Iglesia conmemora 400 años de su muerteLa Diócesesis de Huánuco adelantará las celebraciones por el cuarto centenario de la muerte de Santo Toribio de Mogrovejo para el próximo 19 de Marzo, en el que participaran sacerdotes, religiosas, comunidades cristianas, así como el Obispo de Huánuco Mosn. Pedro Jaime Rodríguez
El 23 de marzo del 2006 se cumplirá el IV Centenario del la muerte de Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo, II Arzobispo de Lima y Patrono del Episcopado Latinoamericano, así proclamado por el Papa Juan Pablo II el 10 de mayo de 1983.
Diversos historiadores dicen que Santo Toribio fue uno de los regalos más valiosos que España le envió a América, recientemente el Papa Benedicto XIV dijo del religioso era sumamente parecido en sus actuaciones a San Carlos Borromeo, famoso Arzobispo de Milán.
“Santo Toribio llegó a Huánuco, hasta en dos ocasiones, visitó por ejemplo los pueblos de Llata, Puños, Miraflores, por la zona de Huamalies. En Lauricocha pasó Baños, Jesús, Jibia y luego llegó, hasta Chinchao. Hace cuatrocientos años sería un poco difícil llegar hasta esa zona”, dijo el Padre Oswaldo Martínez.
Celebración y peregrinación
Se trata de una celebración de gran importancia por tratarse del Patrono del Episcopado Latinoamericano, por ser el gran organizador de la Iglesia en Sudamérica y por dedicar gran parte de su vida a la evangelización, en especial, de la población indígena.
Santo Toribio de Mogrovejo dedicó 17 de sus 25 años de Obispo a recorrer innumerables poblados del Perú y fue quien convocó al III Concilio Limense, en el cual participaron los representantes de las principales diócesis de Centroamérica y Sudamérica.
En Huanuco se tiene previsto una reunión en el Santuario de Las Pampas, lugar dónde se concentrarán las diversas, hermandades, sacerdotes y el Obispo de Huánuco. Allí se celebrará una misa programada para las 10.00 a.m. Luego se hará una peregrinación desde las Pampas hasta el poblado de Concharmarca, por el camino que siguió Santo Toribio de Mogrovejo.
Se sabe también que desde Llamellin, en le callejón de Conchudos, autorizó la fundación, de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción, ubicadas en el Beaterio (Huánuco) y en la Catedral se puede encontrar el “cáliz” y la “casulla”, que perteneció a este misionero y pastor.
“El fue también un gran promotor de desarrollo, hay que pensar que eran años bien difíciles, cuando estábamos en plena época colonial, los corregidores cometían muchos abusos y Toribio tenía que estar cuantas veces enfrentándose a estas personas, Toribio no solamente se preocupaba de la labor espiritual, sino también de la labor humana, social”
“En sus escritos encontramos por ejemplo su preocupación por la salud, los tributos que pagaban los indios, muchas veces los corregidores no atendían a los indios, por eso eran los problemas que Toribio tenia con los corregidores, también en cuanto a la educación, se preocupaba mucha, es verdad que era un ambiente muy difícil, pero hay estaba Toribio.” Señaló el padre Martínez.
Biografía
Nació en Mayorga, España, en 1538. Estudió Derecho en las universidades de Coimbra y Salamanca. El rey Felipe II lo nombró juez principal de la Inquisición en Granada.
Algunos años más tarde quedó vacante la Sede Arzobispal de Lima, y el Rey decidió enviarlo a Lima como arzobispo, El Papa Gregorio XIII lo nombró arzobispo de Lima como sucesor de Jerónimo de Loayza. Santo Toribio llegó al puerto de Paita, Piura, en marzo de 1581 y partió hacia Lima. Ingresó a la capital del Perú el 12 de mayo del mismo año.
Durante su trabajo episcopal en Lima convocó y presidió el III Concilio Limense (1582-1583), al cual asistieron prelados de toda Hispanoamérica, y en el que se trataron asuntos relativos a la evangelización de los indios. De esa histórica asamblea se obtuvieron importantes normas de pastoral, así como textos de catecismo en castellano, quechua y aymara (los primeros libros impresos en Sudamérica).
Santo Toribio visitó innumerables poblados de su amplio territorio, uno de los más extensos y difíciles del mundo. A las visitas pastorales dedicó 17 de sus 25 años de obispo. Santo Toribio no solo confirió la confirmación a Santa Rosa, sino también a San Martin de Porres. Celebró 13 sínodos y fundó el primer Seminario de América en Lima (1591).
A los sesenta y ocho años Santo Toribio cayó enfermo en Pacasmayo al norte de Lima, partió rumbo a la ciudad de Santa e hizo su testamento en el que dejó a sus criados sus efectos personales y a los pobres el resto de sus propiedades. Murió en Zaña el 23 de marzo de 1606. El "protector de los indígenas" fue un infatigable misionero y gran organizador de la Iglesia sudamericana. Santo Toribio fue beatificado por el Papa Inocencio XI en 1679 y canonizado por Benedicto XIII en 1726. En 1983 Juan Pablo II lo proclamó Patrono del Episcopado latinoamericano.