El brasileño Mauricio Machado, de 35 años, siempre quiso combinar su pasión por la literatura con un buen negocio, y lo logró a través de internet. A mediados de 2005, y luego de la quiebra del brasileño Banco Santos, donde él trabajaba en el área internacional, Machado creó la empresa Integrare Editora, una editorial de libros páginque, como dice su nombre, integra en su cadena a autores, lectores y libreros, y que además se vincula con la responsabilidad social, todo sobre una plataforma virtual. “Es un sueño antiguo mío y de mi familia”, dice
Machado. “Pensamos en hacer una editorial distinta, con un plan de negocios que todavía no existía en Brasil”.
Para esto resultó clave el uso de internet como plataforma de su modelo operativo. A través de su página web los autores pueden hacer un seguimiento de las ventas de sus ejemplares (la información se renueva mensualmente), monitorear sus campañas de marketing e incluso saber en qué ciudades se han vendido más libros o qué segmento de edad los prefiere. Por su parte, los lectores que adquieren estas publicaciones pueden acceder a charlas digitales con los autores que duran 20 minutos en promedio, conocer sus trayectorias e incluso informarse de las agendas anuales de eventos y visitas dentro del país por si quieren hacer un seguimiento de ellos o acudir a sus charlas. En tanto, los libreros también pueden retroalimentarse de mayor información, con pequeños relatos en video digital en donde los autores explican el contenido de sus libros para que el librero pueda ofrecerlos con más certeza al público indicado. Además, los vendedores de ejemplares cuentan con un espacio en la página con links a sus sitios web para que los lectores vean precios o compren las publicaciones que se ofrecen en línea.
Fuente: América Economía
Machado. “Pensamos en hacer una editorial distinta, con un plan de negocios que todavía no existía en Brasil”.Para esto resultó clave el uso de internet como plataforma de su modelo operativo. A través de su página web los autores pueden hacer un seguimiento de las ventas de sus ejemplares (la información se renueva mensualmente), monitorear sus campañas de marketing e incluso saber en qué ciudades se han vendido más libros o qué segmento de edad los prefiere. Por su parte, los lectores que adquieren estas publicaciones pueden acceder a charlas digitales con los autores que duran 20 minutos en promedio, conocer sus trayectorias e incluso informarse de las agendas anuales de eventos y visitas dentro del país por si quieren hacer un seguimiento de ellos o acudir a sus charlas. En tanto, los libreros también pueden retroalimentarse de mayor información, con pequeños relatos en video digital en donde los autores explican el contenido de sus libros para que el librero pueda ofrecerlos con más certeza al público indicado. Además, los vendedores de ejemplares cuentan con un espacio en la página con links a sus sitios web para que los lectores vean precios o compren las publicaciones que se ofrecen en línea.
Fuente: América Economía