Las ventas de pollos a la brasa se quintuplican en las festividades de Navidad y Año Nuevo, principalmente por el mayor consumo de las familias pequeñas, mientras que las familias numerosas mantienen la tradicional cena con pavo asado, indicó hoy la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
“En los últimos años los peruanos han ido cambiando la tradicional cena de pavo asado en las fiestas de fin de año por el pollo a la brasa pues es más práctico y menos costoso”, indicó el presidente del Subcomité de Gastronomía de la CCL, Nicolai Stakeeff.
Si para un feriado cualquiera el consumo de pollo a la brasa aumenta considerablemente, para Navidad y Año Nuevo las ventas en las pollerías en todo el país se multiplican hasta en cinco veces, puntualizó.
Manifestó que el consumo de la población ha evolucionado y ahora prefiere por esas fechas no sólo acudir a las pollerías sino también hacer sus pedidos por teléfono (delivery).
Durante la Noche Buena los restaurantes de pollo a la brasa se llenan y las motos para la entrega a domicilio no dejan de trabajar toda la noche, señaló.
Comer pollo a la brasa en Navidad o Año Nuevo no sólo es un tema de economía sino también de practicidad para las familias, declaró a la agencia Andina.
Refirió que el precio de un pollo a la brasa en los restaurantes más caros del país puede fluctuar entre 30 y 50 nuevos soles, dependiendo de la promoción, y entre 20 y 30 soles los más baratos.
No obstante, precisó que muchos peruanos siguen preparando las tradicionales cenas que tienen como plato principal al pavo al horno.
“Pero es la gente que tiene familias numerosas donde abuelos, padres, tíos, nietos y sobrinos se reúnen en una casa específica, y se celebra preparando diversos platos”, indicó.
Comentó que de un tiempo a esta parte la gente también se ha dado cuenta que comer pavo en las fiestas de fin de año fue una moda extranjera impuesta que no corresponde a la realidad peruana.
“Ahora las familias grandes también preparan otras alternativas para las fiestas de fin de año como platillos especiales a base de cuy o alpaca, es decir, se consolida la gastronomía nacional”, dijo Stakeeff.
Refirió que son unas 8,000 pollerías las que se abren anualmente a nivel nacional en Perú debido a que son los restaurantes de mayor preferencia por el público.
Explicó que el crecimiento del mercado de las pollerías en Perú es destacable a pesar de que su implementación resulta ser más costosa que otros restaurantes, aunque es un negocio bastante rentable.
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