Basado en datos preliminares, a ser corroborados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el ministro de Economía, Luis Carranza, acaba de anunciar que la pobreza en nuestro país se redujo de 44.5% en el año 2006 a 42% en el 2007, gracias a que por lo menos 600 mil compatriotas abandonaron esa difícil situación (en el 2006 ya lo habían hecho un millón).
La meta es sacar de la pobreza a millones de nuestros compatriotas
Y aunque parezca incongruente sentir satisfacción por un porcentaje actual aún altísimo, corresponde hacerlo, por cuanto representa un avance y muestra que lo que se está haciendo viene produciendo resultados.
Sin embargo, según los críticos, dicho ritmo de mejora es aún muy lento, y de persistir no permitiría alcanzar la ambiciosa meta planteada, que es reducir el flagelo al 30% al finalizar el actual mandato gubernamental, en el año 2011. Otras críticas apuntan al hecho de que la inflación de los más pobres duplicó a la inflación promedio en el 2007. Sin embargo, aún suponiendo que fuera cierta tal situación, no parece capaz de impedir una mejora como la descrita.
Se está poniendo énfasis en las zonas más deprimidas
El combate a este mal viene poniendo especial énfasis en los 811 distritos más afectados, que se ubican en los departamentos de Áncash, Apurímac, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huánuco y Puno. En ellos, el trabajo se viene efectuando principalmente mediante el programa Crecer, basado en las exitosas experiencias mexicana y brasileña. Su carácter multisectorial le permite coordinar las labores de Juntos, Sembrando y otros programas más focalizados. En el esfuerzo también participan activamente los gobernadores, alcaldes y presidentes regionales. El gobierno hace su parte dotando de más recursos a las comunidades y construyendo infraestructura social y económica.
La apuesta, como vemos, es grande, pues la varilla está bastante alta. Ya veremos si podrá ser superada.
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La meta es sacar de la pobreza a millones de nuestros compatriotas
Y aunque parezca incongruente sentir satisfacción por un porcentaje actual aún altísimo, corresponde hacerlo, por cuanto representa un avance y muestra que lo que se está haciendo viene produciendo resultados.
Sin embargo, según los críticos, dicho ritmo de mejora es aún muy lento, y de persistir no permitiría alcanzar la ambiciosa meta planteada, que es reducir el flagelo al 30% al finalizar el actual mandato gubernamental, en el año 2011. Otras críticas apuntan al hecho de que la inflación de los más pobres duplicó a la inflación promedio en el 2007. Sin embargo, aún suponiendo que fuera cierta tal situación, no parece capaz de impedir una mejora como la descrita.
Se está poniendo énfasis en las zonas más deprimidas
El combate a este mal viene poniendo especial énfasis en los 811 distritos más afectados, que se ubican en los departamentos de Áncash, Apurímac, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huánuco y Puno. En ellos, el trabajo se viene efectuando principalmente mediante el programa Crecer, basado en las exitosas experiencias mexicana y brasileña. Su carácter multisectorial le permite coordinar las labores de Juntos, Sembrando y otros programas más focalizados. En el esfuerzo también participan activamente los gobernadores, alcaldes y presidentes regionales. El gobierno hace su parte dotando de más recursos a las comunidades y construyendo infraestructura social y económica.
La apuesta, como vemos, es grande, pues la varilla está bastante alta. Ya veremos si podrá ser superada.
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