Seguramente muchos conoceréis la característica del servicio de Google Maps disponible para algunas ciudades estadounidenses que permite ver representaciones de la calle que queramos en forma de fotos en 360º. Esta interesante función llamada Street View ha causado polémica desde sus inicios, y algunas personas consideran que Google está invadiendo su privacidad.
Es el caso de una pareja de Pennsylvania que ha demandadoa la empresa por esta razón argumentando que su casa está en una carretera privada señalizada claramente como un área restringida, y que al hacer las fotos para su servicio Google ha violado su intimidad. Google ha enviado un informe al juzgado encargado del caso en el que explican que "la tecnología de imágenes de satélite que existe hoy en día significa que incluso en los desiertos actuales, la privacidad completa no existe".
La pareja está pidiendo 25.000 dólares en daños y perjuicios, afirmando que el valor de su propiedad inmobiliaria se ha visto afectado y que han sufrido "estrés mental". Aparte de lo exagerado que esto pueda parecer (no demasiado, viniendo de un país en el que uno puede demandar a otro por casi cualquier cosa) lo cierto es que la política de privacidad de Google está en entredicho desde hace muchísimo tiempo.
A pesar de su eslogan original ("Don't be evil", "No seas malvado") las constantes intromisiones que Google ha realizado a la hora de recoger todo tipo de datos sobre los internautas que utilizan sus servicios siempre ha sido visto como una táctica muy sospechosa. Puede que esos datos estén sirviendo efectivamente para ofrecer un mejor servicio, pero ¿para qué más podría utilizarlos Google?