Según propuesta, sistema privado no garantiza una pensión adecuada. Cristina Fernández enviará proyecto de ley al Congreso para su aprobación
Por Luis Corvera
Inicialmente se pensó que era solo un rumor, pero al final del día las AFP de Argentina tuvieron que reunirse de emergencia para ver cómo afrontarían la propuesta del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de eliminar el sistema privado de pensiones y retornar al sistema público. Una propuesta que, de concretarse, marcaría el primer revés del sistema de capitalización individual creado por Chile en 1981 y que hoy se utiliza en 25 países: acoge a 120 millones de trabajadores con fondos administrados por US$740.000 millones.
Al final de la reunión, las administradoras argentinas prefirieron no dar declaraciones hasta que se formalice la propuesta, la que se espera sea hecha por Fernández hoy a las 5 de la tarde en la sede de la Administración Nacional de la Seguridad Social, entidad que administra el sistema público de reparto y que opera de manera muy similar al sistema peruano.
¿POR QUÉ SE CAYÓ?
Aunque la propuesta de Fernández debe ser aprobada por el Congreso de su país para que tenga efecto, pues su sistema privado, al igual que el peruano, fue creado por una ley, utiliza como sustento para eliminar a las AFP su escasa capacidad para evitar las pérdidas de los afiliados en contextos de crisis como el actual. Algo que, según la propuesta, evidencia un riesgo para los afiliados y el propio Estado, pues los primeros recibirían pensiones tan bajas que el segundo debería intervenir para subsidiar mejores pensiones.
Un cuestionamiento que, argumentan los congresistas del oficialismo, se da en todos los países donde hoy operan los sistemas privados. Pero que, señala Pedro Flecha, presidente de la Asociación de AFP del Perú, no es tan cierto, al menos para el caso de nuestro país. "Es razonable que ante pérdidas como las que se han dado en este año, la gente se moleste, pero a diferencia de Argentina, aquí basta con ver los dos últimos años y cualquier afiliado se dará cuenta de que tiene una rentabilidad positiva".
Para Flecha, lo que ocurre en Argentina es una locura, un comentario que también fue utilizado por varios opositores al gobierno, quienes indicaron que más que una defensa de los fondos de los afiliados, se trata de una estrategia de Fernández por agenciarse de los US$28.000 millones que administran las AFP argentinas. Es más, explica Flecha, el 55% del fondo ya está en manos del Estado de ese país, pues obligó a las AFP a comprar bonos estatales para financiar el pago de su deuda externa y un 40% de ese dinero se encuentra sin garantías.
Por tanto, coincide Flecha con los opositores argentinos y las AFP de ese país, los malos resultados del sistema no están asociados con la crisis externa. "Eso podría ser este año, pero en el pasado, la baja rentabilidad es por el Estado de ese país, que las obligó a comprar bonos que pagan tasas de interés muy bajas".
"La decisión argentina es de corto plazo y no tiene un sustento estructural", opina Flecha. Y por eso no cree que esta decisión se repita en otros países. Al menos en el Congreso peruano, aunque existen propuestas para hacer modificaciones en la legislación (sobre comisiones y mecanismos de cobro), a ningún congresista por ahora --y menos al Ejecutivo-- se le ha ocurrido eliminar el sistema privado.
A la fecha, en el país existen 20.000 solicitudes de desafiliación de las AFP que se encuentran en trámite en la ONP.
Notorias diferencias con el Perú
Mientras que en Argentina el Gobierno intervino para fijar las comisiones que cobran las AFP desde este año (puso un tope de 1% sobre el salario, al que se han acogido las 10 administradoras), en el Perú se fijan por la libre competencia y hoy está en 1,78% en promedio. Eso sí, existen propuestas legislativas para fijar la tasa o asociarla a la rentabilidad del fondo administrado. Es más, la propuesta que presentaría la comisión integrada por el MEF, la SBS y la ONP recomendaría fijar la comisión en función del fondo administrado.
En Argentina, el 55% del fondo administrado está en bonos del Estado y el 40% está sin garantías, mientras que en el Perú este porcentaje llega a solo 21% y todo está garantizado. Y mientras las AFP de Argentina invierten solo el 0,35% en empresas privadas y casi nada en el extranjero, las peruanas invierten más del 70% en empresas privadas. De allí que no se pueda afirmar que la crisis afecta a las AFP argentinas.
Producto de la transferencia al sistema público, los afiliados de las AFP argentinas verán reducido su fondo. Aunque no existen estimados precisos (se habla de US$4.000 millones), la diferencia se la quedará el Estado. Además, con aportes tan bajos, se espera que la mayoría obtenga una pensión mínima de US$186 al mes una vez que se jubile. En el caso peruano, la pensión promedio en el sistema privado es de US$235 y la mínima, US$147.
www.elcomercio.com.pe
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Inicialmente se pensó que era solo un rumor, pero al final del día las AFP de Argentina tuvieron que reunirse de emergencia para ver cómo afrontarían la propuesta del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de eliminar el sistema privado de pensiones y retornar al sistema público. Una propuesta que, de concretarse, marcaría el primer revés del sistema de capitalización individual creado por Chile en 1981 y que hoy se utiliza en 25 países: acoge a 120 millones de trabajadores con fondos administrados por US$740.000 millones.
Al final de la reunión, las administradoras argentinas prefirieron no dar declaraciones hasta que se formalice la propuesta, la que se espera sea hecha por Fernández hoy a las 5 de la tarde en la sede de la Administración Nacional de la Seguridad Social, entidad que administra el sistema público de reparto y que opera de manera muy similar al sistema peruano.
¿POR QUÉ SE CAYÓ?
Aunque la propuesta de Fernández debe ser aprobada por el Congreso de su país para que tenga efecto, pues su sistema privado, al igual que el peruano, fue creado por una ley, utiliza como sustento para eliminar a las AFP su escasa capacidad para evitar las pérdidas de los afiliados en contextos de crisis como el actual. Algo que, según la propuesta, evidencia un riesgo para los afiliados y el propio Estado, pues los primeros recibirían pensiones tan bajas que el segundo debería intervenir para subsidiar mejores pensiones.
Un cuestionamiento que, argumentan los congresistas del oficialismo, se da en todos los países donde hoy operan los sistemas privados. Pero que, señala Pedro Flecha, presidente de la Asociación de AFP del Perú, no es tan cierto, al menos para el caso de nuestro país. "Es razonable que ante pérdidas como las que se han dado en este año, la gente se moleste, pero a diferencia de Argentina, aquí basta con ver los dos últimos años y cualquier afiliado se dará cuenta de que tiene una rentabilidad positiva".
Para Flecha, lo que ocurre en Argentina es una locura, un comentario que también fue utilizado por varios opositores al gobierno, quienes indicaron que más que una defensa de los fondos de los afiliados, se trata de una estrategia de Fernández por agenciarse de los US$28.000 millones que administran las AFP argentinas. Es más, explica Flecha, el 55% del fondo ya está en manos del Estado de ese país, pues obligó a las AFP a comprar bonos estatales para financiar el pago de su deuda externa y un 40% de ese dinero se encuentra sin garantías.
Por tanto, coincide Flecha con los opositores argentinos y las AFP de ese país, los malos resultados del sistema no están asociados con la crisis externa. "Eso podría ser este año, pero en el pasado, la baja rentabilidad es por el Estado de ese país, que las obligó a comprar bonos que pagan tasas de interés muy bajas".
"La decisión argentina es de corto plazo y no tiene un sustento estructural", opina Flecha. Y por eso no cree que esta decisión se repita en otros países. Al menos en el Congreso peruano, aunque existen propuestas para hacer modificaciones en la legislación (sobre comisiones y mecanismos de cobro), a ningún congresista por ahora --y menos al Ejecutivo-- se le ha ocurrido eliminar el sistema privado.
A la fecha, en el país existen 20.000 solicitudes de desafiliación de las AFP que se encuentran en trámite en la ONP.
Notorias diferencias con el Perú
Mientras que en Argentina el Gobierno intervino para fijar las comisiones que cobran las AFP desde este año (puso un tope de 1% sobre el salario, al que se han acogido las 10 administradoras), en el Perú se fijan por la libre competencia y hoy está en 1,78% en promedio. Eso sí, existen propuestas legislativas para fijar la tasa o asociarla a la rentabilidad del fondo administrado. Es más, la propuesta que presentaría la comisión integrada por el MEF, la SBS y la ONP recomendaría fijar la comisión en función del fondo administrado.
En Argentina, el 55% del fondo administrado está en bonos del Estado y el 40% está sin garantías, mientras que en el Perú este porcentaje llega a solo 21% y todo está garantizado. Y mientras las AFP de Argentina invierten solo el 0,35% en empresas privadas y casi nada en el extranjero, las peruanas invierten más del 70% en empresas privadas. De allí que no se pueda afirmar que la crisis afecta a las AFP argentinas.
Producto de la transferencia al sistema público, los afiliados de las AFP argentinas verán reducido su fondo. Aunque no existen estimados precisos (se habla de US$4.000 millones), la diferencia se la quedará el Estado. Además, con aportes tan bajos, se espera que la mayoría obtenga una pensión mínima de US$186 al mes una vez que se jubile. En el caso peruano, la pensión promedio en el sistema privado es de US$235 y la mínima, US$147.
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