
A propósito de estos hechos está circulando en un mensaje de la historiadora peruana Mariana Mould de Pease, el cual lo reproduzco en su integridad.

“Los conflictos humanos y sociales que interrumpieron la vía férrea Cuzco/Machu Picchu/Cuzco a principios de diciembre del 2005 han sido -aparentemente- resueltos por el gobierno del Perú enviando a cuatrocientos policías para cuidar el orden a lo largo de este camino de hierro, que sirve bien a los turistas que van tras los pasos de Hiram Bingham.
Esta forzada sumisión ante la autoridad no ha solucionado -ciertamente- el hecho que Perú Rail/Orient Express opera sus trenes en condiciones de monopolio en dicha vía, trasgrediendo así la Constitución Peruana. Esta trasgresión es conducente a que peruanos y peruanas que -asimismo, sirven bien a los turistas- usen esta vías en condiciones de gran inseguridad como se puede observar en esta fotografía, puesto que se han colocado barrotes en las ventanas de los vagones del tren social o Melchor Arteaga para impedir que los pasajeros aborden por las ventanas ....

Véase al respecto el capítulo V del libro recientemente editado por la Contraloría General de la República, con
el apoyo del Reino de los Países Bajos: "Machu Picchu. Auditorías de Gestión Ambiental y de Patrimonio Cultural. En apretada síntesis -entonces- propongo que en estos tiempos preelectorales preguntemos a aspirantas y aspirantes tanto a la Presidencia como al Congreso de la República ¿qué harán para que en esta vía férrea se observe el artículo 61° de nuestra Constitución que dice: El Estado facilita y vigila la libre competencia. Combate toda práctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. ..."?
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