Agradecemos su molestia
Por Alberto Goachet. VICEPRESIDENTE DE PRAGMA DDB
Ya casi han pasado dos semanas de la venta del año (o de la traición según mucha gente). Hemos leído infinidad de artículos y, sobre todo, escuchado comentarios sobre la venta de nuestro querido Wong. Y creo estar haciendo un balance acertado si digo que la mayoría se siente traicionada. Molesta. Indignada. Deprimida. Pero esta molestia es algo para que la familia Wong se sienta orgullosa. Esta molestia es señal de que hicieron las cosas bien. Que crearon una marca que llegó a los corazones de millones de peruanos. ¿Cómo se hubieran sentido los Wong si nadie piteaba en la intensidad que hemos sido testigos, comentado en nuestras casas, con nuestras esposas, con nuestros amigos, con la vecina?
Las marcas importantes en el mundo invierten millones en poder ganar ese pedazo del corazón de sus consumidores. Ya no van detrás del 'top of mind' sino del 'top of heart'. Y esto no se logra con campañas millonarias. No buscan compradores. Buscan creyentes. Buscan amigos incondicionales. Consumidores que en una reunión se paren y defiendan su marca cuando alguien se atreva a criticarlas. "No te metas con mi marca de toda la vida. No te lo acepto". Pero, ¿cómo logramos esto? Haciendo que la marca vaya más allá de ser un producto. Que le dé más de lo que se espera. Que la relación entre los dos vaya más allá de una transacción comercial.
Nike no llegó a su liderazgo haciendo buenas zapatillas. Lo logró cuando en su comunicación retaba a la gente a atreverse, a motivarlos a conseguir lo que quieren. "Solo hazlo" (Just do it). Territorio muy inspirador que Adidas hoy le ha robado al plantear una invitación igual o más atractiva y concreta: "Nada es imposible" (Impossible is nothing).
Lo que significa la marca Wong es algo que todas las marcas deben apuntar a tener. Marcas que se vuelvan parte de la vida de sus consumidores. Marcas que, cuando ocurra algo como lo visto con Wong, generen ese sentimiento. Si eso ocurre es que se hizo un buen trabajo. Trascendió. Ganó su corazón. Imagino que la familia Wong debe estar agradecida por la molestia de la gente. Y dirían: "Esperamos nos entiendan. Y agradecemos su molestia".
Por Alberto Goachet. VICEPRESIDENTE DE PRAGMA DDB
Ya casi han pasado dos semanas de la venta del año (o de la traición según mucha gente). Hemos leído infinidad de artículos y, sobre todo, escuchado comentarios sobre la venta de nuestro querido Wong. Y creo estar haciendo un balance acertado si digo que la mayoría se siente traicionada. Molesta. Indignada. Deprimida. Pero esta molestia es algo para que la familia Wong se sienta orgullosa. Esta molestia es señal de que hicieron las cosas bien. Que crearon una marca que llegó a los corazones de millones de peruanos. ¿Cómo se hubieran sentido los Wong si nadie piteaba en la intensidad que hemos sido testigos, comentado en nuestras casas, con nuestras esposas, con nuestros amigos, con la vecina?
Las marcas importantes en el mundo invierten millones en poder ganar ese pedazo del corazón de sus consumidores. Ya no van detrás del 'top of mind' sino del 'top of heart'. Y esto no se logra con campañas millonarias. No buscan compradores. Buscan creyentes. Buscan amigos incondicionales. Consumidores que en una reunión se paren y defiendan su marca cuando alguien se atreva a criticarlas. "No te metas con mi marca de toda la vida. No te lo acepto". Pero, ¿cómo logramos esto? Haciendo que la marca vaya más allá de ser un producto. Que le dé más de lo que se espera. Que la relación entre los dos vaya más allá de una transacción comercial.
Nike no llegó a su liderazgo haciendo buenas zapatillas. Lo logró cuando en su comunicación retaba a la gente a atreverse, a motivarlos a conseguir lo que quieren. "Solo hazlo" (Just do it). Territorio muy inspirador que Adidas hoy le ha robado al plantear una invitación igual o más atractiva y concreta: "Nada es imposible" (Impossible is nothing).
Lo que significa la marca Wong es algo que todas las marcas deben apuntar a tener. Marcas que se vuelvan parte de la vida de sus consumidores. Marcas que, cuando ocurra algo como lo visto con Wong, generen ese sentimiento. Si eso ocurre es que se hizo un buen trabajo. Trascendió. Ganó su corazón. Imagino que la familia Wong debe estar agradecida por la molestia de la gente. Y dirían: "Esperamos nos entiendan. Y agradecemos su molestia".
Tags:
empleos