Estudio revela que más del doble de pacientes con formas graves de esta enfermedad a los que se les dieron suplementos probióticos para evitar infecciones murieron.
Las bacterias 'buenas' comúnmente halladas en los yogures y en las bebidas probióticas serían letales para las personas que sufren los casos más severos de pancreatitis, informaron investigadores holandeses.
Más del doble de los pacientes con formas graves de la enfermedad a los que se les dieron suplementos probióticos para evitar infecciones murieron, comparados con personas tratadas con placebo, informaron los científicos en la revista médica The Lancet.
"Los efectos adversos de los probióticos observados aquí fueron inesperados", escribieron Hein Gooszen y sus colegas del Centro Médico Universitario de Utrecht, en Holanda. "Muchos estudios relacionaban los probióticos con una reducción de la pancreatitis infecciosa", agregaron.
Gooszen fue cuidadoso de no vincular los probióticos con ninguna otra condición específica, pero señaló que no deberían administrarse a los pacientes muy enfermos, con insuficiencia en algún órgano o alimentados por sonda.
Los probióticos contienen microorganismos vivos, generalmente denominados bacterias 'buenas', que habitan los intestinos. Son comercializados como suplementos, pero también se encuentran naturalmente en muchos alimentos fermentados, incluidos algunos yogures y jugos.
Los seres humanos normalmente transportan muchas bacterias en sus intestinos y ellas son clave para la digestión y el funcionamiento del sistema inmune, entre otras cosas. También pueden contrarrestar a las bacterias 'malas', que causarían enfermedades.
Esas bacterias buenas han sido usadas en el tratamiento de la pancreatitis, una condición que consiste en la inflamación del páncreas y que puede preceder al cáncer en esa región.
Las complicaciones son comunes y cerca de un quinto de quienes padecen pancreatitis desarrollan una forma severa de la enfermedad, que eleva el riesgo de muerte, sobre todo por infecciones.
En el estudio sobre 296 personas con formas agudas de pancreatitis, un grupo recibió placebo y otro una mezcla de suplementos probióticos.
La cantidad de personas que desarrollaron infecciones fue similar, pero 24 voluntarios de la cohorte tratada con probióticos murieron, frente a las nueve muertes registradas en el grupo al que se le dio placebo, indicaron los expertos.
El equipo señaló que no sabía exactamente por qué los probióticos serían dañinos, pero especuló que los suplementos aumentarían de algún modo la demanda de oxígeno y empeorarían el flujo sanguíneo ya disminuido en esos pacientes.
"Los probióticos son seguros y serían beneficiosos para muchas personas que no están gravemente enfermas", manifestó en un comunicado Robert Sutton, investigador del Hospital Universitario Royal Liverpool, quien no participó del estudio.
Fuente: Reuters
Más del doble de los pacientes con formas graves de la enfermedad a los que se les dieron suplementos probióticos para evitar infecciones murieron, comparados con personas tratadas con placebo, informaron los científicos en la revista médica The Lancet.
"Los efectos adversos de los probióticos observados aquí fueron inesperados", escribieron Hein Gooszen y sus colegas del Centro Médico Universitario de Utrecht, en Holanda. "Muchos estudios relacionaban los probióticos con una reducción de la pancreatitis infecciosa", agregaron.
Gooszen fue cuidadoso de no vincular los probióticos con ninguna otra condición específica, pero señaló que no deberían administrarse a los pacientes muy enfermos, con insuficiencia en algún órgano o alimentados por sonda.
Los probióticos contienen microorganismos vivos, generalmente denominados bacterias 'buenas', que habitan los intestinos. Son comercializados como suplementos, pero también se encuentran naturalmente en muchos alimentos fermentados, incluidos algunos yogures y jugos.
Los seres humanos normalmente transportan muchas bacterias en sus intestinos y ellas son clave para la digestión y el funcionamiento del sistema inmune, entre otras cosas. También pueden contrarrestar a las bacterias 'malas', que causarían enfermedades.
Esas bacterias buenas han sido usadas en el tratamiento de la pancreatitis, una condición que consiste en la inflamación del páncreas y que puede preceder al cáncer en esa región.
Las complicaciones son comunes y cerca de un quinto de quienes padecen pancreatitis desarrollan una forma severa de la enfermedad, que eleva el riesgo de muerte, sobre todo por infecciones.
En el estudio sobre 296 personas con formas agudas de pancreatitis, un grupo recibió placebo y otro una mezcla de suplementos probióticos.
La cantidad de personas que desarrollaron infecciones fue similar, pero 24 voluntarios de la cohorte tratada con probióticos murieron, frente a las nueve muertes registradas en el grupo al que se le dio placebo, indicaron los expertos.
El equipo señaló que no sabía exactamente por qué los probióticos serían dañinos, pero especuló que los suplementos aumentarían de algún modo la demanda de oxígeno y empeorarían el flujo sanguíneo ya disminuido en esos pacientes.
"Los probióticos son seguros y serían beneficiosos para muchas personas que no están gravemente enfermas", manifestó en un comunicado Robert Sutton, investigador del Hospital Universitario Royal Liverpool, quien no participó del estudio.
Fuente: Reuters