La marca Oechsle, tan conocida entre los limeños mayores de 20 años, que disfrutaron de sus productos y de su servicio hasta inicios de la década anterior, acaba de regresar al mercado peruano, pero, esta vez, de la mano de nuevos dueños.
En efecto, la tradicional cadena de tiendas de departamentos, que, como se recuerda, operaba exclusivamente en la capital y que cerró en los años 90, agobiada por la crisis económica y problemas de manejo, está de vuelta, con planes más ambiciosos, con un despliegue que será de nivel nacional y bajo el mando de un nuevo propietario: la cadena Tiendas Peruanas, perteneciente al Grupo Interbank.
Como muestra de que esta vez el despliegue ya no será únicamente limeño, sino nacional, el primer local de esta nueva época de Oechsle ha sido inaugurado hace tres días nada menos que en La Incontrastable Huancayo, la pujante y más importante ciudad de la sierra central peruana. La tienda se ubica en el amplio y moderno centro comercial Real Plaza Huancayo, también perteneciente al Grupo Interbank e inaugurado hace pocos meses.
La reincorporación de Oechsle al negocio de las tiendas por departamentos no se queda, sin embargo, en la mera anécdota del retorno de una marca apreciada. Establece un nuevo escenario en el mercado, dado que Falabella y Ripley, las dos empresas que, con sus 25 tiendas, lo dominaban sin competencia alguna, ahora deberán hacer frente a un contendor peruano que tiene intenciones de crecer rápidamente, y que, además, cuenta con la ventaja del brazo financiero que le ofrece Interbank, el cuarto banco más grande del país. Gracias a éste, y mediante las tarjetas Oh!, Oechsle planea masificar los créditos para sus clientes, asegurando su fidelidad.
Muestra de la agresiva e innovadora estrategia de Tiendas Peruanas es que está aprovechando la crisis para acelerar la apertura de sus locales, favorecido por la baja de los costos de construcción, en momentos en que sus dos rivales chilenos más bien han desacelerado sus planes de expansión, en tanto que el tercero (Cencosud) ha postergado sus planes de ingreso a nuestro mercado.
El objetivo de la pujante nueva empresa peruana es invertir US$ 80 millones en éste y el próximo año, con el fin de cerrar esta primera etapa con nada menos que ocho tiendas, lo que ya la dejaría bastante bien posicionada en el mercado, y en condiciones de dar, en lo sucesivo, una dura batalla a sus competidores. La idea de fondo es invertir US$ 200 millones en los próximos cinco años, con la finalidad de extender la cadena hasta las 20 tiendas.
A la precursora tienda huancaína le seguirá otra también provinciana, que será inaugurada en la primaveral Trujillo a fines de setiembre. Por su parte, el esperado retorno de Oechsle a su natal Lima tendrá lugar en noviembre, cuando se inaugure el espectacular Centro Comercial Real Plaza del Centro Cívico, destinado a ser uno de los más importantes del país.
Posteriormente, aproximadamente en abril del 2010, seguiría la apertura de otra tienda limeña, la del Jirón de la Unión, y luego otras dos en provincias, en Arequipa y Chiclayo. Es decir, existirá una casi perfecta equiparidad entre las aperturas en la capital y el interior del país. Dado que actualmente menos del 30% de las tiendas por departamentos están en provincias, los planes de Oechsle contribuirán a mejorar dicha participación.
Como vemos, luego de una etapa de gran crecimiento, pero de pocos participantes, ahora las cosas en este mercado se pondrán bastante más interesantes. Que la peruana Oechsle y las chilenas Saga Falabella y Ripley busquen las mejores formas de seguir creciendo y compitan lealmente, para que así el consumidor peruano, de la mayor cantidad posible de ciudades, se convierta, como debe ser, en el principal beneficiario.
En efecto, la tradicional cadena de tiendas de departamentos, que, como se recuerda, operaba exclusivamente en la capital y que cerró en los años 90, agobiada por la crisis económica y problemas de manejo, está de vuelta, con planes más ambiciosos, con un despliegue que será de nivel nacional y bajo el mando de un nuevo propietario: la cadena Tiendas Peruanas, perteneciente al Grupo Interbank.
Como muestra de que esta vez el despliegue ya no será únicamente limeño, sino nacional, el primer local de esta nueva época de Oechsle ha sido inaugurado hace tres días nada menos que en La Incontrastable Huancayo, la pujante y más importante ciudad de la sierra central peruana. La tienda se ubica en el amplio y moderno centro comercial Real Plaza Huancayo, también perteneciente al Grupo Interbank e inaugurado hace pocos meses.
La reincorporación de Oechsle al negocio de las tiendas por departamentos no se queda, sin embargo, en la mera anécdota del retorno de una marca apreciada. Establece un nuevo escenario en el mercado, dado que Falabella y Ripley, las dos empresas que, con sus 25 tiendas, lo dominaban sin competencia alguna, ahora deberán hacer frente a un contendor peruano que tiene intenciones de crecer rápidamente, y que, además, cuenta con la ventaja del brazo financiero que le ofrece Interbank, el cuarto banco más grande del país. Gracias a éste, y mediante las tarjetas Oh!, Oechsle planea masificar los créditos para sus clientes, asegurando su fidelidad.
Muestra de la agresiva e innovadora estrategia de Tiendas Peruanas es que está aprovechando la crisis para acelerar la apertura de sus locales, favorecido por la baja de los costos de construcción, en momentos en que sus dos rivales chilenos más bien han desacelerado sus planes de expansión, en tanto que el tercero (Cencosud) ha postergado sus planes de ingreso a nuestro mercado.
El objetivo de la pujante nueva empresa peruana es invertir US$ 80 millones en éste y el próximo año, con el fin de cerrar esta primera etapa con nada menos que ocho tiendas, lo que ya la dejaría bastante bien posicionada en el mercado, y en condiciones de dar, en lo sucesivo, una dura batalla a sus competidores. La idea de fondo es invertir US$ 200 millones en los próximos cinco años, con la finalidad de extender la cadena hasta las 20 tiendas.
A la precursora tienda huancaína le seguirá otra también provinciana, que será inaugurada en la primaveral Trujillo a fines de setiembre. Por su parte, el esperado retorno de Oechsle a su natal Lima tendrá lugar en noviembre, cuando se inaugure el espectacular Centro Comercial Real Plaza del Centro Cívico, destinado a ser uno de los más importantes del país.
Posteriormente, aproximadamente en abril del 2010, seguiría la apertura de otra tienda limeña, la del Jirón de la Unión, y luego otras dos en provincias, en Arequipa y Chiclayo. Es decir, existirá una casi perfecta equiparidad entre las aperturas en la capital y el interior del país. Dado que actualmente menos del 30% de las tiendas por departamentos están en provincias, los planes de Oechsle contribuirán a mejorar dicha participación.
Como vemos, luego de una etapa de gran crecimiento, pero de pocos participantes, ahora las cosas en este mercado se pondrán bastante más interesantes. Que la peruana Oechsle y las chilenas Saga Falabella y Ripley busquen las mejores formas de seguir creciendo y compitan lealmente, para que así el consumidor peruano, de la mayor cantidad posible de ciudades, se convierta, como debe ser, en el principal beneficiario.