Nació en Huánuco el 18 de marzo de 1773. Fue hijo de don Salvador Aguilar, Español natural de la ciudad de Jerez de la Frontera, minero de profesión, y de doña Clara Narvarte, hija del Capitan don Juan Ignacio Narvarte, que fuera Corregidor, de Huánuco. También fue minero al igual que su padr, trotamundos y visionarios. Casi nada se conoce sobre su infancia de Aguilar. A los 14 años se aleja de la casa paterna y recorre el inmenso territorio del virreynato. Allí observó el trato inhumano a los indios mitayos, al extraer la plata de los profundos socavones.
La realidad en que se vivía le permitió adquirir experiencia y formar su personalidad.Ya joven llegó hasta provincia de Mendoza, perteneciente al Virreynato del Río de la Plata. Aquí las gestes lo trataron muy bien y creyeron que era el nuevo Gabriel Túpac Amaru, y le incitaron a que fuera caudillo de una revolución política. A fines del siglo XVIII se embarcó para España. Allí observó la corrupción del sistema de gobierno absolutista, desde donde se impartían las órdenes para la explotación de las colonias. Este conocimiento fue decisivo en los actos posteriores de su vida. Volvió a Perú y reanudó sus actividades de minerología. Se dirige a Recuay (Ancash), donde años atrás había descubierto unas minas, pero encontró que ahora ya tenían otro propietario, por lo que viajó a Lima en busca de su abogado, así conció a José Manuel Ubalde, quien se hizo su amigo.Después de su recorrido por la Selva donde estuvo preso en Chachapoyas acusado de espía, tuvo la noticia de que su amigo Ubalde había viajado al Cuzco. Aguilar, luego de volver a su tierra natal, atravesó la sierra central y llegó al Cuzco en 1804. Allí juntamente con Ubalde iniciaron la conspiración de liberar a nuestra patria del yugo español. Aguilar hizo su trabajo proselitista y llegó hasta La Paz, mientras que Ubalde y sus amigos lo hacían en el Cuzco.
Para la revolución se requería la participación de un elemento militar, es por esa razón que comprometieron al Teniente de Granadero del Regimiento "Paucartambo", Mariano Lechuga, amigo íntimo de Ubalde. Éste, participó en todas las reuniones. Cuando la insugencia estaba a punto de estallar, Lechuga, el 25 de junio se presentó ante el Oidor Berriozábal y delato el plan. Debido que en esta traición, Ubalde y sus amigos fueron capturados en el Cuzco; mientras Aguilar, que preparaba el levantamiento fuera del Cuzco, fue capturado el 13 de julio de 1805 y encerrado en la prisión.
El 5 de diciembre de 1805, a las 9:00 am. fueron ahorcados en la Plaza Mayor del Cuzco. Obra: Décimas del reloj de la agonía (1805). En ochenta y ocho versos ocotasílabos. Aguilar nos describe el paso lento y angustioso del último día que le toca vivir a un condenado a muerte. Sin embargo, también se advierte notas de un vehemente espíritu revolucionario.
La realidad en que se vivía le permitió adquirir experiencia y formar su personalidad.Ya joven llegó hasta provincia de Mendoza, perteneciente al Virreynato del Río de la Plata. Aquí las gestes lo trataron muy bien y creyeron que era el nuevo Gabriel Túpac Amaru, y le incitaron a que fuera caudillo de una revolución política. A fines del siglo XVIII se embarcó para España. Allí observó la corrupción del sistema de gobierno absolutista, desde donde se impartían las órdenes para la explotación de las colonias. Este conocimiento fue decisivo en los actos posteriores de su vida. Volvió a Perú y reanudó sus actividades de minerología. Se dirige a Recuay (Ancash), donde años atrás había descubierto unas minas, pero encontró que ahora ya tenían otro propietario, por lo que viajó a Lima en busca de su abogado, así conció a José Manuel Ubalde, quien se hizo su amigo.Después de su recorrido por la Selva donde estuvo preso en Chachapoyas acusado de espía, tuvo la noticia de que su amigo Ubalde había viajado al Cuzco. Aguilar, luego de volver a su tierra natal, atravesó la sierra central y llegó al Cuzco en 1804. Allí juntamente con Ubalde iniciaron la conspiración de liberar a nuestra patria del yugo español. Aguilar hizo su trabajo proselitista y llegó hasta La Paz, mientras que Ubalde y sus amigos lo hacían en el Cuzco.
Para la revolución se requería la participación de un elemento militar, es por esa razón que comprometieron al Teniente de Granadero del Regimiento "Paucartambo", Mariano Lechuga, amigo íntimo de Ubalde. Éste, participó en todas las reuniones. Cuando la insugencia estaba a punto de estallar, Lechuga, el 25 de junio se presentó ante el Oidor Berriozábal y delato el plan. Debido que en esta traición, Ubalde y sus amigos fueron capturados en el Cuzco; mientras Aguilar, que preparaba el levantamiento fuera del Cuzco, fue capturado el 13 de julio de 1805 y encerrado en la prisión.
El 5 de diciembre de 1805, a las 9:00 am. fueron ahorcados en la Plaza Mayor del Cuzco. Obra: Décimas del reloj de la agonía (1805). En ochenta y ocho versos ocotasílabos. Aguilar nos describe el paso lento y angustioso del último día que le toca vivir a un condenado a muerte. Sin embargo, también se advierte notas de un vehemente espíritu revolucionario.