En un proceso propio de un país en fuerte crecimiento, las empresas peruanas se siguen internacionalizando, desplegándose más allá de nuestras fronteras. Cada vez son más nuestras firmas que invierten en el exterior y ponen en marcha nuevos proyectos o efectúan compras de empresas en operaciones, algunas de ellas muy importantes. Un ejemplo es el de Alicorp, que adquirió una exitosa y popular marca argentina, otro el de Ajegroup, que inclusive ha llegado al Asia con sus inversiones y productos, y el más reciente el del Grupo Brescia, que acaba de anunciar una gran compra en Chile.
En efecto, dicho grupo nacional informó, nada menos que en pleno 28 de julio, que había acordado comprar, por un monto de US$ 555 millones, la mayor productora de cemento de ese país.
Con dicha operación, no sólo calentó el ambiente de fiestas patrias, que había estado algo apagado con el anodino mensaje presidencial y la ausencia del tradicional desfile militar, sino que replicó, con un monto de dinero inclusive superior, la audaz operación mapochina de comprar, hace un año y medio, nuestra emblemática Wong. Negocios son negocios, y en este el Grupo Brescia se ganó todos los aplausos.
La Compra
La empresa cementera, productora de la marca Melón, había sido puesta en venta por su dueña, la francesa Lafarge, líder mundial en el negocio de materiales de construcción y presente en 79 países. Esta se halla embarcada en un plan de reestructuración, que la está llevando a deshacerse de activos por 1,000 millones de euros. Con esta transacción, que se cerrará a fines de agosto, podrá captar 392 millones de euros.
De los US$ 555 millones que el Grupo Brescia pagará en total, US$ 405 millones se destinarán a la compra de la empresa de cemento (en la cual Lafarge posee el 84.2% de las acciones) y US$ 25 millones a la Inmobiliaria San Patricio (en la que posee el 98%). El resto se destinará al pago de deudas y a cubrir requerimientos de capital de trabajo.
La transacción por la cementera incluye la planta de La Calera en Valparaíso (ver foto superior), que cuenta con una capacidad de 1.5 millones de toneladas; una estación de molienda en Puerto Montt, con una capacidad de 300 mil toneladas; y otra estación de molienda que viene siendo construida en la localidad de Ventanas y comenzaría a operar en el 2010. Asimismo, 54 plantas de hormigón, cinco de áridos (arena, grava, etc.), y una planta de morteros, entre otros activos.
Lafarge no sólo es líder del mercado en todos estos productos, sino que, además, cuenta con una muy completa red de distribución a lo largo del territorio chileno. Toda esa excelente capacidad productiva y de comercialización pasará ahora a manos de los Brescia.
Para adquirir el restante 15.8% de las acciones de la cementera, y controlar, así, el 100% de estas, el grupo nacional lanzará una oferta pública de adquisición, que vencerá a fines de agosto.
Sin duda, la compra se efectuó en el momento más conveniente, dado que la crisis ha reducido el valor de todos los activos. Además, al haber disminuido, también por la crisis, la capacidad instalada utilizada, en el corto plazo no se requerirá efectuar nuevas inversiones, pues con la capacidad existente bastará para atender la demanda en recuperación.
Esta es la compra más importante efectuada por una empresa peruana en Chile. Otra inversión destacada allí, aunque muy inferior a esta, fue la de Milpo, que a fines de la década pasada adquirió la mina Iván, por poco más de US$ 20 millones. Las demás son sumamente pequeñas, y se hallan diversificadas en tiendas de ropa, restaurantes, una cadena de cine, joyerías, y algunas pequeñas y medianas empresas industriales y de servicios.
El Grupo Brescia
Para conocer al Grupo Brescia, leamos el comunicado de Lafarge:
Es uno de los más grandes conglomerados del Perú. Posee compañías de alcance internacional, como TASA, primer productor de harina de pescado con 6% de la demanda mundial. Su compañía minera Minsur es la tercera productora mundial de estaño y tiene operaciones en el Perú y Brasil. Su corporación hotelera, Libertador, es la primera cadena peruana de hoteles de primera clase y tiene acuerdos con la internacional Starwood (con la que viene construyendo el hotel Westin). Actualmente tiene inversiones por más de US$ 100 millones en hoteles de lujo, que abrirán este año y el próximo. Asimismo, es dueño de compañías inmobiliarias que construyen y operan centros comerciales, edificios de oficinas y tiendas minoristas y vende propiedades urbanas y residenciales. El Grupo posee más de 186 mil metros cuadrados de área arrendable y aproximadamente 139 mil metros cuadrados de área terrestre, principalmente en Lima. Con BBVA de España, es copropietario del banco BBVA Continental, el segundo más grande del país y operador de la más grande AFP. El Grupo también es poseedor de Rímac Seguros, la primera empresa de seguros del país y otras muchas importantes empresas en los rubros agrícola, de exportación de frutas, fabricación de soldaduras, explosivos, pinturas y químicos, de salud, construcción y otras."
Sin duda, el grupo se halla en un intenso plan de expansión internacional. Su adquisición de la productora de estaño Minera Taboca en Brasil, efectuada el año pasado, también fue cuantiosa, por nada menos que US$ 472 millones. El mismo año adquirió, por medio de su empresa Soldexsa, y por un monto total de US$ 97 millones, las empresas Soldaduras West Arco y Soldaduras Megriweld de Colombia, así como la empresa Comercializadora de Electrodos de Venezuela.
Además, está participando como socio mayoritario de la empresa Nitratos del Perú (junto con la chilena Sigdo Koppers), en la construcción de la primera planta petroquímica con la que contará nuestro país, que implicará una inversión total de US$ 650 millones.
El Mercado Chileno
El mercado cementero chileno es aproximadamente 40% más grande que el peruano. Muestra de ello es que las ventas de Lafarge cifraron los US$ 385 millones en el 2008, siendo casi 30% mayores que las de Cementos Lima, nuestra empresa más grande. Pero no sólo Lafarge superó en ventas a nuestra primera cementera. También lo hicieron las otras dos empresas chilenas: Copaipo y Bío Bío.
Además, es un mercado muy competitivo, como lo demuestra el hecho de que sus tres empresas poseen porcentajes de participación muy similares: aproximadamente 35%, 35% y 30%. Y todas ellas operan a nivel nacional. La competencia es, pues reñidísima.
La noticia de la venta motivó un amplio despliegue informativo en el país del sur, que destacó el monto de la inversión y resaltó el hecho de que con ella el Perú se convierte en un importante actor en un sector central de su economía. El diario El Mercurio, en su editorial titulado Inversión Peruana en Chile, se refirió en términos muy elogiosos a la operación, señalando que sólo tiene facetas positivas. Entre otras cosas, dice, marca una interesante tendencia, pues ya no sólo Chile invierte en el Perú, sino que el Perú hace lo propio en Chile; además, estrecha las relaciones económicas y de todo tipo, crea favorables dependencias mutuas y genera un círculo virtuoso de complementariedad, acercando cada vez más a los dos países.
En efecto, dicho grupo nacional informó, nada menos que en pleno 28 de julio, que había acordado comprar, por un monto de US$ 555 millones, la mayor productora de cemento de ese país.
Con dicha operación, no sólo calentó el ambiente de fiestas patrias, que había estado algo apagado con el anodino mensaje presidencial y la ausencia del tradicional desfile militar, sino que replicó, con un monto de dinero inclusive superior, la audaz operación mapochina de comprar, hace un año y medio, nuestra emblemática Wong. Negocios son negocios, y en este el Grupo Brescia se ganó todos los aplausos.
La Compra
La empresa cementera, productora de la marca Melón, había sido puesta en venta por su dueña, la francesa Lafarge, líder mundial en el negocio de materiales de construcción y presente en 79 países. Esta se halla embarcada en un plan de reestructuración, que la está llevando a deshacerse de activos por 1,000 millones de euros. Con esta transacción, que se cerrará a fines de agosto, podrá captar 392 millones de euros.
De los US$ 555 millones que el Grupo Brescia pagará en total, US$ 405 millones se destinarán a la compra de la empresa de cemento (en la cual Lafarge posee el 84.2% de las acciones) y US$ 25 millones a la Inmobiliaria San Patricio (en la que posee el 98%). El resto se destinará al pago de deudas y a cubrir requerimientos de capital de trabajo.
La transacción por la cementera incluye la planta de La Calera en Valparaíso (ver foto superior), que cuenta con una capacidad de 1.5 millones de toneladas; una estación de molienda en Puerto Montt, con una capacidad de 300 mil toneladas; y otra estación de molienda que viene siendo construida en la localidad de Ventanas y comenzaría a operar en el 2010. Asimismo, 54 plantas de hormigón, cinco de áridos (arena, grava, etc.), y una planta de morteros, entre otros activos.
Lafarge no sólo es líder del mercado en todos estos productos, sino que, además, cuenta con una muy completa red de distribución a lo largo del territorio chileno. Toda esa excelente capacidad productiva y de comercialización pasará ahora a manos de los Brescia.
Para adquirir el restante 15.8% de las acciones de la cementera, y controlar, así, el 100% de estas, el grupo nacional lanzará una oferta pública de adquisición, que vencerá a fines de agosto.
Sin duda, la compra se efectuó en el momento más conveniente, dado que la crisis ha reducido el valor de todos los activos. Además, al haber disminuido, también por la crisis, la capacidad instalada utilizada, en el corto plazo no se requerirá efectuar nuevas inversiones, pues con la capacidad existente bastará para atender la demanda en recuperación.
Esta es la compra más importante efectuada por una empresa peruana en Chile. Otra inversión destacada allí, aunque muy inferior a esta, fue la de Milpo, que a fines de la década pasada adquirió la mina Iván, por poco más de US$ 20 millones. Las demás son sumamente pequeñas, y se hallan diversificadas en tiendas de ropa, restaurantes, una cadena de cine, joyerías, y algunas pequeñas y medianas empresas industriales y de servicios.
El Grupo Brescia
Para conocer al Grupo Brescia, leamos el comunicado de Lafarge:
Es uno de los más grandes conglomerados del Perú. Posee compañías de alcance internacional, como TASA, primer productor de harina de pescado con 6% de la demanda mundial. Su compañía minera Minsur es la tercera productora mundial de estaño y tiene operaciones en el Perú y Brasil. Su corporación hotelera, Libertador, es la primera cadena peruana de hoteles de primera clase y tiene acuerdos con la internacional Starwood (con la que viene construyendo el hotel Westin). Actualmente tiene inversiones por más de US$ 100 millones en hoteles de lujo, que abrirán este año y el próximo. Asimismo, es dueño de compañías inmobiliarias que construyen y operan centros comerciales, edificios de oficinas y tiendas minoristas y vende propiedades urbanas y residenciales. El Grupo posee más de 186 mil metros cuadrados de área arrendable y aproximadamente 139 mil metros cuadrados de área terrestre, principalmente en Lima. Con BBVA de España, es copropietario del banco BBVA Continental, el segundo más grande del país y operador de la más grande AFP. El Grupo también es poseedor de Rímac Seguros, la primera empresa de seguros del país y otras muchas importantes empresas en los rubros agrícola, de exportación de frutas, fabricación de soldaduras, explosivos, pinturas y químicos, de salud, construcción y otras."
Sin duda, el grupo se halla en un intenso plan de expansión internacional. Su adquisición de la productora de estaño Minera Taboca en Brasil, efectuada el año pasado, también fue cuantiosa, por nada menos que US$ 472 millones. El mismo año adquirió, por medio de su empresa Soldexsa, y por un monto total de US$ 97 millones, las empresas Soldaduras West Arco y Soldaduras Megriweld de Colombia, así como la empresa Comercializadora de Electrodos de Venezuela.
Además, está participando como socio mayoritario de la empresa Nitratos del Perú (junto con la chilena Sigdo Koppers), en la construcción de la primera planta petroquímica con la que contará nuestro país, que implicará una inversión total de US$ 650 millones.
El Mercado Chileno
El mercado cementero chileno es aproximadamente 40% más grande que el peruano. Muestra de ello es que las ventas de Lafarge cifraron los US$ 385 millones en el 2008, siendo casi 30% mayores que las de Cementos Lima, nuestra empresa más grande. Pero no sólo Lafarge superó en ventas a nuestra primera cementera. También lo hicieron las otras dos empresas chilenas: Copaipo y Bío Bío.
Además, es un mercado muy competitivo, como lo demuestra el hecho de que sus tres empresas poseen porcentajes de participación muy similares: aproximadamente 35%, 35% y 30%. Y todas ellas operan a nivel nacional. La competencia es, pues reñidísima.
La noticia de la venta motivó un amplio despliegue informativo en el país del sur, que destacó el monto de la inversión y resaltó el hecho de que con ella el Perú se convierte en un importante actor en un sector central de su economía. El diario El Mercurio, en su editorial titulado Inversión Peruana en Chile, se refirió en términos muy elogiosos a la operación, señalando que sólo tiene facetas positivas. Entre otras cosas, dice, marca una interesante tendencia, pues ya no sólo Chile invierte en el Perú, sino que el Perú hace lo propio en Chile; además, estrecha las relaciones económicas y de todo tipo, crea favorables dependencias mutuas y genera un círculo virtuoso de complementariedad, acercando cada vez más a los dos países.