Leoncio Prado Gutierrez

Nació el 26 de agosto del año 1853, en la ciudad de Huánuco, hijo de don Mariano Ignacio Prado y doña Avelina Gutierrez. Cuando aún era un niño su padre tuvo que abandonar Huánuco para incorporarse a las fuerzas revolucionarias del Mariscal Ramón Castilla.

En 1859, cuando don Mariano Ignacio ostentaba el grado de Coronel y estaba al mando del regi-miento de Lanceros de la Unión, llevó a su hijo Leoncio a la ciudad de Lima, para que estudie primero en el Colegio Guadalupe, luego en la Academia Militar Naval, donde se formó como Guardamarina.

El 7 de febrero de 1866, cuando tenía 13 años recibió el bautismo de sangre en el combate de Abtao, donde las naves patriotas se cubrieron de gloria, el guardiamarina Leoncio Prado ganó su primera condecoración. Llega el 2 de mayo y es inminente el combate decisivo en la bahía del Callao. Leoncio Prado logra incorporarse a la escuadrilla naval, comandada por el capitán de navío Lizardo Montero. Es histórico la fuerza del combate y el triunfo de las fuerzas peruanas. Por su heróica actuación la Junta Calificadora del ejército, asciende a Leoncio Prado al grado de Alférez de Fragata.

Estas experiencias prematuras contribuyen a formarle un carácter emprendedor y lo llevan a integrarse a la misión científica del Almirante Zuber, que debe confeccionar el plano topográfico del Río Pachitea, se extravía en la selva, siendo ubicado en un poblado campo, por el sabio Antonio Raimondi y llevado a Iquitos, donde se incorpora a la Flotilla Fluvial del Amazonas.

Cuando retorna a Lima ingre-sa al Colegio Militar, posteriormente el presidente Manuel Prado, lo beca junto con otros estudiantes a la Escuela Técnica de Richmand, Estados Unidos. Ahí se relaciona con estudiantes cubanos que integraban un movimiento de lucha por la independencia cubana del yugo es-pañol. En 1875, solicita licencia a la Marina del Perú, para incorporarse a las fuerzas cubanas, con el grado de coronel. Tenía 22 años. Luchó por la independencia de Cuba, del poder español. Merece recordarse como su acción más destacada la cap-tura del barco español Moctizuma.

El 7 de noviembre de 1876, en unión de diez patriotas cubanos, capturan el barco en plena navegación y le cambian el nombre por el de Cespedes. Tras casi dos meses de persecución el 3 de enero de 1877 es acorralado por tres blindados españoles, ante la eminencia de su captura ordena incendiar el barco, lanzarse junto con sus hombres a las aguas del Mar escapando a nado e internándose en las selvas hondureñas. Regresa a Lima, pero no pudo permanecer mucho tiempo inactivo. Los patriotas filipinos, que también luchaban por su independencia, parte de Panamá encabe-zando una expedición libertadora hacia las Filipinas, desgraciadamente una tempestad hace zozobrar la nave frente a las costas de China. Huyendo de la persecución que organiza el gobierno español viaja a la India, Tierra Santa, Arabia, Egipto y Roma.

El 02 de Agosto de 1879 regresa a Lima, trayendo material de guerra, al recibir la noticia de la declaratoria de guerra al Perú. El 10 de julio de 1883 en la batalla de Huamachuco, el Coronel Leoncio Prado cae en el fragor del combate con la rodilla izquierda destrozada, siendo llevado a una choza alejado del campo de batalla y quedando al cuidado de su ordenanza y del cura Corrales. El dia 13 de julio se descubre el escondite del héroe, que había recibido órdenes del General chileno Lynch de no perdonarle la vida, ordenó su fusilamiento. El día 15 de julio, al amanecer y en presencia del Mayor Fontecilla, el capitán Benovente y el Subteniente Ramirez, se procedió a cumplir la orden. Cuatro tiradores chilenos acabaron con la vida de un peruano ilustre, que con su arrojo y valor trató de salvar el honor de su patria.

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