Los peruanos, pese a nuestros aún bajos ingresos, estamos demostrando ser buenos pagadores. Así lo refleja la actual tasa de morosidad, es decir, la relación entre la cartera atrasada y las colocaciones brutas.
Según la Asociación de Bancos (ASBANC), la referida tasa bajó en setiembre a sólo 1.19%, el nivel más bajo de la historia. Es decir, de cada 100 soles prestados, sólo 1.19 soles sufre atraso en su reembolso. El record anterior, registrado en junio, había sido de 1.21%.
La Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) califica como morosos los créditos cuya devolución excede el plazo en 15 días, tratándose de créditos comerciales; y en 30 días, tratándose de créditos a microempresas. En los créditos hipotecarios y de consumo, la morosidad aparece luego de 30 días de retraso en la cuota y 90 en el saldo.
A decir de ASBANC, el excelente record de morosidad de setiembre se explica por las adecuadas políticas crediticias de las entidades financieras, el adecuado seguimiento de los préstamos, y el favorable desempeño económico del país. Este último, sin duda, permite que los prestatarios tengan un sostenido flujo de ingresos, y puedan con ello efectuar un oportuno reembolso de los recursos.
Y pensar que a principios de la década la morosidad se hallaba a niveles cercanos al 10%. Felizmente, las cosas fueron mejorando año a año. En un contexto internacional tan turbulento como el actual, en el que se requiere sistemas financieros solventes, capaces de resistir las embestidas de la especulación, y, eventualmente, del pánico, un indicador como el que aquí comentamos resulta de lo más oportuno.
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Según la Asociación de Bancos (ASBANC), la referida tasa bajó en setiembre a sólo 1.19%, el nivel más bajo de la historia. Es decir, de cada 100 soles prestados, sólo 1.19 soles sufre atraso en su reembolso. El record anterior, registrado en junio, había sido de 1.21%.
La Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) califica como morosos los créditos cuya devolución excede el plazo en 15 días, tratándose de créditos comerciales; y en 30 días, tratándose de créditos a microempresas. En los créditos hipotecarios y de consumo, la morosidad aparece luego de 30 días de retraso en la cuota y 90 en el saldo.
A decir de ASBANC, el excelente record de morosidad de setiembre se explica por las adecuadas políticas crediticias de las entidades financieras, el adecuado seguimiento de los préstamos, y el favorable desempeño económico del país. Este último, sin duda, permite que los prestatarios tengan un sostenido flujo de ingresos, y puedan con ello efectuar un oportuno reembolso de los recursos.
Y pensar que a principios de la década la morosidad se hallaba a niveles cercanos al 10%. Felizmente, las cosas fueron mejorando año a año. En un contexto internacional tan turbulento como el actual, en el que se requiere sistemas financieros solventes, capaces de resistir las embestidas de la especulación, y, eventualmente, del pánico, un indicador como el que aquí comentamos resulta de lo más oportuno.
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