Brasil, Chile, y Perú si bien están expuestos a las oscilaciones de los precios de las materias primas, son los que están mejor dentro de Latinoamérica para soportar una desaceleración estadounidense debido a sus políticas flexibles, dijo el jueves un economista de Merrill Lynch & Co.
Una fuerte caída de los precios de las materias primas desaceleraría el crecimiento en América Latina, pero la demanda asiática aún está en auge y, a diferencia del pasado, los mercados emergentes ahora son menos dependientes de la economía estadounidense, dijo Felipe Illanes, economista jefe para Latinoamérica en Merrill.
"Los tres países que están primeros en su capacidad de responder a su vulnerabilidad ante una desaceleración son Brasil, Chile y Perú," dijo Illanes en Nueva York, en el foro de Reuters sobre inversión en América Latina.
"Mucha gente se está dando cuenta de que este grupo de países probablemente sea el más fuerte," sostuvo.
Los tipos de cambio flexibles, un gasto público prudente y la cancelación de deuda denominada en dólares han hecho que muchas economías latinoamericanas, con la excepción principal de Venezuela, sean más resistentes a una recesión estadounidense que en el pasado, dijo Illanes.
Merrill Lynch prevé que los precios de las materias primas sigan pujantes debido a las limitaciones de la oferta, y que la demanda de un fuerte motor del consumo, la fuerza laboral de China, no vaya a disminuir pronto.
"La demanda de Asia sigue en auge, ya que nuevamente ese ciclo está en alza y difícilmente se acabe hasta que se acabe el principal insumo, la mano de obra. Y China ciertamente no está ni cerca de esa situación, actualmente," dijo Illanes.
Esencialmente, Merrill piensa que la tesis del desacoplamiento, que sostiene que los mercados emergentes pueden crecer sin que Estados Unidos impulse el crecimiento global, es válida debido a Asia.
Adicionalmente, el racionamiento global del crédito tiene su fuente en Estados Unidos esta vez y no en los mercados emergentes, donde han ocurrido otras perturbaciones económicas en el pasado.
"La razón por la cual creemos que se sostiene el desacoplamiento, es por lo que creemos que los mercados emergentes estarán haciendo esta vez. Asia, en particular, crece muy fuerte por un alza cíclica," dijo Illanes.
Contra lo que se podría creer, Argentina y Brasil son los que están menos expuestos a las oscilaciones de los precios de las materias primas, dijo.
Usando como base los precios de exportación de fines del 2005, Merrill halló que el beneficio generado por el auge de los precios de las materias primas representaba menos del 2 por ciento del producto interno bruto en ambos países.
Una razón por la cual Brasil es visto como una apuesta a favor de las materias primas, es por el peso que tienen la petrolera Petrobras y la minera Vale do Río Doce en el índice Bovespa, principal índice accionario de Brasil, dijo Illanes. No es un buen indicador económico, sostuvo.
"Cuando la gente piensa en el riesgo de las materias primas y Brasil, hace bien en centrarse en las materias primas, pero no por los verdaderos efectos económicos, sino por el efecto en el Bovespa," sostuvo.
Si bien Argentina ha tenido unos beneficios relativamente menores por la subida de los precios de los granos, el país ha apalancado esos beneficios para impulsar el gasto público por medio de un impuesto sobre las exportaciones de soja, sostuvo.
En contraste, Chile ha neutralizado los fuertes avances de las exportaciones de metales, enviando algunas ganancias al exterior, señaló.
Los economistas de Merrill creen que una recesión estadounidense empezó en el inicio del año, y que la economía de Estados Unidos crecerá sólo 0,8 por ciento en el 2008.
El crecimiento latinoamericano a nivel regional se moderaría a 4,5 por ciento desde 5,5 por ciento en el 2007, estima Merrill.
Una fuerte caída de los precios de las materias primas desaceleraría el crecimiento en América Latina, pero la demanda asiática aún está en auge y, a diferencia del pasado, los mercados emergentes ahora son menos dependientes de la economía estadounidense, dijo Felipe Illanes, economista jefe para Latinoamérica en Merrill.
"Los tres países que están primeros en su capacidad de responder a su vulnerabilidad ante una desaceleración son Brasil, Chile y Perú," dijo Illanes en Nueva York, en el foro de Reuters sobre inversión en América Latina.
"Mucha gente se está dando cuenta de que este grupo de países probablemente sea el más fuerte," sostuvo.
Los tipos de cambio flexibles, un gasto público prudente y la cancelación de deuda denominada en dólares han hecho que muchas economías latinoamericanas, con la excepción principal de Venezuela, sean más resistentes a una recesión estadounidense que en el pasado, dijo Illanes.
Merrill Lynch prevé que los precios de las materias primas sigan pujantes debido a las limitaciones de la oferta, y que la demanda de un fuerte motor del consumo, la fuerza laboral de China, no vaya a disminuir pronto.
"La demanda de Asia sigue en auge, ya que nuevamente ese ciclo está en alza y difícilmente se acabe hasta que se acabe el principal insumo, la mano de obra. Y China ciertamente no está ni cerca de esa situación, actualmente," dijo Illanes.
Esencialmente, Merrill piensa que la tesis del desacoplamiento, que sostiene que los mercados emergentes pueden crecer sin que Estados Unidos impulse el crecimiento global, es válida debido a Asia.
Adicionalmente, el racionamiento global del crédito tiene su fuente en Estados Unidos esta vez y no en los mercados emergentes, donde han ocurrido otras perturbaciones económicas en el pasado.
"La razón por la cual creemos que se sostiene el desacoplamiento, es por lo que creemos que los mercados emergentes estarán haciendo esta vez. Asia, en particular, crece muy fuerte por un alza cíclica," dijo Illanes.
Contra lo que se podría creer, Argentina y Brasil son los que están menos expuestos a las oscilaciones de los precios de las materias primas, dijo.
Usando como base los precios de exportación de fines del 2005, Merrill halló que el beneficio generado por el auge de los precios de las materias primas representaba menos del 2 por ciento del producto interno bruto en ambos países.
Una razón por la cual Brasil es visto como una apuesta a favor de las materias primas, es por el peso que tienen la petrolera Petrobras y la minera Vale do Río Doce en el índice Bovespa, principal índice accionario de Brasil, dijo Illanes. No es un buen indicador económico, sostuvo.
"Cuando la gente piensa en el riesgo de las materias primas y Brasil, hace bien en centrarse en las materias primas, pero no por los verdaderos efectos económicos, sino por el efecto en el Bovespa," sostuvo.
Si bien Argentina ha tenido unos beneficios relativamente menores por la subida de los precios de los granos, el país ha apalancado esos beneficios para impulsar el gasto público por medio de un impuesto sobre las exportaciones de soja, sostuvo.
En contraste, Chile ha neutralizado los fuertes avances de las exportaciones de metales, enviando algunas ganancias al exterior, señaló.
Los economistas de Merrill creen que una recesión estadounidense empezó en el inicio del año, y que la economía de Estados Unidos crecerá sólo 0,8 por ciento en el 2008.
El crecimiento latinoamericano a nivel regional se moderaría a 4,5 por ciento desde 5,5 por ciento en el 2007, estima Merrill.
Fuente: Reuters