Después de varias décadas de contar con una limitadísima extensión de autopistas, es decir, carreteras con plataformas separadas, el Perú está cerca de incrementar significativamente el kilometraje de éstas, según los anuncios que se viene haciendo.
Como se sabe, actualmente, la única autopista existente es la que va desde Huacho, al norte de Lima, hasta Cañete, al sur de ella, en un corto recorrido de 300 kilómetros.
Autopista Lima-Cañete, de 150 kilómetros (Foto: Sebastián Villasana)
Ahora, el gobierno se ha fijado la meta de construir una nueva vía con similares características: la denominada Autopista del Sol, que partiría desde Trujillo, capital del departamento de La Libertad, y llegaría hasta Sullana, en el departamento de Piura. Con una extensión de 469 kilómetros, ésta se convertiría en la autopista más extensa del país, uniendo, además de Trujillo, otras dos importantes capitales departamentales: Chiclayo y Piura.
Dado el auge que viene registrando la zona norte del país, debido al desarrollo de importantes proyectos agroindustriales, petroleros, gasíferos y turísticos, a lo que se agrega la existencia de por lo menos cuatro ciudades importantes en la ruta, el proyecto parece tener una carga vehicular asegurada, y con ello la rentabilidad requerida. Siendo así, las condiciones parecen estar dadas para que diversos consorcios nacionales y extranjeros se sientan atraidos por sus bondades y para que, luego de la licitación, alguno de ellos se haga cargo de su construcción y explotación.
Como se sabe, actualmente, la única autopista existente es la que va desde Huacho, al norte de Lima, hasta Cañete, al sur de ella, en un corto recorrido de 300 kilómetros.
Autopista Lima-Cañete, de 150 kilómetros (Foto: Sebastián Villasana)
Ahora, el gobierno se ha fijado la meta de construir una nueva vía con similares características: la denominada Autopista del Sol, que partiría desde Trujillo, capital del departamento de La Libertad, y llegaría hasta Sullana, en el departamento de Piura. Con una extensión de 469 kilómetros, ésta se convertiría en la autopista más extensa del país, uniendo, además de Trujillo, otras dos importantes capitales departamentales: Chiclayo y Piura.
Dado el auge que viene registrando la zona norte del país, debido al desarrollo de importantes proyectos agroindustriales, petroleros, gasíferos y turísticos, a lo que se agrega la existencia de por lo menos cuatro ciudades importantes en la ruta, el proyecto parece tener una carga vehicular asegurada, y con ello la rentabilidad requerida. Siendo así, las condiciones parecen estar dadas para que diversos consorcios nacionales y extranjeros se sientan atraidos por sus bondades y para que, luego de la licitación, alguno de ellos se haga cargo de su construcción y explotación.