Tal como se preveía (ver artículo ¿Grado de Inversión en Abril?), el Perú dio hoy otro importantísimo paso en su objetivo de consolidarse como una economía fuerte y confiable en el concierto de las naciones, al obtener el Grado de Inversión por parte de la agencia calificadora Fitch Ratings, que mejoró la calificación de su deuda de largo plazo en moneda extranjera, pasándola de BB+ a BBB-.
Si bien el referido grado ya le había sido otorgado el año pasado por la agencia canadiense Dominion Bond Rating Service (DBRS), nuestro país necesitaba contar también con el respaldo de una de las tres más grandes. Y, ciertamente, Fitch lo es, junto con Standard & Poor's y Moody's.
Como era de esperar, la decisión de la entidad norteamericana causó enorme satisfacción en el país, dada su enorme importancia, pues significará que éste tendrá un acceso más fluido y a menor costo a los capitales internacionales, sea en la forma de créditos o de inversiones directas. Además, se considera que constituye un justo premio a los avances económicos que viene haciendo.
A criterio de Fitch, el grado de inversión se amerita por las fuertes mejoras registradas por el Perú tanto en el ámbito fiscal como externo, que hacen sumamente difícil que la capacidad de pago de sus obligaciones externas se vea afectada, no obstante que aún persisten algunas debilidades, como la escasa diversificación exportadora o la aún precaria estabilidad política y social.
Además, era una decisión que se imponía, pues, según lo reconoció Fitch, la mayoría de los indicadores financieros peruanos ya eran "más fuertes que el promedio de países cuya deuda externa está calificada en los niveles más bajos de grado de inversión".
Por otra parte, la agencia ya venía percibiendo "la existencia de un cambio estructural incipiente en los factores que impulsan el crecimiento económico de Perú, como el mayor dinamismo de las tasas de crecimiento de los sectores no primarios".
Como vemos, un interesante diagnóstico dio lugar a una importantísima medida, que nos complace ampliamente. Con ello, nuestro país se ubica en un lugar privilegiado en materia financiera en América Latina, al haber logrado una distinción que sólo tenían Chile, México, y, más recientemente, Colombia (se puede ver un interesante ranking latinoamericano de calificación crediticia aquí).
Sin duda, una de las mejores noticias del año. Con el grado de inversión, el mundo mirará al Perú de una manera distinta a como lo hacía estando en el grado de especulación. Ahora, nuestro país ya no constituirá una simple apuesta de corto plazo, sino un destino seguro, para desarrollar proyectos de largo plazo.
Esperamos que la decisión de Fitch sea seguida muy pronto de una parecida por parte de Standard and Poor's, (la otra agencia que nos tiene apenas a un escalón del grado de inversión, con un rating de BB+) y luego por parte de Moody's (la agencia que nos mantiene más rezagados). El Perú lo merece largamente.
Si bien el referido grado ya le había sido otorgado el año pasado por la agencia canadiense Dominion Bond Rating Service (DBRS), nuestro país necesitaba contar también con el respaldo de una de las tres más grandes. Y, ciertamente, Fitch lo es, junto con Standard & Poor's y Moody's.
Como era de esperar, la decisión de la entidad norteamericana causó enorme satisfacción en el país, dada su enorme importancia, pues significará que éste tendrá un acceso más fluido y a menor costo a los capitales internacionales, sea en la forma de créditos o de inversiones directas. Además, se considera que constituye un justo premio a los avances económicos que viene haciendo.
A criterio de Fitch, el grado de inversión se amerita por las fuertes mejoras registradas por el Perú tanto en el ámbito fiscal como externo, que hacen sumamente difícil que la capacidad de pago de sus obligaciones externas se vea afectada, no obstante que aún persisten algunas debilidades, como la escasa diversificación exportadora o la aún precaria estabilidad política y social.
Además, era una decisión que se imponía, pues, según lo reconoció Fitch, la mayoría de los indicadores financieros peruanos ya eran "más fuertes que el promedio de países cuya deuda externa está calificada en los niveles más bajos de grado de inversión".
Por otra parte, la agencia ya venía percibiendo "la existencia de un cambio estructural incipiente en los factores que impulsan el crecimiento económico de Perú, como el mayor dinamismo de las tasas de crecimiento de los sectores no primarios".
Como vemos, un interesante diagnóstico dio lugar a una importantísima medida, que nos complace ampliamente. Con ello, nuestro país se ubica en un lugar privilegiado en materia financiera en América Latina, al haber logrado una distinción que sólo tenían Chile, México, y, más recientemente, Colombia (se puede ver un interesante ranking latinoamericano de calificación crediticia aquí).
Sin duda, una de las mejores noticias del año. Con el grado de inversión, el mundo mirará al Perú de una manera distinta a como lo hacía estando en el grado de especulación. Ahora, nuestro país ya no constituirá una simple apuesta de corto plazo, sino un destino seguro, para desarrollar proyectos de largo plazo.
Así va el Perú: sólo faltan Standard & Poor's y Moody's
Esperamos que la decisión de Fitch sea seguida muy pronto de una parecida por parte de Standard and Poor's, (la otra agencia que nos tiene apenas a un escalón del grado de inversión, con un rating de BB+) y luego por parte de Moody's (la agencia que nos mantiene más rezagados). El Perú lo merece largamente.