Dicha caída es una simple cuestión de oferta y demanda: dado que el dólar abunda en nuestra economía, su valor tiende a disminuir.
Tal abundancia tiene su origen en el espectacular crecimiento de las exportaciones, el cada vez mayor flujo de inversión extranjera y el ingreso de remesas enviadas por nuestros compatriotas que residen y trabajan en el extranjero.
En el mediano plazo, la situación no parece que cambiará mayormente. Es decir, el dólar permanecerá sumamente débil frente al sol, pues el Perú seguirá captando grandes flujos de dólares, debido a que:
- Las exportaciones continuarán creciendo, ya que los precios internacionales seguirán bastante altos, y nuestro país seguirá ampliando cada vez más su canasta de productos.
- Dentro de pocos meses se firmará el TLC con Estados Unidos, que ampliará nuestros volúmenes y montos exportados. Similar efecto tendrán, poco tiempo después, los TLCs que se viene negociando con China y la Unión Europea.
- Las inversiones serán cada vez mayores, pues los altos precios del petróleo y los minerales, así como la firma del TLC, hacen cada vez más atractivo nuestros proyectos para los inversionistas internacionales. Dicha favorable circunstancia se verá apuntalada, dentro de muy poco tiempo, con el acceso de nuestro país al Grado de Inversión, con lo cual se pondrá en una posición envidiable en esta materia en América Latina, sólo comparable con la que actualmente disfrutan Chile, México y Colombia.
- Las remesas seguirán siendo considerables, pues no hay en perspectiva ningún factor que las induzca a una reducción.
- La creciente confianza de la población peruana en el nuevo sol continuará reduciendo la demanda de dólares, con lo cual esta moneda seguirá cuesta abajo.
Dicho lo anterior, la recomendación resultante es: no ahorrar en dólares, porque ello implicaría una pérdida segura. En cambio, resulta recomendable solicitar préstamos en esta moneda.
Es necesario señalar que el dólar no sólo viene cayendo frente al nuevo sol, sino también frente a las principales monedas de América Latina y el mundo, entre ellas el Euro. Ello se debe a los cuantiosos déficits que padece la economía norteamericana, tanto en el ámbito fiscal como comercial.