El tiempo vuela. Faltan cuatro semanas para el inicio de un nuevo período escolar y, como siempre ocurre, las listas de útiles demandan un importante esfuerzo económico a la mayoría de familias. Pero este año las cosas se han puesto algo difíciles porque algunas editoriales han subido los precios y los libros, cuadernos y textos de consulta se alejan cada vez más de los estudiantes.
Aunque suene duro decirlo, algunos profesores y directores de centros educativos particulares y estatales, motivados por el cobro de suculentas comisiones, continúan exigiendo a los padres de familia la compra de determinados textos desechables (llamados así porque solo sirven un año, debido a que tienen cuestionarios para desarrollar allí mismo y no siempre cumplen a cabalidad el currículo escolar).
Es decir, que no eligen el mejor libro para los alumnos por su contenido temático o calidad. Prefieren pedir aquellos cuya editorial les da más comisiones o regalos por su colocación y venta. Es una negociación secreta que los convierte, lamentablemente, en mercaderes de la educación.
¿QUIÉN PAGA LOS PLATOS ROTOS?
Indudablemente, los padres de familia son los afectados. La bendita comisión sale de sus bolsillos. Cada año tienen que comprar libros más caros, algunos por encima de los S/.80, aunque en la práctica salgan de la imprenta con costos que no superan los S/.15. El tema, según Jaime Delgado Zegarra, de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), amerita ser investigado por el Indecopi, la Sunat y el Ministerio Público.
"En los colegios particulares la negociación es directa entre la editorial y los directores o promotores. En los del Estado, la cosa es más grave. Algunos de estos malos maestros ponen como pretexto la baja calidad de los textos que ofrece el sector Educación y obligan a los padres a comprar los libros que ellos les recomiendan", señaló.
La Comisión de Atención de Reclamos del Ministerio de Educación asegura que esta mala práctica está prohibida y que solo se deberían utilizar los libros que el Estado reparte anualmente en forma gratuita. El año pasado se presentó también una denuncia periodística al respecto, pero se desconoce si las autoridades educativas aplicaron las medidas correctivas del caso. No obstante, si usted quiere denunciar cualquier situación irregular, puede utilizar la línea gratuita 0800-13687 del Ministerio de Educación (de lunes aviernes).
SECRETO A VOCES
Consultados sobre la denuncia, algunos profesores negaron que esto ocurra. Al menos así lo hicieron los docentes de los colegios José A. Encinas y Francisco Bolognesi de Magdalena, y Albert Einstein (1181) de San Juan de Lurigancho.
Pero el profesor Enrique Matto Muzante, dueño de la editorial Escuela Activa, se animó a revelar lo que hasta ahora era considerado un secreto a voces. "El año pasado me vi obligado a pagar más de un millón 700 mil soles en comisiones, suma que fue creciendo desde el año 2000, en que un grupo de nuevas editoriales ingresó al mercado y decidió pagar a cada profesor 8 soles por libro vendido", expresó. Luego fueron 12 soles y después 15, 18, 20 y 25 soles. Este año la cifra supera los 30 soles, dijo.
"En algún momento las autoridades educativas se preocuparon del tema, pero nadie movió un dedo para solucionarlo. Hoy, las editoriales ofrecen incluso un adelanto a los profesores (en diciembre) para asegurarse el mercado", dijo.
El profesor Matto es consciente de lo que dice y de las represalias personales y económicas que su testimonio podría traerle, pero está convencido de que si alguien le pone un alto a esta situación, las malas prácticas terminarán pronto.
CLAVES
Cómo reconocer la calidad bibliográfica
Información
Lo más importante es evaluar la información que se transmite a los niños, como el contenido, la importancia y estructura en sí, el mensaje adecuado de una forma directa y rápida.
Calidad
El mercado puede tardar mucho tiempo en reconocer un buen libro, y, por tanto, las ventas no siempre son un parámetro para medir la calidad del producto.
Quién lo escribe
Observar quién es el autor o los autores y tener referencias positivas de su trayectoria profesional.
Referencias
Optar por un libro que nos hayan aconsejado es una opción si conocemos bien a la persona que nos lo recomienda. Lo que es bueno para uno no lo es para otro.
ENFOQUE
JUAN CARLOS CUADROS. Periodísta
Todos debemos involucrarnos
¿Ante quién pueden recurrir los padres de familia, ahora que se descubre este oscuro negocio? ¿El Ministerio de Educación escuchará por fin sus demandas? ¿Cuál debe ser el camino por seguir?
Si lo que manda en algunos colegios son las comisiones, estas deben acabar. Este no es un tema de libre mercado, como lo quieren hacer ver algunos. Aquí está en juego la moral y la ética de los maestros, de los directores, de los propios alumnos y de las editoriales.
Si usted es un padre de familia, interesado en combatir la corrupción, organícese, es hora de intervenir. Se necesita vigilancia y todos debemos involucrarnos en esta tarea. Este es un tema de los padres de familia.
Las comisiones de Defensa del Consumidor y de Educación del Congreso de la República se han manifestado al respecto y anuncian que iniciarán investigaciones al respecto.
Los libros escolares no solo deben contener el tema que indica el currículo escolar, sino también contenidos de entretenimiento e investigación que complementen los respectivos cursos. La calidad educativa mejorará si estas malas prácticas terminan de una vez por todas.
Una persona informada, analítica, interesada en aprender e investigar será una persona competitiva, capaz de defender sus derechos, respetar a sus semejantes y alcanzar su desarrollo personal y profesional. ¿Es lo que queremos para nuestros hijos?
Aunque suene duro decirlo, algunos profesores y directores de centros educativos particulares y estatales, motivados por el cobro de suculentas comisiones, continúan exigiendo a los padres de familia la compra de determinados textos desechables (llamados así porque solo sirven un año, debido a que tienen cuestionarios para desarrollar allí mismo y no siempre cumplen a cabalidad el currículo escolar).
Es decir, que no eligen el mejor libro para los alumnos por su contenido temático o calidad. Prefieren pedir aquellos cuya editorial les da más comisiones o regalos por su colocación y venta. Es una negociación secreta que los convierte, lamentablemente, en mercaderes de la educación.
¿QUIÉN PAGA LOS PLATOS ROTOS?
Indudablemente, los padres de familia son los afectados. La bendita comisión sale de sus bolsillos. Cada año tienen que comprar libros más caros, algunos por encima de los S/.80, aunque en la práctica salgan de la imprenta con costos que no superan los S/.15. El tema, según Jaime Delgado Zegarra, de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), amerita ser investigado por el Indecopi, la Sunat y el Ministerio Público.
"En los colegios particulares la negociación es directa entre la editorial y los directores o promotores. En los del Estado, la cosa es más grave. Algunos de estos malos maestros ponen como pretexto la baja calidad de los textos que ofrece el sector Educación y obligan a los padres a comprar los libros que ellos les recomiendan", señaló.
La Comisión de Atención de Reclamos del Ministerio de Educación asegura que esta mala práctica está prohibida y que solo se deberían utilizar los libros que el Estado reparte anualmente en forma gratuita. El año pasado se presentó también una denuncia periodística al respecto, pero se desconoce si las autoridades educativas aplicaron las medidas correctivas del caso. No obstante, si usted quiere denunciar cualquier situación irregular, puede utilizar la línea gratuita 0800-13687 del Ministerio de Educación (de lunes aviernes).
SECRETO A VOCES
Consultados sobre la denuncia, algunos profesores negaron que esto ocurra. Al menos así lo hicieron los docentes de los colegios José A. Encinas y Francisco Bolognesi de Magdalena, y Albert Einstein (1181) de San Juan de Lurigancho.
Pero el profesor Enrique Matto Muzante, dueño de la editorial Escuela Activa, se animó a revelar lo que hasta ahora era considerado un secreto a voces. "El año pasado me vi obligado a pagar más de un millón 700 mil soles en comisiones, suma que fue creciendo desde el año 2000, en que un grupo de nuevas editoriales ingresó al mercado y decidió pagar a cada profesor 8 soles por libro vendido", expresó. Luego fueron 12 soles y después 15, 18, 20 y 25 soles. Este año la cifra supera los 30 soles, dijo.
"En algún momento las autoridades educativas se preocuparon del tema, pero nadie movió un dedo para solucionarlo. Hoy, las editoriales ofrecen incluso un adelanto a los profesores (en diciembre) para asegurarse el mercado", dijo.
El profesor Matto es consciente de lo que dice y de las represalias personales y económicas que su testimonio podría traerle, pero está convencido de que si alguien le pone un alto a esta situación, las malas prácticas terminarán pronto.
CLAVES
Cómo reconocer la calidad bibliográfica
Información
Lo más importante es evaluar la información que se transmite a los niños, como el contenido, la importancia y estructura en sí, el mensaje adecuado de una forma directa y rápida.
Calidad
El mercado puede tardar mucho tiempo en reconocer un buen libro, y, por tanto, las ventas no siempre son un parámetro para medir la calidad del producto.
Quién lo escribe
Observar quién es el autor o los autores y tener referencias positivas de su trayectoria profesional.
Referencias
Optar por un libro que nos hayan aconsejado es una opción si conocemos bien a la persona que nos lo recomienda. Lo que es bueno para uno no lo es para otro.
ENFOQUE
JUAN CARLOS CUADROS. Periodísta
Todos debemos involucrarnos
¿Ante quién pueden recurrir los padres de familia, ahora que se descubre este oscuro negocio? ¿El Ministerio de Educación escuchará por fin sus demandas? ¿Cuál debe ser el camino por seguir?
Si lo que manda en algunos colegios son las comisiones, estas deben acabar. Este no es un tema de libre mercado, como lo quieren hacer ver algunos. Aquí está en juego la moral y la ética de los maestros, de los directores, de los propios alumnos y de las editoriales.
Si usted es un padre de familia, interesado en combatir la corrupción, organícese, es hora de intervenir. Se necesita vigilancia y todos debemos involucrarnos en esta tarea. Este es un tema de los padres de familia.
Las comisiones de Defensa del Consumidor y de Educación del Congreso de la República se han manifestado al respecto y anuncian que iniciarán investigaciones al respecto.
Los libros escolares no solo deben contener el tema que indica el currículo escolar, sino también contenidos de entretenimiento e investigación que complementen los respectivos cursos. La calidad educativa mejorará si estas malas prácticas terminan de una vez por todas.
Una persona informada, analítica, interesada en aprender e investigar será una persona competitiva, capaz de defender sus derechos, respetar a sus semejantes y alcanzar su desarrollo personal y profesional. ¿Es lo que queremos para nuestros hijos?
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