Un estudio de Booz Allen Hamilton dice que la inversión en I+D no significa innovación. Se pone en duda de manera muy fundada que la inversión en I+D es un buen indicador del éxito en la innovación y, por lo tanto, que para innovar más haya automáticamente que pensar en gastar más. Otros detalles del estudio son:
Ser el que menos invierte es malo, pero ser el que más, no da la seguridad de ser bueno. De las 1.000 empresas analizadas, el 10% con menor índice de inversión sobre ventas sale claramente perjudicado en márgenes brutos, beneficios y rentabilidad para los accionistas. Por otra parte, el 10% con más inversión en I+D tiene resultados ligeramente mejores que el resto, pero sin ser estadísticamente significativos.
En un momento determinado, el número de innovaciones que una compañía puede llegar a desarrollar comercialmente es limitado. Por ello tampoco las patentes guardan una relación con los resultados. Probablemente exista un límite a partir del cual el beneficio de los proyectos sea aprovechado por otros.
Sí existe una asociación entre el ratio de I+D sobre ventas y el margen bruto, aunque no se llega a las ganancias. Las empresas con mayor I+D venden productos con mayor margen, pero una vez descontados gastos generales, administrativos, marketing, etc... no son significativamente más rentables.
Contra la creencia habitual de que las empresas más pequeñas están más capacitadas para la innovación por su flexibilidad, los resultados indican que las economías de escala son útiles. Las empresas más grandes invierten una menor proporción de sus ventas en I+D, sin que por ello tengan unos resultados significativamente peores.
Artículos relacionados: Innovación: ¿Nuevo Commodity?, Competir innovando
Categorías: innovacion_, competencia_
Gustavo Adamovsky
Ser el que menos invierte es malo, pero ser el que más, no da la seguridad de ser bueno. De las 1.000 empresas analizadas, el 10% con menor índice de inversión sobre ventas sale claramente perjudicado en márgenes brutos, beneficios y rentabilidad para los accionistas. Por otra parte, el 10% con más inversión en I+D tiene resultados ligeramente mejores que el resto, pero sin ser estadísticamente significativos.
En un momento determinado, el número de innovaciones que una compañía puede llegar a desarrollar comercialmente es limitado. Por ello tampoco las patentes guardan una relación con los resultados. Probablemente exista un límite a partir del cual el beneficio de los proyectos sea aprovechado por otros.
Sí existe una asociación entre el ratio de I+D sobre ventas y el margen bruto, aunque no se llega a las ganancias. Las empresas con mayor I+D venden productos con mayor margen, pero una vez descontados gastos generales, administrativos, marketing, etc... no son significativamente más rentables.
Contra la creencia habitual de que las empresas más pequeñas están más capacitadas para la innovación por su flexibilidad, los resultados indican que las economías de escala son útiles. Las empresas más grandes invierten una menor proporción de sus ventas en I+D, sin que por ello tengan unos resultados significativamente peores.
Artículos relacionados: Innovación: ¿Nuevo Commodity?, Competir innovando
Categorías: innovacion_, competencia_
Gustavo Adamovsky