La Higuerilla, bio combustible, Javier Pulgar Vidal

Las carpas de lona gris, muy modernas, resaltaran entre montones de escombros. La caminata, desde que dejamos los vehículos había sido corta. badeamos el rio Carrisales. atravesamos unos matorrales, Javier Pulgar Vidal se detuvo y arrancó un racimo de higuerillas y peló una fruta madura. Una semilla oscura de menos de un centímetro, apareció mostrando pequeñas manchas blanquecinas, lo miró y nos llamo a todos para reunirnos. Acudimos prestos, estábamos: El Dr, Carlos Showing, El Dr Mario Rivera, el Profesor Escequiel Castillo, tres caballeros más, y el autor que contaba con 17 años de edad.

Acudíamos invitados, a visitar los trabajos del Dr. Seiichi Izumi. Las carpas eran de la Misión Arqueológica de la Universidad de Tokio en 1962. En el sitio solo se notaban escombros removidos. Parecían montones de desmonte, pero unas rutas y unas piedras escritas con símbolos Japoneses indicaban un orden, una metodología de una excavación. El Dr. Seiichi, emocionado por sus visitantes nos condujo hasta unas estructuras. Llegamos hasta el interior de una habitación mediana, sobresalían los restos de unos muros. En una de las paredes estaba amontonado un metro y medio de desmonte arrimado a una pared. Llamó a sus ayudantes que con mucho cuidado empezaron a retirar el desmonte pegado a la pared. Una tensión se manifestó entre los presentes, otros trabajadores, que parecían también arqueólogos se aproximaron. Primero apareció una ventana, debajo poco a poco, una figura adosada a la pared fue tomando forma. Estábamos contemplando: Las Manos Cruzadas de Kotosh.

El Dr. Seiichi habló, refirió algunos miles de años, y se sonrió al contarnos de otro descubrimiento, una cucharita metálica. Posiblemente sea del campamento de Julio C. Tello, dijo, que también estuvo haciendo estudios en esta zona, nos explicó.

Javier pulgar Vidal, con la mirada fija en la semilla de higuerilla y con esa voz de sabio, levantándolo para mostrarnos, nos dijo este es el futuro de la región. Carlos Showing, con su menuda figura y su voz de patriarca nato, continuó. Sí, esa semilla produce un aceite muy fino, ahora lo usan muy poco. Lo llaman aceite de castor. Pero, dijo, pero cuando el precio del barril de petróleo llegue a 100 dólares, entonces Huánuco producirá el combustible que lo reemplazará.

Javier pulgar, que ya había visto la extracción de este aceite en Colombia contaba: sí, la planta se llama, Ricinus communis, y aparte de l aceite que se extrae de su semilla, la planta tiene un control natural de plagas y enfermedades (es nematicida y fungiestática) y se puede obtener varias sustancias a partir de sus hojas. Una charla de una hora a campo abierto era arrullado por el chapoteo del agua del rio Carrisales, algunos mosquitos se deleitaban con nuestra sangre.

El Valle de Huánuco es excepcional para producir la Higuerilla, los campos y las laderas pueden entregar miles de toneladas a una planta extractora de su aceite. Además de su aceite se tiene la torta , rica en proteínas.
¿Pero que estamos haciendo en Huánuco, 50 años después de esta expedición premonitoria?. Es urgente que el Estado (Los gobiernos regionales y los gobiernos locales), inicien la promoción de está rentable actividad económica.. Canchan debe estar sembrado de Higuerilla y el gobierno regional debe instalar una planta extractora de aceite y un reactor generador de bio combustible. La tecnología esta en nuestras manos, la demanda ya existe. Tenemos un Presidente Regional Responsable e Intelectual. ¿Qué nos falta?.
El futuro no se espera, el Futuro se construye.

Escrito por: Ing. Santos Jaimes Serkovic / Congresista de la Republica del Perú. 2001 – 2006
e-mail: . sanjaise@yahoo.com

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