Mercados regionales cierran otro día negro

El índice principal de la Bolsa de Valores de São Paulo, la mayor de la región, perdió un 3,97%, con las empresas ligadas a las materias primas encabezando el derrumbe. La ola vendedora mundial se sintió como un terremoto desde Ciudad de México a Sao Paulo y desde Lima a Buenos Aires.

Buenos Aires. Los mercados de América Latina vivieron el viernes otro día de colapso, con un derrumbe por momentos sin piso de las acciones y entre advertencias de una acentuada caída en los precios de las materias primas, vitales para el crecimiento de la región desde el 2003.

La ola vendedora mundial, que incrementó la presión sobre los activos de riesgo, se sintió como un terremoto desde Ciudad de México a Sao Paulo y desde Lima a Buenos Aires, en un movimiento que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, calificó como "la anarquía de los mercados".

El índice índice Bovespa, el principal de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, la mayor de la región, que por tercera vez en la semana debió interrumpir sus negocios por 30 minutos, perdió un 3,97 por ciento, a 35.609,99 puntos, con las empresas ligadas a las materias primas encabezando el derrumbe.

El Bovespa perdió casi un 20 por ciento en la semana, y un 28 por ciento en las últimas siete ruedas.

El Banco Central de Brasil anunció que no se impuso límites para su actuación en el mercado de cambios buscando defender al real, la moneda local, que sin embargo perdió más de un 5 por ciento ante el dólar, a 2,326 unidades.

La prensa brasileña publicó el viernes que la autoridad monetaria estimaba gastar hasta un 10 por ciento de sus reservas, o unos 20.000 millones de dólares, en su intervención en el mercado cambiario.

El economista jefe de Merrill Lynch, Alex Patelis, hizo una dura advertencia, indicando que llegaron los tiempos de vacas flacas y que el mundo necesita el dinero acumulado por las naciones emergentes en los recientes años de bonanza.

La bolsa peruana, en tanto, debió suspender indefinidamente sus operaciones, en medio de su mayor caída en la historia, de más de un 11 por ciento, ante el pavor por una posible recesión mundial.

Los principales índices bursátiles estadounidenses, que recortaron antes del cierre sus fuertes caídas, concluyeron en terreno negativo superior al 1 por ciento y tras una jornada de desesperación inversora con venta de activos a cualquier precio. Un agente en Sao Paulo dijo que "había una desconfianza en relación a nuevas quiebras en Estados Unidos".

Pero el operador argentino Mariano Tavelli de Tavelli y Compañía Sociedad de Bolsa dijo que "el ojo no está puesto sólo en Estados Unidos porque los mismos productos estructurados están diseminados en todo el mundo".

Pérdidas masivas en América Latina. El índice MSCI de acciones latinoamericanas, en el que los activos de Brasil tienen una gran ponderación, cayó un 7,9 por ciento, en tanto se reportaron fuertes pérdidas en los papeles de la mexicana Cemex, la tercera mayor cementera del mundo, ante preocupaciones por sus operaciones con derivados.

El mayor conglomerado industrial de Brasil, Grupo Votorantim, dijo el viernes que había desembolsado 2.200 millones de reales (963 millones de dólares) para eliminar toda su exposición a derivados en moneda extranjera.

Votorantim se unió a compañías brasileñas como la productora de celulosa Aracruz y la empresa de alimentos Sadia en anunciar masivas pérdidas en derivados en moneda extranjera.

Con ese marco, la bolsa mexicana cayó un 1.99 por ciento, con su principal índice el IPC en 19.905.27 puntos.

Las acciones chilenas se derrumbaron un 5,3 por ciento, con el referencial IPSA de la Bolsa de Comercio de Santiago en 2.084,84 puntos.

La bolsa argentina siguió la tendencia, con una caída de su índice líder Merval de un 5,54 por ciento, a 1.284,5 puntos.

El resto de las monedas latinoamericanas también sufrió, con el peso chileno en sus mínimos en cuatro años en 636,5 por dólar.

"Estamos insertos en un panorama negro, con las bolsas de todo el mundo cayendo, así como las monedas de Latinoamérica derrumbándose profundamente", dijo un operador en Santiago.

El peso mexicano llegó a perder casi un 8 por ciento en los primeros negocios del día, para luego moderar su caída a un 4,39 por ciento, hasta 13,11 unidades por dólar.

El peso argentino, en tanto, fue la excepción, con una subida de un 0,31 por ciento en el segmento mayorista, donde interviene el Banco Central, a 3,2225 unidades por dólar, merced al fuerte volumen de venta de reservas de la autoridad monetaria, que según operadores llegó a más de 500 millones de dólares.

En medio del derrumbe de acciones y monedas, los diferenciales de la deuda emergente se ampliaban en 56 puntos básicos a 602 unidades frente a los bonos del Tesoro estadounidense.

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