Los cambios tecnológicos bruscos, vienen acompañados por incertidumbres, riesgos y cambios en las reglas de juego.
Tomemos como ejemplo el mercado de la música. En los últimos tiempos, el avance de la venta de música on-line viene avanzando a paso firme. Dentro de este mercado encontramos, hoy en día, tres modelos diferentes:
• El de compra unitaria, donde la gente decide comprar algún tema o álbum completo, y paga sólo por ello.
• El que se realiza por medio de suscripción, donde se abona una cuota mensual y a cambio de ello se puede bajar una determinada cantidad de canciones
• El de reproducción en tiempo real, donde se paga una cuota mensual y se puede escuchar toda la cantidad de temas que uno desee (pero no hay traspaso de titularidad).
¿Cuál será el modelo dominante?. No debemos descuidar la venta de música por los canales y formatos tradicionales, y mucho menos a las posibilidades de intercambio gratuito (llámese, Kazaa, eMule, Morpheus, etc.).
También debemos considerar las modificaciones en los actores. A medida que la tecnología avanza y permite a los autores producir sus propios álbumes, ¿cuál será el rol que van a cumplir las compañías discográficas?, ¿tendrán el mismo poder que el actual?, ¿pasarán también a competir con los players actuales de la venta de música on-line?
Queda claro que el negocio ve transfigurarse día a día. Ello implica un gran desafío estratégico para quienes participan, debido a la incertidumbre acerca del diseño dominante que predominará en el futuro cercano.
Son muchas más las preguntas que quedarán por responder. Si hay algo que podemos asegurar, es que los cambios tecnológicos, como el mencionado en el ejemplo, vienen a modificar las reglas para siempre.
Gustavo Adamovsky
Tomemos como ejemplo el mercado de la música. En los últimos tiempos, el avance de la venta de música on-line viene avanzando a paso firme. Dentro de este mercado encontramos, hoy en día, tres modelos diferentes:
• El de compra unitaria, donde la gente decide comprar algún tema o álbum completo, y paga sólo por ello.
• El que se realiza por medio de suscripción, donde se abona una cuota mensual y a cambio de ello se puede bajar una determinada cantidad de canciones
• El de reproducción en tiempo real, donde se paga una cuota mensual y se puede escuchar toda la cantidad de temas que uno desee (pero no hay traspaso de titularidad).
¿Cuál será el modelo dominante?. No debemos descuidar la venta de música por los canales y formatos tradicionales, y mucho menos a las posibilidades de intercambio gratuito (llámese, Kazaa, eMule, Morpheus, etc.).
También debemos considerar las modificaciones en los actores. A medida que la tecnología avanza y permite a los autores producir sus propios álbumes, ¿cuál será el rol que van a cumplir las compañías discográficas?, ¿tendrán el mismo poder que el actual?, ¿pasarán también a competir con los players actuales de la venta de música on-line?
Queda claro que el negocio ve transfigurarse día a día. Ello implica un gran desafío estratégico para quienes participan, debido a la incertidumbre acerca del diseño dominante que predominará en el futuro cercano.
Son muchas más las preguntas que quedarán por responder. Si hay algo que podemos asegurar, es que los cambios tecnológicos, como el mencionado en el ejemplo, vienen a modificar las reglas para siempre.
Gustavo Adamovsky