Como sabemos, la construcción es actualmente el sector más dinámico de la economía peruana. Y la construcción de viviendas, uno de sus componentes fundamentales.
Muestra de ello es que el programa sobre tal materia, representado por Mivivienda y sus dos subprogramas MiHogar y Techo Propio, acaba de registrar un significativo logro en el año 2007, al cerrar éste con un total de 45 mil unidades construidas.
Hay varios factores que coadyuvaron a un resultado tan positivo. Entre ellos sobresale, sin duda, la mejora de la capacidad adquisitiva de la población, que ha permitido a miles de peruanos convertirse en sujetos de crédito, no sólo para los préstamos de corto plazo (de consumo), sino también para los de largo plazo (hipotecarios).
Obviamente, también han influido las favorables condiciones reinantes, básicamente la estabilidad macroeconómica y las claras reglas de juego para la inversión. Estas condiciones han permitido que se incrementen las disponibilidades de crédito, tanto nacionales (por el incremento de los ahorros) como extranjeros (por efecto de la confianza y del decreciente riesgo país).
Además, la fuerte competencia entablada entre las cada vez más solventes entidades del sistema financiero ha llevado a que éstas ofrezcan nuevos y más variados productos, y a que mejoren notablemente sus condiciones de otorgamiento, tanto en lo que respecta a tasas (cada vez más bajas) como a plazos (cada vez más largos).
Precisamente, hace poco tiempo una entidad financiera peruana se convirtió en la primera del país en colocar papeles a 30 años en los mercados internacionales, logrando captar fondos que podrán ser canalizados mediante créditos hipotecarios a ese extensísimo plazo. Un verdadero e inédito logro, que merece el aplauso.
Habiendo conseguido construir 45 mil viviendas en el 2007, el gobierno se ha fijado la meta de duplicar la cifra en el presente año, o conseguir un mínimo de 80 mil nuevas unidades. Dada la forma en que se viene moviendo el negocio, y de la mano de los varios megaproyectos a ejecutarse (Piedras Gordas, Parques de Riva Agüero, Matellini, Sol de Collique, Chao II, Los Condominios de Chiclayo, Salaverry, etc.), no parece imposible lograr el objetivo. Con ello, se contribuiría a reducir en algo el enorme déficit actual, calculado en 1.2 millones.
Muestra de ello es que el programa sobre tal materia, representado por Mivivienda y sus dos subprogramas MiHogar y Techo Propio, acaba de registrar un significativo logro en el año 2007, al cerrar éste con un total de 45 mil unidades construidas.
Hay varios factores que coadyuvaron a un resultado tan positivo. Entre ellos sobresale, sin duda, la mejora de la capacidad adquisitiva de la población, que ha permitido a miles de peruanos convertirse en sujetos de crédito, no sólo para los préstamos de corto plazo (de consumo), sino también para los de largo plazo (hipotecarios).
Obviamente, también han influido las favorables condiciones reinantes, básicamente la estabilidad macroeconómica y las claras reglas de juego para la inversión. Estas condiciones han permitido que se incrementen las disponibilidades de crédito, tanto nacionales (por el incremento de los ahorros) como extranjeros (por efecto de la confianza y del decreciente riesgo país).
Además, la fuerte competencia entablada entre las cada vez más solventes entidades del sistema financiero ha llevado a que éstas ofrezcan nuevos y más variados productos, y a que mejoren notablemente sus condiciones de otorgamiento, tanto en lo que respecta a tasas (cada vez más bajas) como a plazos (cada vez más largos).
Precisamente, hace poco tiempo una entidad financiera peruana se convirtió en la primera del país en colocar papeles a 30 años en los mercados internacionales, logrando captar fondos que podrán ser canalizados mediante créditos hipotecarios a ese extensísimo plazo. Un verdadero e inédito logro, que merece el aplauso.
Habiendo conseguido construir 45 mil viviendas en el 2007, el gobierno se ha fijado la meta de duplicar la cifra en el presente año, o conseguir un mínimo de 80 mil nuevas unidades. Dada la forma en que se viene moviendo el negocio, y de la mano de los varios megaproyectos a ejecutarse (Piedras Gordas, Parques de Riva Agüero, Matellini, Sol de Collique, Chao II, Los Condominios de Chiclayo, Salaverry, etc.), no parece imposible lograr el objetivo. Con ello, se contribuiría a reducir en algo el enorme déficit actual, calculado en 1.2 millones.