteamericana Sears, quien creó su tarjeta de crédito Discovery. Pero en 1970 decidió venderla al Bank of America. Poca visión. Hoy, que la competencia es muy fuerte y los márgenes escasos, el aporte del crédito es significativo en la capacidad de nuestros retailers para crear valor. Esto no es fácilmente copiable. Se requieren décadas para poner a punto un sistema que es capaz de identificar un producto de diseño en Europa, producirlo en Asia, distribuirlo en toda Latinoamérica, y -al mismo tiempo- ser capaz de darle crédito a millones de personas, muchas de las cuales no podrían acceder a ellos de otra forma. Esto es tan significativo que incluso algunos bancos están intentando copiar este sistema (¿se acuerdan de la "guerra del plasma"?).
Valga decir que los dos mayores retailers -Falabella y Cencosud- pertenecen ahora al selecto grupo de los cinco más grandes de Latinoamérica. Otro dato importante: el 26% de la suma total de los patrimonios de los mayores grupos empresariales chilenos se concentra en este sector, básicamente asociados a grandes tiendas y supermercados, con participación notable en la creación de malls, que han revolucionado no sólo la economía sino también el comportamiento del consumidor chileno. De hecho, cada uno de los dos gigantes del retail chileno crea anualmente valor por más del 30% de su patrimonio. Cada uno maneja activos superiores a los US$ 7 billones. Venden anualmente casi US$ 6 billones, en el caso de Falabella, y más de US$ 7 billones en el caso de Cencosud. Y, lo más notable en términos del crecimiento económico, es que ellos dos dan empleo a casi 150.000 trabajadores. Si agregamos a los grupos Ibáñez y Calderón, que también pertenecen al sector, sumaremos más de 200.000 trabajadores, y como el desempleo en Chile afecta a 550.000 trabajadores, si fuera posible duplicar a estos gigantes ¡el desempleo se reduciría en casi la mitad! ¿Cuál es la clave para lograrlo? Replicar a los responsables de este notable crecimiento, que son los empresarios y ejecutivos clave. Tan sólo identificando a un par de notables emprendedores entre los 16 millones de chilenos, se haría una gran contribución en términos de crecimiento económico y de empleo.
4. Sofisticación financiera
La creación de las AFP en Chile en los 80 generó un fenómeno de mucha mayor trascendencia que lo que se visualiza a primera vista. A principios de los 90 atrajeron a nuestro país a analistas financieros de clase mundial. Esa capacidad quedó aquí. Recuerden los ADR y los yankee y century bonds, palabras comunes en esa década. Esas mismas capacidades -hoy potenciadas- están presentes en todos los servicios financieros. Tanto en banca, compañías de seguros, administración de activos, AFP, créditos hipotecarios, créditos de multitiendas, etc. Esto ha permitido crear una industria sosfisticada, capaz de crear nuevos instrumentos y competir de igual a igual con la banca internacional en los mercados financieros más sofisticados del mundo.
5. ¿Qué pasa en la minería?
Es notable que dentro de los diez mayores grupos empresariales chilenos haya sólo uno que podamos clasificar como minero: el Grupo Luksic, que es también el primero en el ranking de relevancia.
¿Por qué no hay más? Tal vez se debe a que este negocio requiere no sólo de grandes capitales, sino que de capacidades especiales para entenderlo y ser exitoso en él.
6. Puedes limitar sus mercados, pero no sus ganas de emprender
Los grandes grupos empresariales chilenos se expanden. Tienen filiales en Miami, Bogotá, Quito, Lima, Buenos Aires, Hamburgo, Londres.
Detrás de esto hay dos fundamentos. El primero -y más tradicional- es justificarlo como parte de un proceso de expansión natural del negocio, debido a lo reducido del mercado nacional y lo atractivo de los nuevos mercados.
El segundo elemento -y mucho más relevante y escondido- es que el proceso de reformas microeconómicas en Chile está tan atrasado, lo que obliga a nuestros emprendedores de clase mundial a desplegar sus capacidades emprendedoras fuera del país. No olvidemos que las capacidades emprendedoras no conocen fronteras. En suma, la expansión natural del negocio se suma a las dificultades de emprender en Chile y …voilà: la capacidad emprendedora se ve obligada a buscar nuevos mercados.
7. Éramos, somos y seremos mineros, comerciantes, agricultores, banqueros y navieros
Apellidos como Cousiño, Ibáñez, Baburizza, Edwards, etc. -todos famosos en el siglo XIX- amasaron sus fortunas asociados a la minería, los servicios financieros, las grandes estancias, el comercio y las empresas navieras. Todo de clase mundial y con sede en Valparaíso, al lado de los más importantes mercados.
Hoy, básicamente, son las mismas áreas o sectores los más importantes. La diferencia es que ahora no son personas, sino que grupos empresariales, muchos formados por varias familias. Y que han pasado casi 100 años. Durante dicha centuria tratamos de "mover el país hacia el desarrollo", hacia la industria sustituidora de exportaciones y forzamos a la capacidad
emprendedora a girar hacia otros mercados e industrias donde no están nuestras grandes capacidades. De hecho solamente en los últimos 20 años hemos vuelto a nuestra senda original. En los mismos sectores en los que somos buenos desde siempre. ¿Qué habría sido de la economía chilena si hubiéramos seguido sin desviarnos del camino durante el siglo XX?
Más aún: los sectores económicos en que hoy se concentran los patrimonios de los mayores grupos empresariales son básicamente tres: comercio, energía y combustibles, y minería, alcanzando más de un 60% de la suma de patrimonios de los 24 grupos analizados. Es particularmente destacable el sector retail, que concentra a cuatro de estos grupos: tres de ellos se sitúan dentro de los primeros cinco lugares del ranking.
8. Buscando la eficiencia
La globalización ha hecho que estos grupos económicos busquen la eficiencia, simplificando el control de sus empresas. Para ello han pasado de tener muchas firmas, a sólo una o dos, de acuerdo a su necesidad. En el caso del Grupo Luksic, esta búsqueda llevó a una reorganización que le permitió a Quiñenco un mejor acceso al mercado de capitales desde que pasó a controlar todas las inversiones financieras e industriales del grupo (más de US$ 30 billones en activos). Aquellas inversiones relacionadas a la minería están bajo el control de Antofagasta Minerals.
La búsqueda de eficiencia determina la formación de grandes empresas, como en este caso.
9. Creadores de empleo
Estos grupos empresariales son importantes generadores de empleo, tanto directo como indirecto. Esto es muy importante: el empleo directo de los 24 grupos más importantes suma casi 400 mil puestos de trabajo de calidad.
10. D&S + Bci ¿por qué no?
Cada vez más nos enfrentamos a una nueva realidad en la forma en que se relacionan las distintas empresas: las fusiones. La necesidad de aprovechar sinergias y las nuevas formas de control, junto a la incansable creatividad de los emprendedores, les hace generar no sólo fusiones entre sus propias firmas sino también con aquellas con las cuales convergen. Y estas compañías con las cuales convergen no son sólo chilenas, sino también internacionales.
¿Cuáles serán los próximos en fusionarse? ¿Buscarán empresas dentro de Chile o fuera de él para mejorar su performance? ¿Puede ser D&S y Bci, por ejemplo? Hoy es un fenómeno posible ya que los negocios de ambos convergen cada vez más.
Nos mantendremos atentos tanto a su creatividad como a los movimientos en los mercados financieros que ello genera.
11. Los ausentes
Es importante mencionar que este ranking se hizo sobre la base de información pública, por lo que algunos conocidos grupos que no cotizan en Bolsa no pudieron ser incluidos. Así grupos como Von Appen, Schiess, Matetic, Agrosuper, Pathfinder, por mencionar sólo a algunos, quedaron fuera. También es importante considerar que estas empresas han logrado desarrollarse sin tener que recurrir al mercado de capitales ¿cómo serían si lo hubieran hecho? O lo que es lo mismo ¿por qué no lo han hecho?.