El Perú no sólo posee abundantes minerales metálicos. También posee una gran dotación de minerales no metálicos. Uno de ellos es la roca fosfórica, que dentro de poco comenzará a ser explotada, en Bayóvar. Otros son el mármol y el travertino.
Estas famosas piedras ornamentales se encuentran en grandes cantidades en la sierra central, principalmente en el departamento de Junín, cuyas 25 millones de toneladas lo convierten en la principal reserva de América Latina. Otros productores son Ayacucho, Huancavelica y Lima.
A la fecha, ambas piedras son ya los principales productos de exportación entre los minerales no metálicos, por encima del cemento, las baldosas y los vidrios de seguridad. En el 2006 se les exportó a más de 30 países, por un valor de US$ 33 millones, representando ello un notable crecimiento de más de 30% respecto del año anterior. Con una tendencia así, se podría alcanzar los US$ 100 millones en unos cuatro años.
El principal demandante es Estados Unidos, que consume el 80% de nuestras exportaciones. Por su parte, el mayor productor es Italia, país cuyas ventas están en una fase declinante, algo que sin duda nos favorece.
Actualmente se busca llevar a cabo convenios con esta última nación, de larguísima tradición en el negocio, con el objeto de que brinde a nuestros productores la transferencia tecnológica requerida para la mejor extracción y procesamiento de los minerales.
Asimismo, se sigue invirtiendo para mejorar la producción. Por ejemplo, la empresa Destro, una de las principales, viene construyendo, al norte de Huancayo, una planta de corte y transformación, que permitirá incrementar significativamente la exportación de las piedras. Además, existen planes para crear la marca Junín, con el fin de que ésta contribuya a posicionar mejor nuestro producto en los mercados mundiales.
Quién diría que el Perú se convertiría en un gran productor de piedras tan hermosas y con tan europea tradición como éstas. Muy gratas sorpresas que da la vida.
Estas famosas piedras ornamentales se encuentran en grandes cantidades en la sierra central, principalmente en el departamento de Junín, cuyas 25 millones de toneladas lo convierten en la principal reserva de América Latina. Otros productores son Ayacucho, Huancavelica y Lima.
A la fecha, ambas piedras son ya los principales productos de exportación entre los minerales no metálicos, por encima del cemento, las baldosas y los vidrios de seguridad. En el 2006 se les exportó a más de 30 países, por un valor de US$ 33 millones, representando ello un notable crecimiento de más de 30% respecto del año anterior. Con una tendencia así, se podría alcanzar los US$ 100 millones en unos cuatro años.
El principal demandante es Estados Unidos, que consume el 80% de nuestras exportaciones. Por su parte, el mayor productor es Italia, país cuyas ventas están en una fase declinante, algo que sin duda nos favorece.
Actualmente se busca llevar a cabo convenios con esta última nación, de larguísima tradición en el negocio, con el objeto de que brinde a nuestros productores la transferencia tecnológica requerida para la mejor extracción y procesamiento de los minerales.
Asimismo, se sigue invirtiendo para mejorar la producción. Por ejemplo, la empresa Destro, una de las principales, viene construyendo, al norte de Huancayo, una planta de corte y transformación, que permitirá incrementar significativamente la exportación de las piedras. Además, existen planes para crear la marca Junín, con el fin de que ésta contribuya a posicionar mejor nuestro producto en los mercados mundiales.
Quién diría que el Perú se convertiría en un gran productor de piedras tan hermosas y con tan europea tradición como éstas. Muy gratas sorpresas que da la vida.