Nunca había estado en una planta de producción de cemento. Esta, además, tiene un muelle propio y una faja transportadora que va desde la planta y por debajo de la carretera Panamericana Sur, hasta el muelle (usted pasa por ahí todos los fines de semana y nunca se ha dado cuenta, se lo apostamos). Carlos Ugaz, gerente general de Cementos Lima, anfitrión y entrevistado, me recibe con algunos reparos que no comenta, pero que podemos imaginar ("otro periodista con preguntas incómodas, la Conasev me va a volver a empapelar").
Con las horas, la situación cambia y Ugaz se tranquiliza y se ríe. Cuenta entonces de sus planes, de lo que hace la planta y espera poder hacer; pero también de la entrada inminente de la competencia, de lo que representa, de sus preocupaciones. Esa competencia que ha venido a malograrle la fiesta a los miembros de la Asociación de Productores de Cemento (Asocem).
La operación que tienen aquí es impresionante...
Sí, empezamos a construir el muelle entre 1985 y 1986 y lo terminamos en 1989, pero estuvo parado hasta 1991 cuando el precio del petróleo comenzó a subir y entonces fue necesario utilizar carbón.
Pensé que utilizaban gas...
Así es, desde hace año y medio usamos gas en un 70%, a razón de 600.000 m3 por día (la idea es llegar a 950.000 m3), pero también carbón en casi 30%.
¿Y no contamina mucho?
Lo que pasa es que nosotros creamos un mercado de carbón alrededor de nuestra demanda y ahora que cambiamos de matriz energética, por así decirlo, no podemos darle la espalda a todas esas familias que viven de este negocio. Poco a poco vamos a poder meterlos en otras actividades y entonces dejaremos de usarlo.
¿Emitirán bonos de carbono?
Claro, hace un año que venimos aplicando estas políticas ante las Naciones Unidas y no sé si somos el primer o el segundo usuario más importante de gas. Con el tema de los bonos de carbono nos pagarían por cada tonelada de carbón que dejamos de utilizar porque una tonelada de carbón produce una tonelada de CO2. En eso venimos trabajando con Deuman (consultora en temas de medio ambiente).
Se han producido racionamientos de energía. ¿Les ha afectado eso a ustedes?
Sí, de hecho ahora (en este momento) estamos funcionando con nuestros propios generadores, los que, felizmente, tenemos por si acaso.
¿Felizmente? ¿Por si acaso?
Lo que pasa es que los hornos no pueden parar porque pueden malograrse; solo paran dos veces al año por mantenimiento. Así que necesitamos producir nuestra propia energía para cuando pasa este tipo de cosas.
¿Y con qué la producen?
Son siete motores diésel que compramos en EE.UU. Pertenecían a una central nuclear, tenían catorce años de antigüedad pero muy pocas horas de uso; como son tan grandes tuvimos que desarmarlos allá, los trajimos de-sarmados en un barco y los volvimos a armar aquí, en el sitio en el que ahora están. Cada 'monoblock' de esos pesa 140 toneladas.
¿No es muy caro utilizar diésel?
Carísimo, pero mucho más caro nos saldría parar un día por falta de energía. Pero previendo eventualidades como esta, hemos empezado a convertir los motores diésel a gas natural. Ya convertimos dos.
¿Y cuánta energía son capaces de producir?
En este momento, con la planta a todo lo que da, podemos producir 55 megavatios (Mw) y cuando la ampliación esté lista, en cuestión de un año, vamos a estar en capacidad de vender energía a los distritos aledaños porque produciremos alrededor de 75 Mw y porque el año pasado solo la utilizamos siete días.
Hay una faja transportadora que va por un túnel subterráneo de ocho kilómetros...
Bueno, la parte subterránea mide seis kilómetros y hay dos más que van sobre la tierra y por el aire. Esa lleva el cemento desde la planta hasta el depósito que está frente al muelle. Esta es la faja tubular (se enrolla como un tubo mientras transporta el cemento) más larga de mundo y además construimos una pista sobre la ruta de la faja para el distrito de Atocongo; pero los carteles son de la municipalidad...
¿Cuál es el volumen de cemento que manejan en el muelle?
Podemos llenar un barco en 70 horas. Eso quiere decir que podemos abastecerlo con 5.000 TM por hora. Para que tenga una idea de lo que significa, si lleváramos el cemento en camiones necesitaríamos alrededor de mil camiones para trasportar 30.000 TM en 10 días, a razón de 30 toneladas por camión, además de la contaminación por polvo, la combustión de los motores, el ruido y el tránsito. A la faja nadie la escucha, la ve o la huele y va a funcionar desde febrero.
¿La faja del muelle la utilizan mucho?
Principalmente para exportar el cemento y antes cuando traíamos carbón desde Buenaventura (Colombia) y fierro de Marcona (Ica). Pero también la alquilamos; Cargill, por ejemplo, trae fertilizantes y también hay quienes importan granos que, por supuesto, no se pueden utilizar para el consumo humano.
Cambiando el tema, ¿cuáles son sus proyecciones para este año?
(Risas) Eso es lo que les interesa a ustedes... Si se las doy y el directorio se entera por el periódico de las cifras, me botan, además de que Conasev y la BVL nos empapelan... Va a ser un muy buen año.
¿Aún con la competencia [en referencia a Cemex]?
La competencia no nos preocupa tanto.
No es lo que parece...
Estamos listos para competir, pero lealmente. Si alguien de fuera quiere entrar al mercado peruano lo va a hacer, lo que nos preocupó fue la eliminación del arancel al cemento y el precio de entrada, eso no tenía sentido...
Eso iba a pasar y se sabía. Ustedes, a través de Asocem, dicen que tienen el mercado cubierto al 100%. No obstante, no llegan a la selva, donde utilizan cemento importado de Colombia. Ustedes exportan, pero no van a la selva...
En Iquitos está el precio más alto del Perú por la dificultad en el transporte. Llevar el cemento en barcaza eleva los costos de manera exorbitante y si te demoras mucho, el cemento se malogra por la humedad. Pero no es cierto que no lleguemos, a la selva vamos todos; puede haber algún desabastecimiento eventual porque el cemento no se puede almacenar y menos ahí, pero sí vamos.
¿Pero si no tienen problemas con la competencia, por qué la denuncia en el Indecopi?
Por amenaza de daño por dumping.
¿Amenaza de daño con 1% del mercado? Esa no parece una amenaza muy seria
Eso lo decidirá el Indecopi.
¿Pero acaso el precio no es el mismo en todas partes?
Más o menos sí. Mire, el precio del cemento en el Perú es de los más bajos en la región y ciertamente más bajo que en cualquier mercado en el que el nuevo competidor sea el líder.
¿Por qué la industria cementera peruana no pensó en crecer y expandirse? Ahora tienen a un gigante tratando de entrar. ¿Se durmieron en sus laureles?
Solo puedo hablar por Cementos Lima y nosotros hemos tenido que afrontar otros problemas, como la recuperación de las acciones de la empresa y de las relacionadas hasta hace no mucho tiempo. Por eso tal vez nos hayamos descuidado en ese sentido.
Dicen que la competencia está pensando entrar comprando a un productor local.
Eso es posible. No estamos seguros pero sabemos que es lo más probable, mucho más que ponerse a construir una planta propia desde cero.
¿Son conscientes de que la consolidación global de la industria (Lafarge compró Orascom por 8.800 millones de euros), llegará, más temprano que tarde, al Perú?
Sí, sabemos que la consolidación se va a seguir dando en todo el mundo y aquí, en el Perú, no será la excepción. Eso se llama globalización, para bien o para mal.
EL ENTREVISTADO
[EDAD] 57 años.
[ESTADO CIVIL] Casado, tres hijos.
[HOBBY] Fotografía.
[ESTUDIOS] Ingeniería mecánico-eléctrica en la UNI. Programa de alta dirección de la Universidad de Piura.
[EXPERIENCIA] Ha trabajado 20 años en Cementos Lima (11 de ellos como gerente general) y tres años más en empresas del grupo. Antes de eso trabajó en Paramonga (antes Trupal).
Con las horas, la situación cambia y Ugaz se tranquiliza y se ríe. Cuenta entonces de sus planes, de lo que hace la planta y espera poder hacer; pero también de la entrada inminente de la competencia, de lo que representa, de sus preocupaciones. Esa competencia que ha venido a malograrle la fiesta a los miembros de la Asociación de Productores de Cemento (Asocem).
La operación que tienen aquí es impresionante...
Sí, empezamos a construir el muelle entre 1985 y 1986 y lo terminamos en 1989, pero estuvo parado hasta 1991 cuando el precio del petróleo comenzó a subir y entonces fue necesario utilizar carbón.
Pensé que utilizaban gas...
Así es, desde hace año y medio usamos gas en un 70%, a razón de 600.000 m3 por día (la idea es llegar a 950.000 m3), pero también carbón en casi 30%.
¿Y no contamina mucho?
Lo que pasa es que nosotros creamos un mercado de carbón alrededor de nuestra demanda y ahora que cambiamos de matriz energética, por así decirlo, no podemos darle la espalda a todas esas familias que viven de este negocio. Poco a poco vamos a poder meterlos en otras actividades y entonces dejaremos de usarlo.
¿Emitirán bonos de carbono?
Claro, hace un año que venimos aplicando estas políticas ante las Naciones Unidas y no sé si somos el primer o el segundo usuario más importante de gas. Con el tema de los bonos de carbono nos pagarían por cada tonelada de carbón que dejamos de utilizar porque una tonelada de carbón produce una tonelada de CO2. En eso venimos trabajando con Deuman (consultora en temas de medio ambiente).
Se han producido racionamientos de energía. ¿Les ha afectado eso a ustedes?
Sí, de hecho ahora (en este momento) estamos funcionando con nuestros propios generadores, los que, felizmente, tenemos por si acaso.
¿Felizmente? ¿Por si acaso?
Lo que pasa es que los hornos no pueden parar porque pueden malograrse; solo paran dos veces al año por mantenimiento. Así que necesitamos producir nuestra propia energía para cuando pasa este tipo de cosas.
¿Y con qué la producen?
Son siete motores diésel que compramos en EE.UU. Pertenecían a una central nuclear, tenían catorce años de antigüedad pero muy pocas horas de uso; como son tan grandes tuvimos que desarmarlos allá, los trajimos de-sarmados en un barco y los volvimos a armar aquí, en el sitio en el que ahora están. Cada 'monoblock' de esos pesa 140 toneladas.
¿No es muy caro utilizar diésel?
Carísimo, pero mucho más caro nos saldría parar un día por falta de energía. Pero previendo eventualidades como esta, hemos empezado a convertir los motores diésel a gas natural. Ya convertimos dos.
¿Y cuánta energía son capaces de producir?
En este momento, con la planta a todo lo que da, podemos producir 55 megavatios (Mw) y cuando la ampliación esté lista, en cuestión de un año, vamos a estar en capacidad de vender energía a los distritos aledaños porque produciremos alrededor de 75 Mw y porque el año pasado solo la utilizamos siete días.
Hay una faja transportadora que va por un túnel subterráneo de ocho kilómetros...
Bueno, la parte subterránea mide seis kilómetros y hay dos más que van sobre la tierra y por el aire. Esa lleva el cemento desde la planta hasta el depósito que está frente al muelle. Esta es la faja tubular (se enrolla como un tubo mientras transporta el cemento) más larga de mundo y además construimos una pista sobre la ruta de la faja para el distrito de Atocongo; pero los carteles son de la municipalidad...
¿Cuál es el volumen de cemento que manejan en el muelle?
Podemos llenar un barco en 70 horas. Eso quiere decir que podemos abastecerlo con 5.000 TM por hora. Para que tenga una idea de lo que significa, si lleváramos el cemento en camiones necesitaríamos alrededor de mil camiones para trasportar 30.000 TM en 10 días, a razón de 30 toneladas por camión, además de la contaminación por polvo, la combustión de los motores, el ruido y el tránsito. A la faja nadie la escucha, la ve o la huele y va a funcionar desde febrero.
¿La faja del muelle la utilizan mucho?
Principalmente para exportar el cemento y antes cuando traíamos carbón desde Buenaventura (Colombia) y fierro de Marcona (Ica). Pero también la alquilamos; Cargill, por ejemplo, trae fertilizantes y también hay quienes importan granos que, por supuesto, no se pueden utilizar para el consumo humano.
Cambiando el tema, ¿cuáles son sus proyecciones para este año?
(Risas) Eso es lo que les interesa a ustedes... Si se las doy y el directorio se entera por el periódico de las cifras, me botan, además de que Conasev y la BVL nos empapelan... Va a ser un muy buen año.
¿Aún con la competencia [en referencia a Cemex]?
La competencia no nos preocupa tanto.
No es lo que parece...
Estamos listos para competir, pero lealmente. Si alguien de fuera quiere entrar al mercado peruano lo va a hacer, lo que nos preocupó fue la eliminación del arancel al cemento y el precio de entrada, eso no tenía sentido...
Eso iba a pasar y se sabía. Ustedes, a través de Asocem, dicen que tienen el mercado cubierto al 100%. No obstante, no llegan a la selva, donde utilizan cemento importado de Colombia. Ustedes exportan, pero no van a la selva...
En Iquitos está el precio más alto del Perú por la dificultad en el transporte. Llevar el cemento en barcaza eleva los costos de manera exorbitante y si te demoras mucho, el cemento se malogra por la humedad. Pero no es cierto que no lleguemos, a la selva vamos todos; puede haber algún desabastecimiento eventual porque el cemento no se puede almacenar y menos ahí, pero sí vamos.
¿Pero si no tienen problemas con la competencia, por qué la denuncia en el Indecopi?
Por amenaza de daño por dumping.
¿Amenaza de daño con 1% del mercado? Esa no parece una amenaza muy seria
Eso lo decidirá el Indecopi.
¿Pero acaso el precio no es el mismo en todas partes?
Más o menos sí. Mire, el precio del cemento en el Perú es de los más bajos en la región y ciertamente más bajo que en cualquier mercado en el que el nuevo competidor sea el líder.
¿Por qué la industria cementera peruana no pensó en crecer y expandirse? Ahora tienen a un gigante tratando de entrar. ¿Se durmieron en sus laureles?
Solo puedo hablar por Cementos Lima y nosotros hemos tenido que afrontar otros problemas, como la recuperación de las acciones de la empresa y de las relacionadas hasta hace no mucho tiempo. Por eso tal vez nos hayamos descuidado en ese sentido.
Dicen que la competencia está pensando entrar comprando a un productor local.
Eso es posible. No estamos seguros pero sabemos que es lo más probable, mucho más que ponerse a construir una planta propia desde cero.
¿Son conscientes de que la consolidación global de la industria (Lafarge compró Orascom por 8.800 millones de euros), llegará, más temprano que tarde, al Perú?
Sí, sabemos que la consolidación se va a seguir dando en todo el mundo y aquí, en el Perú, no será la excepción. Eso se llama globalización, para bien o para mal.
EL ENTREVISTADO
[EDAD] 57 años.
[ESTADO CIVIL] Casado, tres hijos.
[HOBBY] Fotografía.
[ESTUDIOS] Ingeniería mecánico-eléctrica en la UNI. Programa de alta dirección de la Universidad de Piura.
[EXPERIENCIA] Ha trabajado 20 años en Cementos Lima (11 de ellos como gerente general) y tres años más en empresas del grupo. Antes de eso trabajó en Paramonga (antes Trupal).
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