Temas como inflación, dólar y menor consumo serán clave en 2009 para estas compañías.
Emilio Maldonado Quevedo
Cuando llueve todos se mojan. Y algunos se mojan más que otros.
Ese parece haber sido el caso, al menos en el comportamiento bursátil, del retail durante las últimas semanas.
Las turbulencias económicas en el mundo, que se han traducido en volatilidad en los mercados, ha hecho que los inversionistas castiguen fuertemente a este sector, el mismo que hasta inicios de 2008, era considerado la estrella de la industria nacional.
La razón no es otra que un pensamiento lógico. A menor crecimiento, menor consumo; y a menor consumo, menor rentabilidad para estas compañías.
Y si bien las firmas han manifestado, o al menos lo han analizado, su deseo de paralizar algunas inversiones debido a la escasez de financiamiento, sus proyecciones de consumo para 2009 no son para nada negativas, ni tampoco restrictivas.
Lo que sí queda claro, en sintonía con los tiempos que corren, es que la bonanza del retail quedará en pausa. Al menos hasta avanzado 2010.
Esa es la percepción que queda al escuchar a cuatro de los ejecutivos de las compañías más grandes del país. Mosqueteros de un sector que representa ventas equivalentes al 22% del PIB nacional, quienes –al menos en lo que pregonan-, no temen a los coletazos de la crisis en Wall Street.
En mejor pie
Y esa audacia la deben, según confiesa Claudio Hohmann, gerente de asuntos corporativos de D&S, a la serie de experiencias pasadas que han debido sortear. “Al comparar la crisis más reciente, la del 99, vemos que en ese momento a D&S lo encontró con grandes inversiones en el proyecto de hipermercados, en cambio ahora tenemos pocas aperturas de hipermercados y muchas aperturas de estos formatos de bajo costo que están dirigidas a segmentos C3, D y hasta el E. Así, comparando crisis con crisis, ésta encuentra a la compañía no sólo más grande, sino también con indicadores más favorables”.
Esa preparación es clave según el gerente corporativo de finanzas de Ripley, Hernán Uribe. “Ninguno de nosotros es pitoniso para decir si esto será o no grave. Lo que uno tiene que hacer es estar flexible para acompañar a nuestro consumidor en lo que él quiera hacer. Si él quiere gastar, tenemos que tener los productos, y si va a contenerse, debemos tener la flexibilidad para recortar inventarios y recortar crecimiento”.
Tal como ellos, Pablo Alcalde, quien lleva diez años al mando de La Polar, opina que el sector ha adquirido tal experiencia y profesionalismo que una eventual recesión no los dejará en el suelo. "Creo que ha habido una moderación del consumo, que pienso que será por un período relativamente largo, y que se traducirá en menor crecimiento, pero nunca que vamos a decrecer", explica.
No es la subprime chilena
Uno de los puntos sensibles, y por donde se ha castigado a las empresas del retail, ha sido por la aparente enormidad de clientes con créditos ya en curso. De hecho, comparable a juicio de muchos, con las hipotecas basura en Estados Unidos.
De entrar el mundo en recesión, según los analistas, Chile verá aumentar su nivel de desempleo, golpeando con ello la capacidad de pago de los segmentos más vulnerables: el C3, D y E.
Sobre esto, Alcalde sale en defensa de estos grupos, donde concentra sus fortalezas La Polar. "Creo que el sector C3 y D está siendo analizado con una visión de una década atrás, más bien desinformada. Ese segmento hoy corresponde a lo mismo que era el C1 hace una década. Es un sector muy incorporado, donde el empleo ha crecido de manera importante. Hace una década trabajaban 0,8 personas por cada uno de estos hogares; hoy, 1,6. Por eso que el análisis que se hace del segmento es menospreciar su capacidad de información, que se endeuda con facilidad y que no cotiza", grafica el ejecutivo de la multitienda.
La enérgica defensa del segmento de Alcalde es refrendada por el gerente general corporativo de Cencosud, Laurence Golborne, al ser consultado si el retail puede ser una "subprime" chilena.
"Hay que poner esto en perspectiva. Hay una diferencia fundamental entre cualquiera sea el riesgo de nuestras carteras con lo ocurrido con la crisis subprime. Y se basa simplemente en el leverage. La plata que nosotros hemos prestado está ligada con los accionistas y tiene una relación de leverage bajo el 1. No estamos hablando de los niveles bancarios que llegan a 10 a 1; 9 a 1 y menos al caso de Lehman Brothers que estaba 33 a 1. Si hubiese algún riesgo, ese riesgo está cubierto con el patrimonio de los accionistas", explica Golborne.
"No tiene ninguna comparación lo que es la solidez financiera de este tipo de instituciones con respecto a la de un banco", agrega Uribe de Ripley.
¿Se aprieta a los proveedores?
Pero la crisis financiera no sólo ha levantado sospechas sobre la actual situación en que se encuentran los retailers o la cantidad de créditos que tienen ya en circulación.
Además de ello, y ante el recorte al acceso a líneas de crédito en el exterior, muchos han supuesto que podrían venir algunos ajustes de las condiciones de pago hacia los proveedores, para que las firmas ganen días extras de liquidez.
"Es un tema de confianza, de relaciones que se han construido durante mucho tiempo y que son relaciones estables", comenta Alcalde, agregando que "las empresas están estructuradas financieramente y no se puede mover esto como si fuese un péndulo. Esta crisis no es algo que vaya a acabar todo en 30 días o que vayamos a desaparecer en 30 días. Compañías grandes como las nuestras no deshacen relaciones en treinta días".
"Lo que dice Pablo es muy importante", acota Golborne. "Cuando le preguntan a don Horst sobre la caída patrimonial de Cencosud, él responde que los metros que teníamos de sala de venta siguen estando ahí, los clientes siguen llegando ahí, los productos se siguen vendiendo, por lo tanto… ¡de qué están hablando! Lo relevante es la relación de largo plazo con los clientes y con los proveedores, y el resto no se ha visto alterado", puntualiza.
El dólar no jugará a favor
Pese al optimismo -o tranquilidad-que reina entre estos representantes del retail, cuyas empresas en conjunto facturaron US$ 14.000 millones al cierre de 2007, el escenario actual y futuro no está fácil.
Además de una menor liquidez en los mercados, y de una disminución en el consumo (jamás contracción como aseguran), el alza del dólar ya comienza a pasar la cuenta en los inventarios.
"Nosotros tenemos todo cubierto. Tanto por el lado de inflación, como por el lado del tipo de cambio", asegura Uribe. Él cree que, si bien en esta 'pasada' pueden verse beneficiados al haber comprado inventarios a $460 y hoy está a $650, de seguir la tendencia alcista, podría afectar el consumo, ya que como aseguran al unísono, el retail es un intermediario entre los proveedores, sea de donde sean, y los consumidores.
www.df.cl
Emilio Maldonado Quevedo
Cuando llueve todos se mojan. Y algunos se mojan más que otros.
Ese parece haber sido el caso, al menos en el comportamiento bursátil, del retail durante las últimas semanas.
Las turbulencias económicas en el mundo, que se han traducido en volatilidad en los mercados, ha hecho que los inversionistas castiguen fuertemente a este sector, el mismo que hasta inicios de 2008, era considerado la estrella de la industria nacional.
La razón no es otra que un pensamiento lógico. A menor crecimiento, menor consumo; y a menor consumo, menor rentabilidad para estas compañías.
Y si bien las firmas han manifestado, o al menos lo han analizado, su deseo de paralizar algunas inversiones debido a la escasez de financiamiento, sus proyecciones de consumo para 2009 no son para nada negativas, ni tampoco restrictivas.
Lo que sí queda claro, en sintonía con los tiempos que corren, es que la bonanza del retail quedará en pausa. Al menos hasta avanzado 2010.
Esa es la percepción que queda al escuchar a cuatro de los ejecutivos de las compañías más grandes del país. Mosqueteros de un sector que representa ventas equivalentes al 22% del PIB nacional, quienes –al menos en lo que pregonan-, no temen a los coletazos de la crisis en Wall Street.
En mejor pie
Y esa audacia la deben, según confiesa Claudio Hohmann, gerente de asuntos corporativos de D&S, a la serie de experiencias pasadas que han debido sortear. “Al comparar la crisis más reciente, la del 99, vemos que en ese momento a D&S lo encontró con grandes inversiones en el proyecto de hipermercados, en cambio ahora tenemos pocas aperturas de hipermercados y muchas aperturas de estos formatos de bajo costo que están dirigidas a segmentos C3, D y hasta el E. Así, comparando crisis con crisis, ésta encuentra a la compañía no sólo más grande, sino también con indicadores más favorables”.
Esa preparación es clave según el gerente corporativo de finanzas de Ripley, Hernán Uribe. “Ninguno de nosotros es pitoniso para decir si esto será o no grave. Lo que uno tiene que hacer es estar flexible para acompañar a nuestro consumidor en lo que él quiera hacer. Si él quiere gastar, tenemos que tener los productos, y si va a contenerse, debemos tener la flexibilidad para recortar inventarios y recortar crecimiento”.
Tal como ellos, Pablo Alcalde, quien lleva diez años al mando de La Polar, opina que el sector ha adquirido tal experiencia y profesionalismo que una eventual recesión no los dejará en el suelo. "Creo que ha habido una moderación del consumo, que pienso que será por un período relativamente largo, y que se traducirá en menor crecimiento, pero nunca que vamos a decrecer", explica.
No es la subprime chilena
Uno de los puntos sensibles, y por donde se ha castigado a las empresas del retail, ha sido por la aparente enormidad de clientes con créditos ya en curso. De hecho, comparable a juicio de muchos, con las hipotecas basura en Estados Unidos.
De entrar el mundo en recesión, según los analistas, Chile verá aumentar su nivel de desempleo, golpeando con ello la capacidad de pago de los segmentos más vulnerables: el C3, D y E.
Sobre esto, Alcalde sale en defensa de estos grupos, donde concentra sus fortalezas La Polar. "Creo que el sector C3 y D está siendo analizado con una visión de una década atrás, más bien desinformada. Ese segmento hoy corresponde a lo mismo que era el C1 hace una década. Es un sector muy incorporado, donde el empleo ha crecido de manera importante. Hace una década trabajaban 0,8 personas por cada uno de estos hogares; hoy, 1,6. Por eso que el análisis que se hace del segmento es menospreciar su capacidad de información, que se endeuda con facilidad y que no cotiza", grafica el ejecutivo de la multitienda.
La enérgica defensa del segmento de Alcalde es refrendada por el gerente general corporativo de Cencosud, Laurence Golborne, al ser consultado si el retail puede ser una "subprime" chilena.
"Hay que poner esto en perspectiva. Hay una diferencia fundamental entre cualquiera sea el riesgo de nuestras carteras con lo ocurrido con la crisis subprime. Y se basa simplemente en el leverage. La plata que nosotros hemos prestado está ligada con los accionistas y tiene una relación de leverage bajo el 1. No estamos hablando de los niveles bancarios que llegan a 10 a 1; 9 a 1 y menos al caso de Lehman Brothers que estaba 33 a 1. Si hubiese algún riesgo, ese riesgo está cubierto con el patrimonio de los accionistas", explica Golborne.
"No tiene ninguna comparación lo que es la solidez financiera de este tipo de instituciones con respecto a la de un banco", agrega Uribe de Ripley.
¿Se aprieta a los proveedores?
Pero la crisis financiera no sólo ha levantado sospechas sobre la actual situación en que se encuentran los retailers o la cantidad de créditos que tienen ya en circulación.
Además de ello, y ante el recorte al acceso a líneas de crédito en el exterior, muchos han supuesto que podrían venir algunos ajustes de las condiciones de pago hacia los proveedores, para que las firmas ganen días extras de liquidez.
"Es un tema de confianza, de relaciones que se han construido durante mucho tiempo y que son relaciones estables", comenta Alcalde, agregando que "las empresas están estructuradas financieramente y no se puede mover esto como si fuese un péndulo. Esta crisis no es algo que vaya a acabar todo en 30 días o que vayamos a desaparecer en 30 días. Compañías grandes como las nuestras no deshacen relaciones en treinta días".
"Lo que dice Pablo es muy importante", acota Golborne. "Cuando le preguntan a don Horst sobre la caída patrimonial de Cencosud, él responde que los metros que teníamos de sala de venta siguen estando ahí, los clientes siguen llegando ahí, los productos se siguen vendiendo, por lo tanto… ¡de qué están hablando! Lo relevante es la relación de largo plazo con los clientes y con los proveedores, y el resto no se ha visto alterado", puntualiza.
El dólar no jugará a favor
Pese al optimismo -o tranquilidad-que reina entre estos representantes del retail, cuyas empresas en conjunto facturaron US$ 14.000 millones al cierre de 2007, el escenario actual y futuro no está fácil.
Además de una menor liquidez en los mercados, y de una disminución en el consumo (jamás contracción como aseguran), el alza del dólar ya comienza a pasar la cuenta en los inventarios.
"Nosotros tenemos todo cubierto. Tanto por el lado de inflación, como por el lado del tipo de cambio", asegura Uribe. Él cree que, si bien en esta 'pasada' pueden verse beneficiados al haber comprado inventarios a $460 y hoy está a $650, de seguir la tendencia alcista, podría afectar el consumo, ya que como aseguran al unísono, el retail es un intermediario entre los proveedores, sea de donde sean, y los consumidores.
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