Los representantes de la empresa Ajeper creen que se trata de un hecho malintencionado
No imaginó que un poco de agua sería el trago más desagradable de su vida. Tonino Pastore, ciudadano italiano que vive en Trujillo desde hace medio año, compró una botella de agua Cielo, como todos los días, pero no imaginó -según afirma- que al interior había un bicho. Cuenta que se percató de ello después de que su hijo de 2 años y él probaron el agua que, según dijo, tenía un sabor muy extraño y desagradable.
De inmediato, Pastore se acercó al supermercado donde compró la botella y tras recibir las disculpas del caso fue a las oficinas del Indecopi y registró su denuncia.
"No lo hago por una cuestión de dinero u otra cosa. Es para que la gente esté alerta y no vuelva a pasar algo similar. Nunca antes me pasó algo igual", comentó.
Carlos de Bracamonte, representante de la empresa Ajeper, en Trujillo, indicó que se sienten sorprendidos por esta denuncia, ya que ellos cumplen todos los controles de calidad que se exigen internacionalmente. "Me parece que es una denuncia malintencionada, en cuanto la botella de agua ya está abierta. Quieren perjudicar nuestra imagen y no lo vamos a permitir", indicó.
Tomado de El Comercio
En una visita a la planta de Ajeper comprobamos el estricto control que se sigue a la producción, cumpliendo con las especificaciones del sistema HACCP implementado, por lo que un hecho como este es altamente improbable. Como comenta el representante de Ajeper, la botella ya estaba abierta por lo que la verificación y comprobación del hecho es aún más difícil de demostrar.