Big Cola, el producto estrella de Ajegroup, obtuvo lo que varias empresas intentaron sin éxito, beberse una porción del millonario mercado mexicano de bebidas carbonatadas (mejor conocidas en el país como refrescos). Una industria que tan sólo en 2006 generó ventas por 9,600 millones de dólares, esto último según un breve cálculo de ElSemanario.com.mx.
Según la información proporcionada por la misma Ajegroup, este año podría concluir con una participación de entre 10% y 12% del volumen de ventas en el país a través de sus diferentes marcas.
Hasta 2006, Ajegroup en México facturó 287 millones de dólares, según los datos reportados por la compañía a la CNBV. Esa cifra representó una décima parte de las ventas totales de Coca-Cola FEMSA, el líder del mercado mexicano, que para ese mismo periodo facturó en territorio nacional poco más de 2,800 millones de dólares en México.
Quizá por la relativa juventud de las operaciones de al peruana en México, los márgenes de rentabilidad distan mucho de sus rivales comerciales.
Por ejemplo, en 2006 el margen bruto de Ajegroup en México fue de 37.3% cifra inferior al 52.9% que reportó Coca-Cola FEMSA para sus operaciones en el país. En el resultado de operación la diferencia fue mayúscula, dado que la productora de Big Cola registró 3.1% frente a un 21.1% de Coca-Cola FEMSA en el territorio nacional.
Aunque no son comparables, basta señalar que la filial en México de Pepsi Bottling Group, el mayor embotellador de Pepsi-Cola en el mundo, con una reducción de 2.0% en el volumen de ventas en el segundo trimestre de 2007, reportó un margen operativo de 6.0%, el cual disminuyó respecto del 8.5% del segundo trimestre de 2006.
Incluso fue inferior al reportado por Grupo Embotelladoras Unidas (Geupec), otro productor y comercializador de las marcas Pepsi-Cola en México, que registró una margen operativo de 8.7%.
El resultado neto de la peruana en México fue negativo en 2006 con una pérdida de 1.7 millones de dólares. Es decir por cada 100 pesos facturados, la compañía perdió 0.6 pesos.
A pesar de esa menor rentabilidad, la dueña de la marca Big Cola ya tomó cartas en el asunto para disminuir costos e incrementar la rentabilidad. Entre las líneas en acción destaca la producción de sus propias proformas (una resina PET previo al inflado de la botella de plástico), además de la incorporación de azúcar liquida a sus procesos de producción. En este último punto, la empresa no ha detallado si ese azúcar líquido corresponde al jarabe de alta fructosa.
En la industria, el costo del embotellado oscila entre el 12 y 20% de los gastos para la producción de la bebida.
Hasta el momento, Ajegroup tiene garantizado el abasto de azúcar hasta noviembre de este año a través de un contrato de 11 meses con la compañía Inpiasa, con la cual pactó la compra de 98,000 toneladas a un precio de 6,640 pesos, es decir pacto comercial que supera los 650.7 millones de pesos.
Para tener un comparativo del peso que tiene el precio del azúcar en el costo de producción de las bebidas carbonatadas, basta señalar que para Geupec representó el 24.1%, en el segundo trimestre del año.
Aunque a diferencia de Coca-Cola y Pepsi-Cola, Ajegroup no requiere comprar las llamadas fórmulas secretas (concentrado) para la elaboración de sus productos. Para Geupec la adquisición de ese concentrado representó el 25.2% de su costo de producción.
Según la información proporcionada por la misma Ajegroup, este año podría concluir con una participación de entre 10% y 12% del volumen de ventas en el país a través de sus diferentes marcas.
Hasta 2006, Ajegroup en México facturó 287 millones de dólares, según los datos reportados por la compañía a la CNBV. Esa cifra representó una décima parte de las ventas totales de Coca-Cola FEMSA, el líder del mercado mexicano, que para ese mismo periodo facturó en territorio nacional poco más de 2,800 millones de dólares en México.
Quizá por la relativa juventud de las operaciones de al peruana en México, los márgenes de rentabilidad distan mucho de sus rivales comerciales.
Por ejemplo, en 2006 el margen bruto de Ajegroup en México fue de 37.3% cifra inferior al 52.9% que reportó Coca-Cola FEMSA para sus operaciones en el país. En el resultado de operación la diferencia fue mayúscula, dado que la productora de Big Cola registró 3.1% frente a un 21.1% de Coca-Cola FEMSA en el territorio nacional.
Aunque no son comparables, basta señalar que la filial en México de Pepsi Bottling Group, el mayor embotellador de Pepsi-Cola en el mundo, con una reducción de 2.0% en el volumen de ventas en el segundo trimestre de 2007, reportó un margen operativo de 6.0%, el cual disminuyó respecto del 8.5% del segundo trimestre de 2006.
Incluso fue inferior al reportado por Grupo Embotelladoras Unidas (Geupec), otro productor y comercializador de las marcas Pepsi-Cola en México, que registró una margen operativo de 8.7%.
El resultado neto de la peruana en México fue negativo en 2006 con una pérdida de 1.7 millones de dólares. Es decir por cada 100 pesos facturados, la compañía perdió 0.6 pesos.
A pesar de esa menor rentabilidad, la dueña de la marca Big Cola ya tomó cartas en el asunto para disminuir costos e incrementar la rentabilidad. Entre las líneas en acción destaca la producción de sus propias proformas (una resina PET previo al inflado de la botella de plástico), además de la incorporación de azúcar liquida a sus procesos de producción. En este último punto, la empresa no ha detallado si ese azúcar líquido corresponde al jarabe de alta fructosa.
En la industria, el costo del embotellado oscila entre el 12 y 20% de los gastos para la producción de la bebida.
Hasta el momento, Ajegroup tiene garantizado el abasto de azúcar hasta noviembre de este año a través de un contrato de 11 meses con la compañía Inpiasa, con la cual pactó la compra de 98,000 toneladas a un precio de 6,640 pesos, es decir pacto comercial que supera los 650.7 millones de pesos.
Para tener un comparativo del peso que tiene el precio del azúcar en el costo de producción de las bebidas carbonatadas, basta señalar que para Geupec representó el 24.1%, en el segundo trimestre del año.
Aunque a diferencia de Coca-Cola y Pepsi-Cola, Ajegroup no requiere comprar las llamadas fórmulas secretas (concentrado) para la elaboración de sus productos. Para Geupec la adquisición de ese concentrado representó el 25.2% de su costo de producción.
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