Malos tiempos para las compañías españolas. Ante la caída de su actividad ordinaria, el Ejecutivo ha pisado el acelerador para suscribir los convenios con Colombia y Perú. Estados Unidos quiere modernizar sus pactos.
Recta final de los acuerdos fiscales con Colombia y Perú para lanzar el comercio exterior. El Gobierno de Zapatero está atando los últimos cabos para rematar la telaraña de pactos en Sudamérica, y, así, sacar adelante los convenios que eviten la doble imposición internacional, un potente instrumento para lanzar las empresas al exterior y evitar el fraude tributario. 'Consulte la lista completa de convenios'
Los anhelos del Ejecutivo por acelerar los convenios de doble imposición (CDI) no llegan en un momento baladí, sino que se enmarcan en la “crisis más compleja que jamás hemos vivido”, según admite el propio Gobierno.
El sprint coincide, de hecho, con la caída de la actividad ordinaria de las empresas. En concreto, según la última Central de Balances del Banco de España –correspondiente al tercer trimestre–, la crisis económica impactó con virulencia en los resultados ordinarios netos de las compañías españolas, que han pasado de crecer un 13,7% a caer un 6,3%.
Es decir, una diferencia de 20 puntos que se debió, en gran medida, “al fuerte aumento que volvieron a experimentar los gastos financieros” y al crecimiento “menos intenso” de los ingresos correspondientes. En definitiva, se trata de una generalizada “pérdida de dinamismo”, según el Banco de España, en todos los sectores, que ven en Latinoamérica un balón de oxígeno.
Los CDI están ahora pendientes de la aprobación en los propios países latinoamericanos, en los últimos años creciente destino de inversión española “en áreas como banca, telecomunicaciones, infraestructuras o energías renovables, uno de los sectores más interesantes”, explican los expertos de Equipo Económico.
En este contexto, los acuerdos con Colombia y Perú son ahora prioridad para el Ejecutivo, que tiene pendientes de rubricar un total de 14 acuerdos –hay 73 vigentes–. Para Colombia se trata del primer CDI firmado con otro país. Los primeros pasos para el acuerdo se dieron durante el año 2005, si bien ahora “habrá que esperar un largo proceso, pues los convenios deben ser ratificados por las Cámaras de los dos países firmantes”, explican los mismos expertos. Este acuerdo y el de Cuba “acabarán de tejer la tupida red del área latinoamericana, en la que España ya mantiene CDI con Argentina, Brasil, Bolivia, Cuba, Ecuador, México y Venezuela”, concluyen.
El propio Ministerio de Economía y Hacienda explica que la existencia de los convenios para evitar la doble imposición “es esencial para promover las inversiones exteriores, bien sean extranjeras en España o de capital español en el exterior”. Su objetivo es, además de reducir la fiscalidad de las inversiones en el país de destino y promover las relaciones entre los Estados firmantes, reforzar la seguridad jurídica de las operaciones.
Sin embargo, los expertos alertan de que mientras que se impulsan estos convenios con Sudamérica no se modernizan los firmados ya hace muchos años con las principales potencias mundiales.
Si se analiza la lista que ofrece el Ministerio de Economía se observa que es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos, cuyo convenio data de 1990. Las empresas norteamericanas están manteniendo contactos con las autoridades españolas para impulsar un nuevo convenio, pero, por el momento, no se ha llegado a ningún acuerdo o plazo concreto. Peor aún es el caso de Alemania, donde la base del pacto fiscal fue suscrito en 1968.
Fuente: diario Expansión de España – www.expansion.com
Recta final de los acuerdos fiscales con Colombia y Perú para lanzar el comercio exterior. El Gobierno de Zapatero está atando los últimos cabos para rematar la telaraña de pactos en Sudamérica, y, así, sacar adelante los convenios que eviten la doble imposición internacional, un potente instrumento para lanzar las empresas al exterior y evitar el fraude tributario. 'Consulte la lista completa de convenios'
Los anhelos del Ejecutivo por acelerar los convenios de doble imposición (CDI) no llegan en un momento baladí, sino que se enmarcan en la “crisis más compleja que jamás hemos vivido”, según admite el propio Gobierno.
El sprint coincide, de hecho, con la caída de la actividad ordinaria de las empresas. En concreto, según la última Central de Balances del Banco de España –correspondiente al tercer trimestre–, la crisis económica impactó con virulencia en los resultados ordinarios netos de las compañías españolas, que han pasado de crecer un 13,7% a caer un 6,3%.
Es decir, una diferencia de 20 puntos que se debió, en gran medida, “al fuerte aumento que volvieron a experimentar los gastos financieros” y al crecimiento “menos intenso” de los ingresos correspondientes. En definitiva, se trata de una generalizada “pérdida de dinamismo”, según el Banco de España, en todos los sectores, que ven en Latinoamérica un balón de oxígeno.
Los CDI están ahora pendientes de la aprobación en los propios países latinoamericanos, en los últimos años creciente destino de inversión española “en áreas como banca, telecomunicaciones, infraestructuras o energías renovables, uno de los sectores más interesantes”, explican los expertos de Equipo Económico.
En este contexto, los acuerdos con Colombia y Perú son ahora prioridad para el Ejecutivo, que tiene pendientes de rubricar un total de 14 acuerdos –hay 73 vigentes–. Para Colombia se trata del primer CDI firmado con otro país. Los primeros pasos para el acuerdo se dieron durante el año 2005, si bien ahora “habrá que esperar un largo proceso, pues los convenios deben ser ratificados por las Cámaras de los dos países firmantes”, explican los mismos expertos. Este acuerdo y el de Cuba “acabarán de tejer la tupida red del área latinoamericana, en la que España ya mantiene CDI con Argentina, Brasil, Bolivia, Cuba, Ecuador, México y Venezuela”, concluyen.
El propio Ministerio de Economía y Hacienda explica que la existencia de los convenios para evitar la doble imposición “es esencial para promover las inversiones exteriores, bien sean extranjeras en España o de capital español en el exterior”. Su objetivo es, además de reducir la fiscalidad de las inversiones en el país de destino y promover las relaciones entre los Estados firmantes, reforzar la seguridad jurídica de las operaciones.
Sin embargo, los expertos alertan de que mientras que se impulsan estos convenios con Sudamérica no se modernizan los firmados ya hace muchos años con las principales potencias mundiales.
Si se analiza la lista que ofrece el Ministerio de Economía se observa que es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos, cuyo convenio data de 1990. Las empresas norteamericanas están manteniendo contactos con las autoridades españolas para impulsar un nuevo convenio, pero, por el momento, no se ha llegado a ningún acuerdo o plazo concreto. Peor aún es el caso de Alemania, donde la base del pacto fiscal fue suscrito en 1968.
Fuente: diario Expansión de España – www.expansion.com
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