Mauro, tenía ocho meses y vivía en orfanatorio del Perú, cuando una familia italiana le dió la oportunidad de darle un nombre, una casa, y una caricia. Cliver, su hermano gemelo, todavía no atravesó el océano, pero ya se mudo prácticamente de una puerta a la otra, en la misma planta, porque su Madre, decidió regalarle a su misma vecina, que no podía tener hijos. En aquel día lejano, el camino de la vida de los dos hermanos peruanos, que vinieron al mundo el 22 de noviembre de 1981, siguió un largo camino diferente, siempre mas distante.
“Yo sabia de Cliver, pero el no sabia de mi” - Mi nueva familia me a adoptado en julio de 1982” cuenta Mauro. Su hermano, inició los primeros pasos por enlazar de nuevo el pequeño hilo interrumpido muchos años atras. “El tramite por los primero pasos fue de nuestra verdadera madre. Cliver siempre consideró nuestra madre solo una pariente, pero un día ella le ha revelado el gran secreto. Entonces, Cliver, aun joven, ha comenzado a buscar en todas las partes y por fin, encontró un tio misionero y párroco de Huánuco, donde nosotros hemos nacido. Gracias a el, Cliver llegó a mí. Desde ese momento empezó una intensa correspondencia entre nosotros. De nuestro verdadero padre, todavía, no supimos nada. La madre peruana, aunque yo considero mi verdadera madre aquella que me ha recogido del orfanatorio, nunca hablò a nosotros de nuestro verdadero padre. Entre Cliver y yo hemos desarrollado una relación limpia y muy intensa, como si nosotros nunca nos hubiéramos separados. Un día, hice una intrevista a una television local y nos encontramos en la webcam”. Explica Mauro, experto profesional en el sector informatico.
El momento verdaderamente extraordinario fue el encuentro del 2007, en Lima. “En el aeropuerto me estaba esperando Cléber y nuestra madre, para mi prácticamente era una desconocida, porque hasta ese momento no tenía ninguna noticia de ella. ¡Que emocion! Luego del largo abrazo con Cliver, inmediatamente he sentido que nosotros éramos hermanos. No sabía que decir y solo me he limitado a un genérico “Hola, ¿cómo estas?” El dijo: “bien gracias”. La Madre ha dicho: “Es bello reunirse”.
El encuentro cara a cara de los dos hermanos, entre los anuncios del los altoparlantes y el ruido de los motores de los aviones, el bullicio de los pasajeros, ha recompuesto una familia por mas de un cuarto de siglo de separacion. Pero esta inmersión en todos estos sentimientos se puede transfomar en un saludo de separacion por el torcido mecanismo de la ordinaria burocracia.
Cliver, tiene una esposa y un hijo pero, a el le gustaria viajar a Italia porque en Peru, donde esta ocupado en un centro de masaje y ocasionalmente en una empresa de paneton, la vida es dura y ganar el salario es difícil. No obstante la ley de inmigración (desde Perú a Italia) tiene muchos procedimentos burocraticos tambien incluso para una simple Visa de turismo.
No obstante las cartas perfectameten en regla, el oceano sique siendo un muro insuperable. “Es verdad, porque el pasado mes de agosto, los funcionarios de la Embajada italiana de Lima han negado a Cliver la visa turistica.
A nuestra insistencia, para saber los motivos de esto deniego sigue una respuesta formal e enigmatica: “no estamos obligados a dar explicaciones” dice Mauro.
El escollo mas problemático es la situación de los dos hermanos. Cliver y Mauro, todavia tienen apellidos y familias diferente y entonces no resultan parientes. La prueba del ADN puede cancelar todas las dudas y todos los problemas burocraticos, pero, hay un otro problema: Italia no reconoce la prueba del ADN realizada en Perú, donde, a vez hay laboratorios cientificos apenas dan aproximaciones, entonces el joven Cliver para hacer una prueba del ADN, debe salir a italia, pero hasta que la ambajada no les otorguen alguna Visa ellos con su hermano Mauro no puede hacer nada.
"Es una situacion paradójica, yo y Cliver quieremos muchos ser reconocidos como hermanos pero todavia no podemos encontrarnos. Espero que la publicacion de la nuestra historia puede resolver esto problema." Dice en conclusión Mauro, representante de las dos voces de esta bizarra historia, en la cual ello es un hijo unico pero con un mellizo como hermano que esta en la otra parte del océano, y tambien gemelo e hijo unico.
Edición: Orlando Bravo
Traducción del italiano a español: Eddypedro
Fuente: http://www.eddypedro.net/
“Yo sabia de Cliver, pero el no sabia de mi” - Mi nueva familia me a adoptado en julio de 1982” cuenta Mauro. Su hermano, inició los primeros pasos por enlazar de nuevo el pequeño hilo interrumpido muchos años atras. “El tramite por los primero pasos fue de nuestra verdadera madre. Cliver siempre consideró nuestra madre solo una pariente, pero un día ella le ha revelado el gran secreto. Entonces, Cliver, aun joven, ha comenzado a buscar en todas las partes y por fin, encontró un tio misionero y párroco de Huánuco, donde nosotros hemos nacido. Gracias a el, Cliver llegó a mí. Desde ese momento empezó una intensa correspondencia entre nosotros. De nuestro verdadero padre, todavía, no supimos nada. La madre peruana, aunque yo considero mi verdadera madre aquella que me ha recogido del orfanatorio, nunca hablò a nosotros de nuestro verdadero padre. Entre Cliver y yo hemos desarrollado una relación limpia y muy intensa, como si nosotros nunca nos hubiéramos separados. Un día, hice una intrevista a una television local y nos encontramos en la webcam”. Explica Mauro, experto profesional en el sector informatico.
El momento verdaderamente extraordinario fue el encuentro del 2007, en Lima. “En el aeropuerto me estaba esperando Cléber y nuestra madre, para mi prácticamente era una desconocida, porque hasta ese momento no tenía ninguna noticia de ella. ¡Que emocion! Luego del largo abrazo con Cliver, inmediatamente he sentido que nosotros éramos hermanos. No sabía que decir y solo me he limitado a un genérico “Hola, ¿cómo estas?” El dijo: “bien gracias”. La Madre ha dicho: “Es bello reunirse”.
El encuentro cara a cara de los dos hermanos, entre los anuncios del los altoparlantes y el ruido de los motores de los aviones, el bullicio de los pasajeros, ha recompuesto una familia por mas de un cuarto de siglo de separacion. Pero esta inmersión en todos estos sentimientos se puede transfomar en un saludo de separacion por el torcido mecanismo de la ordinaria burocracia.
Cliver, tiene una esposa y un hijo pero, a el le gustaria viajar a Italia porque en Peru, donde esta ocupado en un centro de masaje y ocasionalmente en una empresa de paneton, la vida es dura y ganar el salario es difícil. No obstante la ley de inmigración (desde Perú a Italia) tiene muchos procedimentos burocraticos tambien incluso para una simple Visa de turismo.
No obstante las cartas perfectameten en regla, el oceano sique siendo un muro insuperable. “Es verdad, porque el pasado mes de agosto, los funcionarios de la Embajada italiana de Lima han negado a Cliver la visa turistica.
A nuestra insistencia, para saber los motivos de esto deniego sigue una respuesta formal e enigmatica: “no estamos obligados a dar explicaciones” dice Mauro.
El escollo mas problemático es la situación de los dos hermanos. Cliver y Mauro, todavia tienen apellidos y familias diferente y entonces no resultan parientes. La prueba del ADN puede cancelar todas las dudas y todos los problemas burocraticos, pero, hay un otro problema: Italia no reconoce la prueba del ADN realizada en Perú, donde, a vez hay laboratorios cientificos apenas dan aproximaciones, entonces el joven Cliver para hacer una prueba del ADN, debe salir a italia, pero hasta que la ambajada no les otorguen alguna Visa ellos con su hermano Mauro no puede hacer nada.
"Es una situacion paradójica, yo y Cliver quieremos muchos ser reconocidos como hermanos pero todavia no podemos encontrarnos. Espero que la publicacion de la nuestra historia puede resolver esto problema." Dice en conclusión Mauro, representante de las dos voces de esta bizarra historia, en la cual ello es un hijo unico pero con un mellizo como hermano que esta en la otra parte del océano, y tambien gemelo e hijo unico.
Edición: Orlando Bravo
Traducción del italiano a español: Eddypedro
Fuente: http://www.eddypedro.net/