El Jorge Chávez, con su terminal curvilíneo, sus mangas de abordaje y el hotel Costa del Sol-Ramada.
Con los US$ 100 millones que el Ministerio de Economía acaba de otorgar al Ministerio de Transportes y Comunicaciones para la expropiación de los terrenos agrícolas adyacentes al aeropuerto internacional Jorge Chávez, se da el punto de partida para que nuestro primer terminal aéreo transite hacia la fase principal de su modernización, que desembocará en la construcción, aunque no inmediata, de su segunda pista de aterrizaje. La referida expropiación había sido durante varios años el mayor obstáculo para avanzar en el proyecto de la nueva pista, por lo que el anuncio es verdaderamente relevante. Además, el creciente y sostenido movimiento, tanto de carga como de pasajeros (20% en el 2007), así lo exigía.
Como puede comprobar cualquier viajero, el aeropuerto chalaco luce hoy francamente bello y moderno, gracias a las obras desarrolladas durante todos estos años por Lima Airport Partners (LAP), el concesionario alemán que lo administra, que invirtió más de US$ 150 millones para dejar el terminal como lo vemos hoy.
Sin embargo, esas mejoras, aunque importantes, no son las definitivas, sino tan sólo un adelanto de las que vendrán. Recién ahora se llevará a cabo la obra más grande, la de verdadera transformación del aeropuerto. Ésta no sólo supondrá construir una segunda pista al oeste de la actual, sino la reubicación de todas las áreas que conocemos actualmente. Al menos, eso es lo que estaba previsto en el plan diseñado hace algunos años, cuyo bosquejo se muestra a continuación:
En la ilustración, publicada hace ya algunos años, conjuntamente con el artículo Aeropuerto: Nueva Era, de la empresa constructora COSAPI (en esa época, parte del consorcio LAP), se puede ver la torre de control, y frente a ella la actual pista principal. Más adelante se aprecia la nueva terminal, en forma de H, la cual estará ubicada entre las dos pistas. La nueva pista se observa parcialmente, en la zona inferior de la imagen.
En dicho texto se describe, uno a uno, los pasos (ya dados) de la primera etapa del aeropuerto y se hace una descripción de lo que sería la segunda y trascendental etapa:
Proyecto a largo plazo:
Terminal nuevo en el campo central
El crecimiento a largo plazo del Aeropuerto Jorge Chávez exige la construcción de una nueva pista de aterrizaje y el desarrollo de un nuevo complejo en el terminal. En consecuencia, todas las instalaciones del aeropuerto tendrán que ser reconfiguradas de manera sustancial.
Las modificaciones incluyen lo siguiente:
- Segunda pista paralela a ser construida en los terrenos que serán entregados para la ampliación del aeropuerto.
- Nuevo complejo del terminal en la zona central del campo aéreo en los terrenos que serán entregados para la ampliación. Las operaciones de pasajeros, tanto domésticas como internacionales, se mudarán al nuevo terminal. Este terminal tendrá forma de H para minimizar la distancia de desplazamiento de peatones y reducir el tiempo de conexión para las transferencias.
- Centro comercial de nivel mundial en Perú Plaza que capitalizará el éxito de la estrategia de comercio minorista en el terminal antiguo. Los ingresos generados por Perú Plaza II en las fases restantes serán el motor para el éxito del desarrollo de todo el aeropuerto, incluso después del fin de la concesión en el año 2030.
- Nuevo complejo de carga aérea y actividades industriales, cuyo público objetivo serán las empresas de carga aérea rápida tipo courier y las operadoras de carga combinada aeromarítima.
- Se promoverá una zona de libre comercio (zona franca) complementaria a los servicios aeromarítimos del complejo de carga aérea.
Aunque no podemos confirmar si esos planes se mantienen, ni tampoco si ése será el esquema que lucirá el aeropuerto dentro de algunos años, de todas maneras lo ponemos a consideración de nuestros lectores, por tratarse de un referencia muy interesante. ¿No lo cree así usted?
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