Cómo abrir un restaurante.

Obtener una licencia de funcionamiento es un requisito básico si se busca abrir una cebichería, un chifa, una sanguchería o cualquier establecimiento donde se sirvan alimentos al público. Para esto hay que conocer en qué zonas del distrito se permite abrir este tipo de negocios y cumplir con todas las condiciones de seguridad y sanidad exigidas. De lo contrario, uno se atiene a recibir sanciones que impiden trabajar con plena libertad. También es indispensable informarse si la municipalidad correspondiente hace una distinción sobre los tipos de restaurantes que se pueden abrir por calle.

Domingo 28 de Marzo del 2010
1. Conocer las reglas del juego
Con el “boom” de la gastronomía muchos chefs y aficionados a la cocina sueñan con abrir un restaurante. Pero antes de hacer la inversión de su vida en un local que, por su área y características, parece que atraerá a muchos comensales, se debe estar prevenido y saber si efectivamente la municipalidad del distrito puede otorgarle una licencia de funcionamiento para abrirlo. Hay que saber que a partir del 2005 muchas municipalidades de Lima han trabajado de la mano con el IFC del Banco Mundial para elaborar un sistema virtual de simplificación de otorgamiento de licencias de funcionamiento y así zonificaron las calles de cada jurisdicción en cuatro grupos. Y cada uno de ellos corresponde a una categoría distinta que indica qué tipo de negocios se puede acondicionar según las características del inmueble. De acuerdo con esta medida, el usuario debe conocer que solo los inmuebles que están catalogados en el grupo II cumplen con los requisitos para que allí se instale un restaurante o un local comercial, donde se preparen y se sirvan diferentes alimentos.

2. Realizar la consulta personalmente
Aunque se puede preguntar por teléfono o consultar en la web, lo más pertinente es que el interesado acuda a la gerencia de desarrollo empresarial del distrito donde piensa abrir un local, pues allí le informarán de todos los requisitos que debe cumplir. Es que cada alcaldía tiene un Sistema de Otorgamiento de Licencias (en muchos casos virtual) donde en menos de un minuto se puede consultar si en un inmueble determinado se puede acondicionar un restaurante. Si el local está catalogado dentro del grupo II, a continuación el usuario debe llenar una declaración jurada donde registre su DNI, RUC, el propietario del inmueble, tipo de contrato y los datos relativos a la vigencia de poderes (el documento en el cual se certifica quién es el dueño de la empresa). Como paso siguiente se realizará un pago único correspondiente al ingreso de la solicitud de licencia de funcionamiento al sistema virtual. Cada distrito puede cobrar un precio diferente, pero en el caso de la Municipalidad de Lima este procedimiento cuesta S/.272,18.

3. Requisitos de seguridad
Antes de otorgarse la licencia, todo inmueble pasa por una inspección por parte de Defensa Civil. De hecho, el interesado también debe realizar un pago (que varía entre S/.88 y S/.266, dependiendo del área de los locales de hasta 500 metros cuadrados), para que los encargados del Indeci realicen las inspecciones que certifiquen la seguridad del local. En el caso de restaurantes, se debe contar con un botiquín de emergencias, puertas de evacuación, extintores contra incendios y una buena distribución de mesas para evitar accidentes en caso de sismo. Además, todos los empleados deben contar con certificado de sanidad y la cocina debe cumplir con todas las normas dispuestas por Digesa.

4. Conocer reglamento de sanciones
Una vez que Defensa Civil declara a un local apto para abrir un restaurante, la municipalidad debe emitir el permiso para operar en un plazo no mayor a las 24 horas, de acuerdo con la Ley Marco de Licencia de Funcionamiento 28976. Ahora, eso no significa que el dueño no debe estar alerta o no dedicarle el cuidado que se merece mantener un restaurante abierto. Según los encargados de la Gerencia de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Lima, una que vez que se emite la licencia de funcionamiento, se envía un certificado a la Oficina de Fiscalización del municipio, cuyos funcionarios pueden intervenir el local en cualquier momento y sancionar en caso de hallar problemas de sanidad, demasiado ruido o contaminación ambiental en el restaurante inaugurado.

5. Adecuarse a los cambios de zonificación
Según la ley, las licencias de funcionamiento tienen vigencia indeterminada siempre que se respeten las leyes de sanidad y seguridad pertinentes. Sin embargo, en el caso de que la municipalidad disponga que en la zona donde se abrió un restaurante ya no pueden operar este tipo de negocios, el dueño tiene hasta cinco años para mudarse de establecimiento. Evidentemente, si el propietario del restaurante decide cerrar el negocio por voluntad propia, inmediatamente debe comunicar a su jurisdicción el cese de sus actividades para que la licencia de funcionamiento se anule y no haya problemas posteriores.

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