De acuerdo a lo anunciado, en esta oportunidad presentamos un ranking latinoamericano referido a uno de los más importantes indicadores del desarrollo: la esperanza de vida al nacer.
Este indicador, como se sabe, estima el número de años que podrían vivir las personas de un país teniendo en cuenta las condiciones generales de vida imperantes en él, en aspectos tales como mortalidad infantil, niveles de pobreza, nutrición, acceso a infraestructura sanitaria, servicios de salud, etc.
Los datos provienen del informe Estadísticas Sanitarias Mundiales 2009, que acaba de publicar la Organización Mundial de la Salud (OMS). Éste revela un progreso generalizado en América Latina, con un rápido avance en un gran número de países. Ello ha permitido llevar la esperanza de vida de todo el continente americano hasta los 76 años, posicionándolo como el líder mundial en la materia, por delante de zonas tan avanzadas como Europa y el Pacífico Occidental, ambas con un indicador de 74 años.
El país latinoamericano con la mayor esperanza de vida es Costa Rica, donde un ciudadano puede aspirar a vivir un promedio de 79 años. El pequeño país centroamericano, conocido por su madura democracia, su estabilidad política y económica y su proverbial pacifismo, es también líder en desarrollo humano, lo que es corroborado por indicadores como el mencionado.
El segundo país es Chile, cuya expectativa de vida alcanza los 78 años. Similar expectativa existe en Cuba, nación que, pese a sus graves deficiencias en cuanto a libertades políticas y progreso material, exhibe indicadores sociales sumamente elevados.
Sorprendentemente, mostrando un enorme salto frente a evaluaciones anteriores, y por delante de países que lo superaban largamente (como Argentina y Uruguay), se ubica el Perú, con una esperanza de vida de 76 años, similar a las de México y Panamá. Cabe recordar que el indicador de nuestro país había sido de 69 años en 1990 y 72 años en el 2000. Sin duda, el notable avance repercutirá muy favorablemente en nuestro Índice de Desarrollo Humano, habida cuenta de la importancia decisiva que la esperanza de vida tiene en éste.
El país más grande de la región, Brasil, sólo logra ubicarse en el puesto 12, con una esperanza vital de 73 años. Ello demuestra que, al margen de sus grandes logros en múltiples campos, la nación atlántica todavía tiene un buen trecho por recorrer en materia de desarrollo socioeconómico.
La mayoría de los últimos lugares del ranking son ocupados por países centroamericanos, que aún padecen de graves carencias en este aspecto. Sin embargo, el más deficitario es sudamericano: Bolivia. En la nación altiplánica, la esperanza de vida sólo llega a 66 años.
Este indicador, como se sabe, estima el número de años que podrían vivir las personas de un país teniendo en cuenta las condiciones generales de vida imperantes en él, en aspectos tales como mortalidad infantil, niveles de pobreza, nutrición, acceso a infraestructura sanitaria, servicios de salud, etc.
Los datos provienen del informe Estadísticas Sanitarias Mundiales 2009, que acaba de publicar la Organización Mundial de la Salud (OMS). Éste revela un progreso generalizado en América Latina, con un rápido avance en un gran número de países. Ello ha permitido llevar la esperanza de vida de todo el continente americano hasta los 76 años, posicionándolo como el líder mundial en la materia, por delante de zonas tan avanzadas como Europa y el Pacífico Occidental, ambas con un indicador de 74 años.
El país latinoamericano con la mayor esperanza de vida es Costa Rica, donde un ciudadano puede aspirar a vivir un promedio de 79 años. El pequeño país centroamericano, conocido por su madura democracia, su estabilidad política y económica y su proverbial pacifismo, es también líder en desarrollo humano, lo que es corroborado por indicadores como el mencionado.
El segundo país es Chile, cuya expectativa de vida alcanza los 78 años. Similar expectativa existe en Cuba, nación que, pese a sus graves deficiencias en cuanto a libertades políticas y progreso material, exhibe indicadores sociales sumamente elevados.
Sorprendentemente, mostrando un enorme salto frente a evaluaciones anteriores, y por delante de países que lo superaban largamente (como Argentina y Uruguay), se ubica el Perú, con una esperanza de vida de 76 años, similar a las de México y Panamá. Cabe recordar que el indicador de nuestro país había sido de 69 años en 1990 y 72 años en el 2000. Sin duda, el notable avance repercutirá muy favorablemente en nuestro Índice de Desarrollo Humano, habida cuenta de la importancia decisiva que la esperanza de vida tiene en éste.
El país más grande de la región, Brasil, sólo logra ubicarse en el puesto 12, con una esperanza vital de 73 años. Ello demuestra que, al margen de sus grandes logros en múltiples campos, la nación atlántica todavía tiene un buen trecho por recorrer en materia de desarrollo socioeconómico.
La mayoría de los últimos lugares del ranking son ocupados por países centroamericanos, que aún padecen de graves carencias en este aspecto. Sin embargo, el más deficitario es sudamericano: Bolivia. En la nación altiplánica, la esperanza de vida sólo llega a 66 años.