Augusto Cardich Loarte, considerado el padre de la prehistoria peruana, nació el 22 de abril de 1923 en la hermosa ciudad de La Unión, capital de la provincia de Dos de Mayo (Huánuco), realizó sus estudios en el Colegio San Agustín de Lima y en la Universidad de la Plata (Argentina).
Es el hombre que extendió el calendario del Perú a 10 mil años atrás, cuando en 1958 dio un campanazo a la ciencia arqueológica, refutando a muchos doctos en la materia al sostener la tesis científica de que el “Hombre de Lauricocha” es el más antiguo de América, a través de la demostración mediante el Carbono 14 de EE.UU., cuya antigüedad arrojó a 9652 años, demostrando ello una verdadera hazaña en la comunidad científica.
Posteriormente, en el año 1971, en la Patagonia (Argentina) descubre los restos de un Asentamiento Humano de 12,600 años y que es considerado el más antiguo de este país.
Con dichos descubrimientos, tanto en el Perú como en Argentina, nuestro compatriota es reconocido por la comunidad científica como un ARQUEÓLOGO DE FAMA MUNDIAL y como tal, ha sido objeto de numerosos homenajes a nivel internacional.
En Inglaterra la prestigiosa Universidad Internacional Biographical Centre de Cambridge, lo condecoró entre dos mil investigadores de todo el mundo como el Científico del 2001, recibiendo luego las felicitaciones del Presidente de la República de Argentina y la distinción como “Ciudadano Ilustre de la Ciudad”, por la Municipalidad de la Plata, de ese mismo país (2003).
Asimismo, la Universidad de la Plata de Argentina le otorga el máximo galardón, el de profesor emérito en 1990. El gobierno peruano le ha conferido las “Palmas Magisteriales” en 1988 y fue declarado profesor emérito por la Universidad Nacional “Hermilio Valdizán” de Huánuco.
La Universidad Particular Alas Peruanas, el año 2004, le distinguió con el título de “Doctor Honoris Causa”. Además, cuenta con muchas obras traducidas al inglés, francés y alemán, que respaldan su gran relevancia científica mundial y un importante compendio de extenso trabajo científico titulado “Hacía una prehistoria Sudamérica”, publicada el año pasado por la Universidad de la Plata (Argentina).
Es docente en la cátedra de Investigaciones Arqueológicas y en el Museo de la Universidad de la Plata, miembro de varias instituciones peruanas y extranjeras como la Sociedad Geográfica de Lima, Sociedades de Antropología y Prehistoria (Argentina) y miembro de The New York Academis of Sciences.
Cardich recorrió el mundo con sus utensilios que encontró en la Patagonia, preguntando en congresos, a arqueólogos norteamericanos, asiáticos, japoneses, siberianos, pero nadie vio algo parecido.
Hasta que en 1996 viajó a Australia y allí encontró piezas parecidas que eran de fines del Pleistoceno de hace entre 12 y 18 mil años.
En resumen, la hipótesis que propuso Augusto Cardich sigue encendiendo los debates de los científicos en el mundo sobre el poblamiento de América.
Pensamos que la sociedad peruana en su conjunto, y en particular el Congreso de la República de nuestro país, como primer poder del Estado, no puede ni debe permanecer indiferente ante esta realidad en la que un peruano, por méritos propios ha logrado su consagración en el mundo científico internacional, mereciendo la inmediata condecoración con la medalla del Congreso de la República, y por tanto, del propio Estado peruano.
Con tal propósito, los hijos de la región Huánuco solicitaremos al Congreso nacional, mediante un memorial se otorgue al mundialmente famoso arqueólogo AUGUSTO RICARDO CARDICH LORATE, el merecido reconocimiento en vida.
Es el hombre que extendió el calendario del Perú a 10 mil años atrás, cuando en 1958 dio un campanazo a la ciencia arqueológica, refutando a muchos doctos en la materia al sostener la tesis científica de que el “Hombre de Lauricocha” es el más antiguo de América, a través de la demostración mediante el Carbono 14 de EE.UU., cuya antigüedad arrojó a 9652 años, demostrando ello una verdadera hazaña en la comunidad científica.
Posteriormente, en el año 1971, en la Patagonia (Argentina) descubre los restos de un Asentamiento Humano de 12,600 años y que es considerado el más antiguo de este país.
Con dichos descubrimientos, tanto en el Perú como en Argentina, nuestro compatriota es reconocido por la comunidad científica como un ARQUEÓLOGO DE FAMA MUNDIAL y como tal, ha sido objeto de numerosos homenajes a nivel internacional.
En Inglaterra la prestigiosa Universidad Internacional Biographical Centre de Cambridge, lo condecoró entre dos mil investigadores de todo el mundo como el Científico del 2001, recibiendo luego las felicitaciones del Presidente de la República de Argentina y la distinción como “Ciudadano Ilustre de la Ciudad”, por la Municipalidad de la Plata, de ese mismo país (2003).
Asimismo, la Universidad de la Plata de Argentina le otorga el máximo galardón, el de profesor emérito en 1990. El gobierno peruano le ha conferido las “Palmas Magisteriales” en 1988 y fue declarado profesor emérito por la Universidad Nacional “Hermilio Valdizán” de Huánuco.
La Universidad Particular Alas Peruanas, el año 2004, le distinguió con el título de “Doctor Honoris Causa”. Además, cuenta con muchas obras traducidas al inglés, francés y alemán, que respaldan su gran relevancia científica mundial y un importante compendio de extenso trabajo científico titulado “Hacía una prehistoria Sudamérica”, publicada el año pasado por la Universidad de la Plata (Argentina).
Es docente en la cátedra de Investigaciones Arqueológicas y en el Museo de la Universidad de la Plata, miembro de varias instituciones peruanas y extranjeras como la Sociedad Geográfica de Lima, Sociedades de Antropología y Prehistoria (Argentina) y miembro de The New York Academis of Sciences.
Cardich recorrió el mundo con sus utensilios que encontró en la Patagonia, preguntando en congresos, a arqueólogos norteamericanos, asiáticos, japoneses, siberianos, pero nadie vio algo parecido.
Hasta que en 1996 viajó a Australia y allí encontró piezas parecidas que eran de fines del Pleistoceno de hace entre 12 y 18 mil años.
En resumen, la hipótesis que propuso Augusto Cardich sigue encendiendo los debates de los científicos en el mundo sobre el poblamiento de América.
Pensamos que la sociedad peruana en su conjunto, y en particular el Congreso de la República de nuestro país, como primer poder del Estado, no puede ni debe permanecer indiferente ante esta realidad en la que un peruano, por méritos propios ha logrado su consagración en el mundo científico internacional, mereciendo la inmediata condecoración con la medalla del Congreso de la República, y por tanto, del propio Estado peruano.
Con tal propósito, los hijos de la región Huánuco solicitaremos al Congreso nacional, mediante un memorial se otorgue al mundialmente famoso arqueólogo AUGUSTO RICARDO CARDICH LORATE, el merecido reconocimiento en vida.